LAZIO-REAL SOCIEDAD

El miedo hace que no se vean distintivos de la Real Sociedad por las calles de Roma: "Esto nos produce asco"

El partido de esta noche entre la Lazio y la Real ha quedado empañado por los graves altercados entre los seguidores ultras de ambos equipos.

Xabier Almandoz, el primero por la derecha, junto a un grupo de aficionados de la Real en Roma. /Relevo
Xabier Almandoz, el primero por la derecha, junto a un grupo de aficionados de la Real en Roma. Relevo
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Xabi Almandoz coge el teléfono de camino hacia la Plaza de España en Roma. Su voz denota tristeza cuando él es de lo más jovial posible. No duda en responder a la llamada de Relevo y contar cuáles son sus sensaciones tras los graves altercados que han tenido lugar esta madrugada entre aficionados radicales del Lazio y de la Real Sociedad. "Nos fuimos a la cama tan tranquilos y nos hemos enterado al despertarnos. La verdad es que nos han jodido el día", afirma con la voz casi entrecortada. Este aficionado de la Real Sociedad ha acudido a Roma, junto a un grupo de amigos, a presenciar un nuevo partido de su equipo del alma. Un duelo, todo hay que decirlo, que ha quedado empañado por los incidentes sucedidos esta madrugada entre los radicales de ambos equipos y que se ha saldado, según fuentes italianas, con nueve radicales de la Real heridos en los altercados y tres de ellos tuvieron que ser hospitalizados por heridas de arma blanca. 

"Mi opinión es muy clara. Hasta que los presidentes de los clubs no tomen medidas drásticas con lo que tienen cada uno en su casa, esto seguirá sucediendo e irá a más". Más alto puede hablar este aficionado que ha acompañado a la Real en múltiples desplazamientos por Europa. "Hay gente que tiene mucha afición a estas cosas y las seguirán haciendo y produciéndose cosas como estas que a la gran mayoría de la afición de la Real nos producen, sinceramente, asco", reconoce Almandoz.

No le falta razón. No es la primera vez que los ultras de la Real Sociedad, conocidos como 'RSF Firm', se ven involucrados en este tipo de actos. Y la entidad txuri urdin sigue sin poner remedio alguno. "Siento una profunda tristeza", confirma Almandoz, para quien, con lo sucedido esta madrugada, este viaje ha perdido toda la magia con la que empezó este pasado lunes. "Vienes a un sitio como Roma donde te podrías sacar fotos para el recuerdo vestido de txuri urdin para luego poder contar tus vivencias o, simplemente para hablar de fútbol, que es lo que más me gusta a mí… Pero es que no me sale. Me han quitado las ganas de hablar de fútbol por cosas como las que sucedieron anoche", explica este seguidor blanquiazul, que las ha vivido de todos los colores en sus desplazamientos con la Real Sociedad.

Aperribay tras la agresión a los aficionados de la Real en Roma. EFE

Xabier Almandoz es un habitual en los viajes fuera de España para animar a la Real. No se perdió, por ejemplo, el último viaje a París de la temporada pasada, pero su peregrinaje por los campos de Europa siguiendo a la Real Sociedad comenzó en Milán, en 1979. Xabier no olvidará jamás lo sucedido aquella noche en el Giuseppe Meazza en la que el equipo de Ormaetxea acabó hincando la rodilla por un duro 3-0 y sus aficionados sufrieron la primera gran experiencia desagradable en Europa. "Hice el viaje en avión con escala en París y de ahí a Milán. Me acuerdo que en el vuelo iban los jugadores de la Real e incluso creo recordar que me senté al lado de Bixio Gorriz", recuerda este seguidor de la Real. Eran otros tiempos.

"Siento una profunda tristeza. Vienes a un sitio como Roma donde te podrías sacar fotos para el recuerdo vestido de txuri urdin para luego poder contar tus vivencias. Me han quitado las ganas de hablar de fútbo"

Xabiar Almandoz Aficionado de la Real Sociedad

Volviendo a lo sucedido durante la pasada madrugada, a Almandoz le da "igual" qué es lo que lo provocó los incidentes. "Me da igual que quedasen, que fuese una emboscada… La realidad es que encontraron y no hay más. He visto imágenes y las bengalas caían de un lado y del otro", sostiene. "Lo más triste es que esto se sabía que se podría producir y nadie ha hecho nada. Algunos compañeros tuyos me pedían fotos de aficionados de la Real, pero no le pude hacer fotos a nadie porque nadie llevaba un distintivo de la Real Sociedad, salvo en un bar en Trastévere, donde colocamos unas bufandas encima de la mesa y tomamos unas cervezas: Pasaba gente que gritaba: 'Real', pero ellos nos reconocían por esa bufanda", explica un Almadoz que reconoce que "hay miedo". Es más, "nadie va a llevar nada. Yo no la llevo y me las guardaré hasta el punto de encuentro que ha marcado la Real para salir con los autobuses, porque ni al meeting point vamos a ir. No tengo ganas, me han quitado las ganas de todo", confirma. El plan para hoy es hacer turismo, descansar en el hotel y, más tarde, acudir al punto donde están los autobuses para subirse a los mismos y acudir al estadio.

Maider Gorostidi y su hija Eneritz, por las calles de Roma.  Relevo
Maider Gorostidi y su hija Eneritz, por las calles de Roma. Relevo

Tamnién está en Roma acompañada por su hija Eneritz, Maider Gorostidi, la aficionada de la Real que hace 25 años vivió en sus carnes la violencia de los radicales en unos actos que terminaron con el asesinato de Aitor Zabaleta. "Es la sesansión de miedo y de que, en cualquier sitio aparece esta gentuza y te la puede liar. He venido con mi hija, con cierta precaución, pues que pase esto me agobia muchísimo", reconoce la miembro de la Peña Izar. "Teníamos intención de salir pronto esta mañana del hotel e ir a ver Roma, pero hemos salido mucho más tarde de lo esperado. Me preguntaba: '¿Cómo vamos a salir las dos solas?' Y lo hemos cogido con tranquilidad y ahora estamos en la Piazza del Popolo, que es donde ha quedado la afición de la Real y se ve muy poca gente", lamenta Maider.

"Parece metira. Hace 25 años estábamos así y el tema sigue igual o peor. No sé si nadie quiere parar todo esto, no sé si por intereses políticos, pero es muy triste que no podamos salir de casa para animar a la Real"

Maider Gorostidi Aficionada de la Real Sociedad

"Me acabo de poner la bufanda ahora, pero hasta que no hemos llegado aquí, no me he puesto nada, por si acaso. Y eso que estamos en el sitio má turístico de Roma como es la Fontanadi Trevi. Piensas: 'Si aquí pasa algo...' Pero el miedo está ahí", afirma esta aficionada de la Real, que sigue sin explicarse que puedan producirse incidentes como los de esta madrugada. "Parece metira. Hace 25 años estábamos así y el tema sigue igual o peor. No sé si nadie quiere parar todo esto, no sé si por intereses políticos, pero es muy triste que no podamos salir de casa para animar a la Real Sociedad", lamenta

«Parecía que estaban esperando algo»

Los hechos, que tuvieron lugar pasadas las 23.00 horas, no se alargaron demasiado porque en pocos minutos la pelea terminó disolviéndose después de que uno de los grupos de personas implicados abandonara a la carrera el lugar de los hechos. Antes de que los altercados tuvieran lugar, un tabernero del Finnegan Irish Pub de la calle Leonina de Roma intentó evitarlos sin éxito, tal y como explica en DV. "Había unos 30-40 aficionados de la Real Sociedad fuera del pub, todos vestidos de negro. Salí a hablar con ellos unas cuantas veces para decirles que se fueran, pero todos se quedaron", recoge el Diario Vasco. De su actitud, declara que "parecía como que estaban esperando algo". Es más, el trabajador explicaba que "no me gusta la forma en la que estaban y que se quedaran aquí. Pregunté quién estaba al cargo, pero me dijeron que eran un grupo y que no había nadie al cargo. Volví adentro, estaba viendo el fútbol en la televisión y de repente", sobre las once de la noche, "escuché mucho ruido, muchos petardos estallando. Cerramos la persiana para mantener a todos dentro".

Después de que todo se calmara, "estaba todo destruido, parecía que había pasado la guerra. Mesas rotas, ventanas rotas, sillas rotas... No vimos nada, solo escuchamos los petardos. La policía vino rápido, había un coche al final de la calle durante toda la noche y los antidisturbios llegaron a los cinco minutos, pero ya se habían ido todos para entonces".