Galán denunciará al secretario general de la RFEF por hacer de Rocha sin deber y protegerle
El azote de la Federación volverá a la carga el 3 de septiembre, esta vez con Álvaro de Miguel, antes de la convocatoria de elecciones. Pedirá al CSD que traslade al TAD "faltas muy graves".
Septiembre asoma bastante calentito en temas federativos. Así que en esta semana que queda de agosto ya hay muchos protagonistas que van cogiendo posiciones. Más allá de la promesa por parte de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de la convocatoria de elecciones a la Asamblea General y a la presidencia el día 10, tendrá consecuencias tanto la inhabilitación de dos años de Pedro Rocha por parte del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) como la forma de actuar de algunos directivos en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
El Juzgado Central de lo Contencioso deberá sentenciar si aprueba la petición de medidas cautelares solicitadas por el afectado para poder presentarse a los comicios (una clemencia legal a la que se aferró la RFEF para no ejecutar la sanción a su líder) o si, por el contrario, las rechaza abriendo un escenario con múltiples alternativas en ese proceso electoral. Lo normal, según los expertos y los antecedentes judiciales, es que se la den. Pero mientras, la acción e inacción (según se mire) en Las Rozas desde el 16 de julio -día en el que Rocha fue castigado-, también tendrá unos efectos importantes que muy probablemente desembocarán en los tribunales. El más significativo, según ha podido saber Relevo, es la denuncia que Miguel Ángel Galán (CENAFE) pondrá el Consejo Superior de Deportes (CSD) el próximo 3 de septiembre contra el nuevo secretario general de la RFEF, Álvaro de Miguel, por hacer presuntamente de presidente sin deber y, sobre todo, por proteger -contra los estatutos- a quien le contrató en mayo.
Será la primera oportunidad para que la mano derecha de Rocha al frente de la gestión de la Federación conozca de cerca al gran azote de la casa desde tiempos de Ángel María Villar. Un buen momento para calibrar su temple, con tan sólo 35 años, en mitad de un ambiente bastante caldeado en el que incluso sus más cercanos compañeros reconocen en privado que, aunque da gusto trabajar a su lado y tiene diez años de experiencia en la casa, aún está verde para ostentar un cargo con tanta responsabilidad. Por eso, señalan diversas fuentes internas, le han tenido que poner al lado a un vicesecretario como Óscar Callejo para poder paliar de alguna manera entre los dos la baja de Andreu Camps, despedido hace casi un año dentro de la operación 'acabemos con el Rubialismo' teledirigida desde el propio Gobierno y tras el empuje de LaLiga y otros agentes interesados en renovar todos los rincones de la RFEF. Esta misma fórmula ya fue repetida anteriormente, de septiembre a mayo, al dividir las funciones que hacía el anterior secretario general entre un triunvirato: Alfredo Olivares, Elvira Andrés y Emilio Herrero.
Así, Galán prepara ya un escrito en el que se habla de "faltas muy graves" por parte de Álvaro de Miguel, al entender que la RFEF está esperando de forma estratégica a que le concedan la cautelar a Rocha sin convocar elecciones, como marca el artículo 31.8 de los estatutos. Además, considera que, mientras llega ese momento (la próxima semana habrá novedades), él es quien está actuando como si fuera presidente sin serlo, habiendo presidido la última Asamblea cuando tenía que haber sido María de los Ángeles García Chaves, alias Yaye, la encargada de hacer ese papel como vicepresidenta primera. Sin embargo, ella no dijo ni una palabra, dejando en entredicho este nombramiento y su rol.
En ese escrito de denuncia, Galán también pondrá el foco en el reparto de parte de los ingresos por la Eurocopa que la Federación ingresó ha repartido de forma lineal entre las 19 federaciones territoriales. Unos 263.000 euros a cada una de ellas -cinco millones de euros en total de los 28,5 que transfirió UEFA a la caja-, una vez que la plantilla se llevó el 40% como desveló Relevo. Para el denunciante, este movimiento realizado hace unas semanas -y que algunos solicitaron que se hiciera ateniendo al número de licencias- se ejecutó sin la aprobación del presidente, como marcan los procedimientos, aunque en su nombre y con un claro objetivo electoralista para lo que se avecina. La resolución publicada por la RFEF habla de que ese reparto fue aprobado por el Departamento de la Secretaría General cuando según los estatutos tiene que ser un órgano de gobierno. Es decir, la Junta Directiva, el presidente o la Asamblea.
Dos lecturas diferentes
La Federación considera que no se puede criticar que Pedro Rocha haya desaparecido, sin ejercer en la RFEF desde el 16 de julio, como se reclamaba desde los sectores más críticos con él, y que a la vez también se persiga porque no intervenga en este tipo de asuntos hasta que se pronuncien los tribunales. Una cosa o la otra. Sin embargo, Galán hace otra lectura muy diferente sobre los movimientos de la RFEF. Según su versión, tras paralizar la RFEF la ejecutividad de la sanción y sacarle de la escena en los Juegos de París, la razón principal de su plan se debe a que no se han querido arriesgar a otra denuncia por quebrantamiento de sanción (al no estar supuestamente paralizada) como Galán avisó por email hace unas semanas.
Por último, en esa denuncia que a falta de oficialidad llegará el 3 de septiembre, Galán recordará que el TAD tiene pendiente una denuncia anterior que puso el pasado mes de julio a Pedro Rocha por el sueldo que cobró como presidente de la Federación cuando realmente no lo era. Se trata del periodo de septiembre a diciembre del 2023 (la parte proporcional de los 600.000 euros que heredó de Rubiales), ya que entonces tan sólo era el máximo responsable de la Comisión Gestora.
¿Quién es Álvaro de Miguel?
El nuevo secretario general de la Federación es licenciado en Derecho y hasta el pasado mes de mayo ejercía como responsable de los comités disciplinarios y de la normativa interna y de reglamentos de la Federación, formando parte del departamento jurídico que hasta hace unas semanas dirigía Pedro González Segura (también despedido).
Es parte de la RFEF desde el año 2014 y destaca por su conocimiento del departamento de Competición y Apelación y por sus relaciones en la tramitación de documentación con el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Los trabajadores de la RFEF le destacan como "un tipo afable y cariñoso". El nuevo mandatario de la RFEF comparte procedencia con el presidente Pedro Rocha, pues ambos son extremeños, y es una persona muy valorada tanto dentro del área jurídica como por parte del personal de la Federación.
En la Asamblea del 30 de julio, De Miguel dio un discurso en el que puso en valor a la RFEF y habló de Rocha: "Somos, sois el soporte principal de este deporte. Por ello, la estabilidad de la Federación es tan importante. Sin ella, la estructura se resiente (...) Esta estabilidad se vio comprometida hace ahora casi un año. Los acontecimientos de Sídney desencadenaron una importante crisis, que afectó a la entidad. Enderezar este proceso no fue tarea fácil. Hubo muchísimas dificultades que, finalmente, fueron superadas y la Federación contó con una presidencia que aportó, además de estabilidad, cohesión y paz (...) Se dio por finalizada una etapa de confrontación clara, para pasar a la coordinación y al diálogo (...). Esta idílica situación, fruto del trabajo y de un talante, no de las casualidades, ha sido interrumpida y violentada por una resolución que pretende la inhabilitación del presidente que ha dado a esta casa la estabilidad tan necesaria. El presidente Pedro Rocha no está aquí hoy y ha considerado razonable aplicar el principio de prudencia (...). No hay que negarlo, porque recibe continuas amenazas promovidas por personas que tienen por objeto amedrentar no solo al presidente de la RFEF, sino a todos los miembros de los órganos directivos y personas con responsabilidad entre las que, por cierto, me incluyo".
Y lanzó un dardo a los más críticos: "Quien crea que esto va de fútbol está muy equivocado. El objetivo, es dañar la imagen de la RFEF, la estabilidad institucional o simplemente el hacer daño gratuitamente a las personas que formamos parte de esta casa. Cada asambleísta es libre para decidir quién quiere que forme parte de los órganos de la RFEF y quién es su legítimo presidente. Lo elige la familia del fútbol y nadie más, le pese a quien le pese. Hay personas que no respetan las decisiones libres y democráticas adoptadas por los representantes del fútbol".