Las veces que el fútbol masculino se creyó impune en el juicio sobre el 'Caso Rubiales': "Están acostumbrados a manejar el cotarro y aquí son mindundis"
Luis de la Fuente y Pablo García Cuervo se llevaron las reprimendas del juez por su actitud.

La reprimenda del juez a Luis de la Fuente, el seleccionador del combinado masculino de fútbol, durante el juicio sobre el 'Caso Rubiales' es reveladora. La actitud de Pablo García Cuervo —el exdirector de comunicación de la RFEF— ante él, es más de lo mismo. Y ambos comportamientos juntos justifican el sentir, cada vez más popular, acerca del gremio del fútbol masculino en un contexto tan determinado: un juicio en la Audiencia Nacional.
"No saben estar, están acostumbrados a mangonear a los periodistas y a manejar el cotarro. A ser el centro de la fiesta y aquí son mindundis que van a lo que se les pregunta", atiza Elisa Beni, periodista especializada en información judicial y exdirectora de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. "La actitud suya es como si estuvieran en una rueda de prensa en lugar de en un juicio", asevera Alfonso Pérez Medina, jefe de Tribunales de LaSexta.
El “Yo no vengo para hablar de ese tema” que encendió al juez
El martes pasado, Luis de la Fuente y Pablo García Cuervo declararon, en calidad de testigos, en el juicio sobre el 'Caso Rubiales'. Durante la intervención del primero, José Manuel Clemente (el juez) reprendió a Luis de la Fuente. Ocurrió cuando la fiscal, Marta Durántez, preguntaba al seleccionador nacional por su presencia en la Asamblea Extraordinaria convocada por Luis Rubiales tras el episodio del beso (sí, la del "No voy a dimitir").
El "Yo no vengo para hablar de ese tema" de Luis de la Fuente encendió al juez: "Perdón, usted viene a hablar de lo que se le pregunte. Uno no elige de lo que viene a hablar. Viene a responder de lo que se le pregunte". Inmediatamente, Luis de la Fuente pidió perdón y la sesión continuó. Pero dejó poso.
"En un juicio, los investigados se pueden negar a contestar las preguntas del juez, de la fiscalía o de las partes, pero los testigos tienen la obligación de contestar a todas las partes y, además, de decir la verdad. Parecía que ellos podían poner las condiciones. Eso no es así, en un juicio las condiciones están marcadas por la ley", explica Alfonso Pérez.
Elisa Beni repara en otro detalle. Extensible tanto al mundo del fútbol, por definirlo de algún modo, como al resto. "Antes, todas las salas de vista eran de madera oscura, con unos cortinones, el estrado se separaba del público... Con las salas nuevas, como había menos dinero para invertir, son como de IKEA, yo las llamo las salas de IKEA", explica. "La justicia es un ritual. Por eso van con ropa diferente, están elevados, pero en cuanto esas cosas desaparecen, ya no impone tanto", desarrolla.
La salida de tono de Pablo García Cuervo, el exdirector de comunicación de la RFEF
La declaración de Pablo García Cuervo todavía fue más definitoria y siguió alimentando una creencia bastante extendida. "Esa es la sensación que dan, que actúan con total impunidad y que se creen por encima del bien y del mal", señala Alfonso Pérez. El caso de Pablo García Cuervo es todavía más revelador dada su condición de director de comunicación de la RFEF en aquel momento.
En el episodio mencionado en segundo lugar pasa que la abogada de AFE, María José López, preguntaba a Pablo García Cuervo sobre quién hacía la difusión del comunicado, acerca de lo ocurrido, supuestamente autorizado por Jenni Hermoso. "¿Quién va a ser? Pues yo, ¿quién va a ser?", respondió él. "¿Y lo hacen a través de la publicación como comunicado en la página web?", repreguntó María José López. "No, eso usted debería saberlo si se ha preparado el juicio", replicó, con desdén, el exdirector de comunicación de la RFEF.
Unas palabras y un tono que acabaron por desesperar al juez: "Mi paciencia está llegando a un límite. Basta ya de esas contestaciones. Vienes a exponer las cosas con claridad, no con chulería, con perdón". Sin saber si ocurrió antes o después del juicio, en la biografía de X de Pablo García Cuervo aparece: "Tweets con chulería".
"A mí me parece que en este juicio está quedando absolutamente retratado lo que era el núcleo que dirigía la Federación española de fútbol, lo que eran Rubiales y sus subordinados. Todos fueron a una, absolutamente, a deslegitimar a Jennifer Hermoso y a tratar de presionarla por todos los medios que tenían a su alcance", sentencia Alfonso Pérez.