ROMA - ATHLETIC

Un partido esperado durante más de seis años para medir la ambición de este Athletic campeón

Los rojiblancos regresan a Europa tras años de sequía con un grupo descarado que está convencido de poder hacer historia.

Los jugadores rojiblancos se ejercitan en el Olímpico de Roma./Athletic Club
Los jugadores rojiblancos se ejercitan en el Olímpico de Roma. Athletic Club
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Roma - Han pasado muchas cosas desde marzo de 2018, cuando el Athletic Club disputó su último partido europeo ante el Marsella. Seis temporadas, cuatro entrenadores, tres directivas, varias muertes en la orilla ligueras, finales de Copa perdida y, por supuesto, un año histórico redondeado con la Gabarra. Incluso una pandemia mundial. Seis años y medio después, la entidad rojiblanca, desde jugadores -solo ocho saben lo que es jugar competición continental de rojiblanco- hasta la afición, vuelve a Europa con más ganas que nunca para enfrentar a la Roma a partir de las 21.00 horas. Lógico que cerca de 3.000 aficionados vascos vayan a acompañar a los suyos en este ilusionante reto.

Cuesta recordar un momento de euforia como el que se vive en Bilbao. Este equipo, plagado de jóvenes descarados, ha devuelto la grandeza al conjunto vasco. El león se ha despertado tras años de zozobra, aunque siempre compitiendo hasta el límite, y quiere mirar a los ojos a la Roma en un estreno tan complicado como ilusionante. Roma, cautivadora y grandiosa, le da un toque aún más épico a este regreso continental que tantas ilusiones y batacazos ha hecho vivir en la ciudad vasca.

No puede llegar en mejor momento. Las tres victorias en una semana cosechada por Ernesto Valverde (entrenador acostumbrado a estos duelos en el banquillo rojiblanco) han disipado cualquier mínima duda que hubiese por el desempeño liguero de agosto. Este ya vuelve a ser el famoso Athletic Club y no hay mejor prueba que jugar en el Olímpico de Roma para medir fuerzas.

Europa es otra historia. Que se lo digan al Barça, que vapulea a sus rivales en LaLiga pero revive fantasmas cada vez que cruza los Pirineos. Ese es el reto del Athletic, que afronta la primera jornada de la nueva Europa League queriendo abstraerse del ruido que genera la lejana final en San Mamés del próximo mes de mayo. Lo primero es saber de qué son capaces hoy, en el Olímpico de Roma, y ante un rival con jugadores de la talla de Dybala. "Un grande de Italia y de Europa", en palabras del Txingurri. Un rival que despierta la ambición en el grupo.

La baja de Sancet

En los fubtolístico y más allá de las ausencias sabidas de Unai Simón y Yeray Álvarez, la gran noticia en la previa se centra en las dos grandes perlas de Lezama y del Athletic. Para lo bueno y para lo malo. Nico Williams se ejercitó con absoluta normalidad sobre el césped del Olímpico. Bromeó, esprintó, jugó con la pelota en solitario... Cualquiera de sus gestos apunta al once titular. Sería una sorpresa que Valverde le reserve. Este es el partido que lleva esperando desde que debutó como rojiblanco y para el que se quedó un año más en Bilbao.

En el capítulo de malas noticias, la lesión de Oihan Sancet. El mediapunta navarro sintió unas molestias en el último entrenamiento antes de viajar y prefirió prevenir. También Valverde, que explicó que no hay razón para correr riesgos en un momento tan cargado del curso ante una sobrecarga como la que padece el '8'. Su baja es clave porque su relevo es una incógnita. La lógica invita a pensar en Unai Gómez, pero Jauregizar también podría actuar en un trivote, e incluso una versión más ofensiva con Berenguer actuando por detrás delantero o incluso Nico, que ya ante el Leganés centró mucho su posición.

El resto del equipo apunta a ser el de gala. Los tres triunfos consecutivos en la competición doméstica dan tregua para plantarse en el Olímpico con el mejor plato de la carta. Y ese ya se sabe cuál es en Bilbao. Un once reconocible que el curso pasado hizo historia sacando la Gabarra al Nervión con jugadores como Vivian, Paredes, Yuri, Galarreta y compañía.

En el otro lado estará una Roma que ha vivido una semana movida. Muy convulsa, con terremoto institucional y social. Los 'tifosi' lo pagaron con algunos jugadores y, sobre todo, con la propiedad del club, obligando a la CEO Lina Souloukou a dimitir tras el despido de De Rossi y la contratación de Ivan Juric como nuevo técnico. De cualquier forma, el técnico croata se estrenó con goleada (3-0) ante el hasta entonces líder, Udinese, y apagó el incendio por momentos. Pero en Roma nadie duda, y así lo cuentan los tifosis cuando se les pregunta, de que el Olímpico puede vivir una noche movida si los rojiblancos son capaces de golpear. Partido grande en la Ciudad Eterna.