Alex Remiro salva a la Real Sociedad de un nuevo naufragio frente a un Niza superior

Lo que funciona, no se toca. No era el caso de la Real y viendo que su equipo estaba lejos de rendir como se esperaba, Imanol Alguacil se ha puesto el mundo por montera, con una alineación, cuanto menos, sorprendente en el debut europeo de la Real Sociedad en la nueva edición de la Europa League. El oriotarra decidió, de primeras, que no era necesario echar mano de ninguna de las cinco caras nuevas que llegaron en el pasado mercado para un equipo inicial que sí contó con hasta nueve futbolistas formados en la factoría de Zubieta. Junto a ellos Alex Remiro y Brais Méndez, recuperado para la causa tras la lesión sufrida en Getafe. Sorprendente, asimismo, la disposición de un equipo que formó de inicio con defensa de cinco, con Jon Martín en el once. Las expectativas que se tienen depositadas en este joven central son muy elevadas y a Imanol no le ha temblado el pulso para darle la alternativa en una cita tan importante, dejando en el banquillo a uno de los mejores futbolistas desde su llegada como es Nayef Aguerd.

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Pero si algo ha demostrado Imanol Alguacil desde su llegada al primer equipo de la Real ha sido su valentía a la hora de tomar decisiones. Nunca le ha temblado el pulso. Ni cuando las cosas le iban bien, ni cuando no tan bien. Y la apuesta resultó, de primeras, exitosa, tanto que hasta Ander Barrenetxea volvió a encontrarse con el gol. La última vez que vio puerta el donostiarra fue el pasado 21 de abril, un tanto que valió para que la Real sumara un punto en Getafe. Después de un arranque de temporada para enmarcar, jugando sus mejores minutos desde que diera el salto al primer equipo, un interminable número de problemas físicos le lastraron durante el tramo final del pasado campeonato, como en el inicio del actual, donde apenas ha tenido presencia.

Olvidadas estas dolencias, Barrenetxea empieza a marcar las diferencias otra vez.Frente al Benfica, en la pasada fase de grupos de la Champions League, marcó, sin miedo a equivocarme, el mejor gol en su carrera deportiva, al poner el balón en la misma escuadra de la portería defendida aquella noche por Trubin, que hizo la estatua. Bulka, el portero del Niza, se estiró todo lo que pudo, pero el balón impulsado por Barrenetxea fue imposible para el arquero polaco del conjunto francés. El '7', esta tarde-noche, vestido de oro, recordó y mucho al futbolista espectacular del arranque del pasado ejercicio: veloz, descarado, con las ideas muy claras, como en ese pase a Mikel Oyarzabal que el capitán, aunque controló bien, no pudo poner dentro de la portería de Bulka. Lo impidió el defensor Clauss. Oyarzabal se lamentaba más que nadie ante la oportunidad perdida.

El lamento fue en aumento cuando, al filo del descanso, Rosario puso la igualada en el marcador. El neerlandés se aprovechó de un mal despeje de Aihen Muñoz para poner el balón lejos del alcance de Remiro. El de Etxauri hizo lo que un defensa nunca debe hacer, despejar hacia el centro, acción que aprovechó el futbolista del Niza para poner el empate a uno.

Pese a formar con defensa de cinco, la Real Sociedad concedió más de la cuenta en defensa. La zaga blanquiazul pecó de falta de contundencia. Así llegó el primer gol del Niza y a punto estuvo de llegar el segundo por otro error defensivo, en este caso por parte de Jon Pacheco. El de Elizondo se la jugó, como muchas veces hizo Robin Le Normand. Al ahora jugador del Atlético de Madrid le perdonaron, pero a 'Pache' le pillaron. Morten Krogh no vio en directo el agarrón del central navarro, pero sí el VAR que llamó al danés a filas. No lo dudó. Pena máxima. El quinto de la temporada en contra por un nuevo error.

Menos mal que emergió la figura de Álex Remiro, que no se había librado de las críticas por su mal hacer desde los once metros. En el Allianz Riviera, sin embargo, tapó muchas bocas al adivinar la intención de Guessand. Esa parada no sirvio de revulsivo. A la Real parecían faltarle las fuerzas e Imanol refrescó al equipo dando entrada a teóricos titulares, pero era el Niza el que estaba más cerca de la victoria. Remiro despejó un potente disparo de Ndayisminiye. A renglón seguido, Orakpo no encontró portería en un disparo que se marchó pegado al palo de la portería defendida por el de Cascante.

El pitido final supuso un soplo de aire fresco para una Real que, al menos, suma un punto en su estreno liguero. ¿Lo más positivo? Que por fin vio puerta y que puso fin a la mala racha en la que estaba inmersa, que hablaba de 449 minutos de juego seguidos sin marcar un gol. Ander Barrenetxea, a la espera de Orri Oskarsson, fue el que rompió la sequía. Ongi etorri, Ander.

FICHA TÉCNICA

- Resultado: Niza-Real Sociedad 1-1 (1-1, al descanso)

Niza: Bulka, Ndayisminiye, Bombito, Dante, Rosario, Louchet (Diop, min. 67), Clauss, Bard, Moukoko (Orakpo, min. 73), Bouanani (Ndombelé, min. 67), Guessand

Real Sociedad: Remiro, Odriozola (Aramburu, min. 60), Zubeldia, Pacheco, Jon Martín, Aihen (Javi López, min. 60), Zubimendi, Brais (Susic, min. 69), Marin, Barrenetxea (Becker, min. 60), Oyarzabal (Orri Oskarsson, min. 79)

Goles: 0-1: Barrenetxea (min. 17), 1-1: Rosario (min. 45)

Árbitro: Morten Krogh. Amarillas para Martín Zubimendi (min. 20), Rosario (min. 25), Guessand (min. 26), Odriozola (min. 42)