REAL MADRID

El recelo y la extrañeza del vestuario del Real Madrid a la irrupción de Raúl hace 30 años: "¿Pero de verdad que vives aquí?"

El próximo octubre se cumplirán tres décadas del debut de la leyenda blanca en el Real Madrid, uno de los temas que aborda 'La Liga de Valdano', el último Informe Plus+ de Movistar.

Raúl González, en su primera rueda de prensa como jugador del Real Madrid, con 17 años. /Movistar Plus+
Raúl González, en su primera rueda de prensa como jugador del Real Madrid, con 17 años. Movistar Plus+
Rodra P

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De aquel debut de Raúl González en La Romareda, el 29 de octubre de 1994, se ha vertido tinta. De aquel día, en el que falla un sinfín de ocasiones en la meta zaragocista de Cedrún, de los previos y de los posteriores. No se recuerda irrupción igual en el Real Madrid desde abajo desde entonces y están a punto de pasar 30 años de aquellos días.

De aquella aparición sí se desconocía, y se puede apreciar en el nuevo Informe Plus+ de Movistar+ que versa sobre 'La Liga de Valdano' de la temporada 1994-1995, que ya está disponible en su plataforma, la visión del vestuario ante la aparición de ese delantero flacucho de 17 años. En una plantilla con veteranos como Paco Buyo, Fernando Hierro, Michel, Butragueño, Martín Vázquez o Chendo, el aterrizaje de un futbolista que se saltó el Castilla y que pasó prácticamente del Real Madrid C al fútbol profesional causó impresión. "Me querían matar", dice en el documental entre risas el propio Raúl.

"No tenía muchos delanteros el Real Madrid", recuerda el periodista Santiago Segurola, después de que Valdano dudase del rendimiento del eslovaco Peter Dubovsky y de Emilio Butragueño, ya por entonces más suplente que titular. Un amistoso en Alemania contra el Karlsruhe da la oportunidad de debutar a Raúl. "Cuando acabó aquel partido, Raúl ya era el titular del siguiente que jugábamos en Zaragoza", explica Valdano.

El flechazo del técnico argentino con el nuevo talento fue inmediato. Tanto que despertó suspicacias en el vestuario. "Valdano a veces se quitaba el traje de entrenador y se ponía a jugar con él, como con un niño, a ver quién se quitaba el balón... Valdano había encontrado el amor", recuerda Santi Cañizares, portero suplente de Buyo en aquel Madrid.

"Constantemete oía: 'Ohh, no me lo puedo creer', '¡Qué cosa!'", rememora sobre lo que se escuchaba en los entrenamientos Quique Sánchez Flores, fichado esa temporada desde el Valencia después de que Valdano no parase de alabarle años atrás en sus retransmisiones televisivas. Luis Enrique, que vivía su penúltimo año como madridista antes de marcharse para siempre al Barcelona, tiene una perspectiva diferente de aquellos halagos a Raúl por parte del entrenador. "Los argentinos hacían mucho esto, de '¡Oh, qué personalidad!'. Ellos potenciaban que Raúl se mostrara como él era", explica.

Raúl en 'Informe Plus+: LaLiga de Valdano'MOVISTAR PLUS+

Pero el talento y el descaro de Raúl se impusieron pronto ante el recelo de los más veteranos. "Hace tres entrenamientos a cada cual mejor, hace una ruleta, te pega un taco, te mete una picadita, te levanta llevándola pegada al pie...", enumera aún sorprendido Quique Sánchez Flores, exentrenador del Sevilla. "¿De dónde sale este chaval?", se preguntaba José Emilio Amavisca.

Raúl se estrena como titular y desperdicia muchas ocasiones, algunas de una factura sencilla, solo ante la portería, pero la sensación en el vestuario ya no es de celo, sino de todo lo contrario. "Demostró que no era un niño, que era uno más del equipo", refleja Amavisca en el Informe Plus+. "No había una preocupación por el hecho de que no hiciera los goles, las metería en cualquier momento", prosigue en el mismo sentido Quique.

El día que Alkorta le llevó a casa

El propio Raúl vuelve a sus orígenes, de su casa de la Colonia Marconi en Villaverde, de uno de los barrios más humildes de Madrid. Relata una ocasión en la que, al no tener aún el carnet de conducir, Rafa Alkorta le acercó a su casa.

"Entramos en un sitio con baches, entramos en un sitio que no había prácticamente carriles, que había unos baches...", relata, antes de que el central vasco se asombrase. "Me preguntó: '¿Pero vives aquí? ¿Seguro?'. 'Que sí, Rafa, que sí. Que esa es mi casa. Es donde me he criado y donde he crecido. Ahí está la pared y una verja donde...' Entendió de dónde salía mi carácter y personalidad", concluye.