Guangzhou FC, de ganar ocho ligas consecutivas y gastar millonadas a no tener licencia para jugar en segunda: "Esos sueldos no se pagaban en ningún otro sitio"
El equipo más laureado de China arrastra las deudas tras la caída de Evergrande, su patrocinador, y todo apunta a la desaparición.
El palmarés de la liga china, más que de títulos, debería constar de esquelas. De los nueve campeones de la Superliga, desde que se instaurara en 2004, tres equipos han desaparecido y uno está a punto de hacerlo. Y este último no es un club cualquiera, sino que se trata del Guangzhou FC, antes llamado Evergrande, ocho veces campeón chino —siete de ellas de forma consecutiva entre 2011 y 2017—, único ganador de la Champions League de Asia del país, y por tanto también el único privilegiado en participar en el Mundial de Clubes.
El club más laureado del fútbol chino comunicó en la red social Wechat que no consiguió la licencia para participar en la próxima temporada, que empezará este mes de enero, en el fútbol profesional, concretamente en la segunda división en la que militaba. El propio Guangzhou explicó que la situación se debe a no conseguir fondos suficientes para saldar su "pesada deuda histórica". Al no estar al día de sus pagos, la federación no le he dado la autorización. Aunque esto no significa directamente que el club vaya a desaparecer, todo apunta a que será el próximo paso, ya que ahora mismo solo puede competir en categorías amateurs.
Hace poco más de diez años empezó la década dorada del equipo del Cantón, que protagonizó, como muchos equipos de China, inversiones millonarias. El Guangzhou, de hecho, lideró el primer fichaje sonado del extranjero, con la incorporación de Darío Conca en 2011, al que además convirtió en uno de los siete futbolistas mejor pagados del planeta. Años después, llegó Robinho, e invirtieron más de 80 millones en las incorporaciones de Paulinho y Jackson Martínez. La nómina de entrenadores que pasaron por el banquillo tampoco escatimaba en lujos: Lippi, Scolari y Cannavaro dirigieron al Guangzhou.
"Fueron unos años muy buenos, había abundancia y esos sueldos, tan altos, no se pagaban en ninguna otra parte del mundo, incluso en la cantera", explica a Relevo el español Salva Suay, entrenador del Guanghzou en dos etapas. Primero, en 2018 para trabajar con la cantera, donde llegó a ganar dos campeonatos nacionales chinos. Allí, cuenta, coincidió con otros 30 españoles en la cantera del equipo chino, beneficiado por un acuerdo con el Real Madrid. Después, cuando el equipo estaba ya en segunda división, llegó para salvarlo de un descenso a tercera e incluso la temporada siguiente acarició el ascenso a la Superliga. Pero el pasado noviembre salió rumbo al Chongqing Tonglianglong, también de la segunda división. Entre una etapa y otra se entiende la deriva del Guangzhou.
Y es que, si Evergrande Group, el otrora gigante inmobiliario chino, fue la salvación del club cuando en 2010 lo rescató de segunda división y permitió la millonaria inversión, poco más de diez años también fue su perdición. "La pandemia derivó en una crisis inmobiliaria y ahora las deudas del equipo no las puede asumir nadie", resume Suay. El técnico valenciano se vio afectado por la crisis que sacudió al equipo en 2021, cuando salieron todos los extranjeros. Después de un año en el Wuhan Three Towns, lo volvieron a llamar para intentar revertir una situación más que complicada.
Cuando volvió, el equipo ya no se 'apellidaba' Evergrande por la medida de instaurar nombres neutrales que omitían referencias a inversores. El cambio de nombre ejemplificaba también la deriva de un club que había descendido y era colista, pero Suay se aprovechó de un trabajo que él mismo había hecho años anteriores. "Desarrollé a varios jugadores que llegaron al primer equipo, asumí el cargo cuando estábamos últimos, sin victorias en ocho partidos, y al final nos salvamos con cuatro jornadas aún por disputarse", cuenta el técnico. Para el año 2024, Suay confió en la evolución del club y de hecho tuvo serias opciones de volver a la Superliga. Pero al finalizar la temporada el pasado noviembre, aunque asegura que no hubo "ningún problema económico". Durante el año salió del club porque no tomaban una decisión con su renovación.
- Acaba un ciclo y empieza otro
— Salva Suay (@suaysalvador) December 28, 2024
- Guangzhou siempre en mi corazón ❤️ pic.twitter.com/2KUsv2tcze
El del Guangzhou es uno de los muchos casos de equipos chinos con dificultades tras la pandemia y el tren de vida de la década de 2010. No obstante, aunque Suay reconoce sentir tristeza por lo que le ha pasado a un club en el que estuvo varios años, considera que es una buena señal para el fútbol chino: "Quiere decir que hay normas y un control financiero, y ahora el fútbol chino está creciendo de nuevo". Lo que se ve ahora son todavía consecuencias de los años anteriores, esquelas de equipos chinos que desaparecen por 'larga enfermedad' antes de que sane del todo el fútbol del país.