El 'milagro' de un pueblo de 70 habitantes llega a millones de personas por unos chavales que arreglaron su campo para un torneo

Larres da nombre a la localidad de Aragón donde una pequeña idea de un adolescente llamado Álvaro Lanuza, que quería jugar al fútbol, terminó con más de 81 mil personas pendientes de un pequeño torneo de fútbol sala local. El pequeño pueblo de Huesca cuenta con tan solo setenta habitantes y se ha unido activamente ante la iniciativa de los jóvenes residentes.

Ese torneo de fútbol con el que soñaba Álvaro hace poco más de un mes, se celebró el pasado viernes 23 de agosto. Un torneo que en un principio no contaba ni tan siquiera con un campo en el que disputarse. Fueron tres los adolescentes que ayudaron al joven de 17 años y que tomaron las riendas del proyecto, Aitana Sarasa, Marta Lanuza y Eric Hernández, quienes comenzaron de motu propio a reformar el polideportivo municipal para poder llevar a cabo la competición.

Poco a poco, si importar la edad o su interés en el mundo del fútbol, todos los habitantes de la pequeña localidad se fueron uniendo a la causa. Incluso el propio alcalde, Jesús Bastero, que se implicó con algunas tareas que facilitaron la reforma integral del complejo deportivo.

Todo el proceso lo fueron subiendo día a día a una cuenta de TikTok, un hábito que comenzaron los adolescentes simplemente "por diversión", como nos han contado a Relevo. Sin embargo, el interés por la unión del pueblo y por como reformaban día a día el campo de fútbol creció en las redes sociales. En apenas unos días se hicieron virales en la plataforma y alcanzaron mas de 81 mil seguidores que pudieron disfrutar del fútbol de Larres.

Los jóvenes se quedaron impresionados ante la repentina y gran repercusión que tuvieron sus videos, por lo que fueron publicando cada vez más. Con la reforma lista y preparados para competir quisieron tener un detalle con sus seguidores y emitieron los partidos en directo a través de su cuenta, unos partidos que tuvieron el apoyo de todo el pueblo y que fueron emocionantes hasta el final, ya que hubo incluso alguna que otra ronda de penaltis.

Como buen torneo de pueblo, el ganador fue premiado con un jamón y siete bonos para copas que podrá consumir en las fiestas patronales que empiezan en tan solo unos días. Además, un jurado compuesto por cinco personas incluyendo a los dos árbitros decidieron al MVP del torneo, que se hizo con otro jamón.

Los jóvenes del pueblo que han maquinado esta iniciativa a raíz de Álvaro convocaron a todos los de la localidad en el polideportivo una hora antes, uniendo a partir de entonces al pueblo por una misma causa en la que todos han trabajado; el deporte y la diversión. Una pequeña idea que ha llegado a todo el país y que ha sumado millones de visualizaciones en redes.