CRISIS EN LA FEDERACIÓN

El Gobierno recula, no suspende a Rocha y crea una comisión para tutelar a la Federación hasta las elecciones

El CSD acepta el apaño de que la RFEF nombre a Rocha como "presidente florero", mientras nombra una comisión de supervisión para el día a día ejecutivo de la institución.

El secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes./EFE
El secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes. EFE
Sergio Fernández

Sergio Fernández

La Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD) no ha suspendido a Pedro Rocha. Por increíble que parezca, después de las declaraciones de su presidente, José Manuel Uribes, y de la ministra Pilar Alegría, al final el extremeño será nombrado presidente. En un formato 100% representativo, a priori, con poca o ninguna responsabilidad ejecutiva, pero presidente. Era "impensable" y "no podía ser presidente un investigado"... pero en una carambola de los acontecimientos, y a pesar de que los máximos dirigentes del deporte en el Gobierno se expresaron en estos términos...  lo va a ser.

A cambio, la RFEF tendrá una Comisión de Supervisión, Normalización y Representación formada "personas independientes de reconocido prestigio" que se conocerán en los próximos días. Su trabajo será tutelar el día a día federativo y una correcta transición hasta las elecciones "de verdad", las globales, las que renovarán toda la Asamblea en el mes de septiembre. Esa comisión estará por encima de Rocha y de cualquier otro órgano federativo, será la que tome todas las decisiones importantes. Y Rocha no representará al fútbol español ni en la Eurocopa ni en los Juegos Olímpicos.

"La situación de la RFEF exige altura de miras y el Gobierno está actuando con seriedad, determinación y responsabilidad", ha asegurado el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes en un comunicado. "Con la creación de esta Comisión de Supervisión, Normalización y Representación, el CSD preserva el interés general, con el fin de restituir la reputación, el buen nombre y la imagen del fútbol español y culminar el proceso electoral con una Asamblea renovada para el periodo 2024-2028".

Este "éxito" es la principal ventaja de lo que está ocurriendo ahora mismo en todo el entorno federativo, aunque no deja de ser una victoria muy discutible, teniendo en cuenta que tenían que haberse convocado elecciones a la presidencia en septiembre de 2023, y ya debería estar elegido el presidente para el mandato 2024-28. Es decir: que el "logro" de este acuerdo es básicamente algo que era tan inevitable como imprescindible: convocar elecciones.

Las últimas 48 horas han sido frenéticas y han tenido un nombre propio, en las sombras, para alcanzar esta resolución: el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco. El que fuera mejor amigo de Ángel María Villar, antes de dejarle caer, y después "hermano" de Luis Rubiales, antes de decir que estaba "como las maracas", ha sido uno de los principales paladines para evitar la suspensión de Pedro Rocha y alcanzar este acuerdo con el CSD para la solución intermedia que están intentando sacar adelante.

El riesgo de esta vía

Ni UEFA ni FIFA se han pronunciado sobre esta decisión, y no es fácil que lo hagan porque, una vez que entra un Gobierno a solucionar un problema federativo, ninguna de estas instituciones puede ir al conflicto contra lo decidido por el poder ejecutivo de un país. Mejor dicho: pueden. Sobre el papel, podrían, pero no lo van a hacer. Es el viejo cuento de "que viene el lobo", de que FIFA y UEFA pueden dejar a una federación sin Mundiales, Eurocopas, etc. si hay injerencia gubernamental en los asuntos federativos, pero en la práctica no es verdad. Una historia que sirve para asustar cuando los gobiernos han querido poner orden en las federaciones, pero que nunca (al menos no en los últimos 20 años) ha tenido el más mínimo viso de poder suceder.

El que ya ha demostrado que puede poner en jaque todo este acuerdo es el presidente de CENAFE, Miguel Galán, con sus denuncias. Ha logrado colapsar el proceso de forma burocrática y, del mismo modo que algunas amenazas de denuncias por prevaricación han "ablandado" al CSD, va a ser difícil que ahora ignoren aquellos puntos en los que pueda tener razón.

Una denuncia de Galán provocó que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) incoara expediente disciplinario a Rocha y el resto de la Comisión Gestora de la RFEF. De momento, la Comisión Directiva no ha tratado la posible suspensión del dirigente extremeño, pero el CSD deja claro que esa opción sigue sobre la mesa. "La Comisión Directiva del CSD volverá a reunirse el próximo martes, 30 de abril, para analizar la situación general de la RFEF y llevar a cabo, en su caso, nuevas actuaciones en relación con el expediente disciplinario abierto al señor Rocha, sobre el que se pronunciará el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) en las próximas semanas", dice el comunicado.