Una emboscada en Roma que pudo resultar fatal para los ultras de la Real: "Les asestaron 16 puñaladas y tienen más de 50 puntos de sutura"
La batalla campal en las calles de Roma entre los ultras de la Lazio y la Real Sociedad bien pudo acabar en una tragedia mayor.

La expedición de la Real Sociedad ya está de vuelta en casa después de vivir un infierno tanto dentro como fuera de los terrenos de juego en su desplazamiento a Roma. En el verde del Olímpico, el equipo entrenado por Imanol Alguacil no dio la talla y fue arrollado por una Lazio que se mostró, a día de hoy, inalcanzable futbolísticamente hablando. Pero lo más triste y lo más doloroso para la familia txuri urdin sucedió varias horas antes, en la madrugada del miércoles al jueves. De hecho, varios miembros de esa expedición que se desplazó a Roma todavía permanece en la Ciudad Eterna y lo estarán unos cuantos días más por culpa de las puñaladas recibidas durante los graves incidentes que se produjeron entre los radicales de uno y otro equipo en una noche en la que el fenómeno ultra volvió a sacudir con una violencia desmedida el fútbol europeo.
La emboscada de la que habló Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad, fue tal y pudo tener consecuencias incluso peores. Solo hay que ver la gravedad de las heridas sufridas por dos de los miembros del grupo ultra del equipo txuri urdin, RS Firm, que, esta vez, se han librado por los pelos. Las palabras del presidente de la entidad blanquiazul, que se hicieron esperar más de la cuenta -no quiso hacerlo hasta recabar toda la información de lo sucedido-, de que no fue una quedada, sino una emboscada, no están exentas de razón. El mandatario blanquiazul, en su comparecencia ante los medios en las horas previas a la disputa del choque, informó de que, según la versión que les facilitó la policía italiana, "los nuestros no esperaban semejante avalancha, que fue una situación sobrevenida y que, tras hacerles un seguimiento durante toda la tarde, no se les veía en modo pelea". Se equivocaron de cabo a rabo.
Los más de 80 ultras de la Lazio, entre los que se encontraban miembros del Frente Bokerón de Málaga, fueron partícipes de los graves incidentes que acabaron con nueve aficionados de la Real heridos, tres de ellos por arma blanca, con dos de ellos ingresados, aprovecharon que la pequeña dotación de carabinieris que vigilaba los alrededores del Finnegan Irish Pub se marchara para sembrar el pánico y el caos en el grupo de hooligans de la Real Sociedad, a los que no les quedó otra que defenderse utilizando el mobiliario del citado pub.
Palos, barras de hierro, navajas, cuchillos…
Hasta ese lugar se acercaron los radicales del equipo romano armados hasta los dientes con cascos, con palos, barras de hierro, navajas, cuchillos, tirando petardos, bengalas… Lo único que hicieron fueron defenderse, pero cuando ya no tuvieron cómo hacerlo, solo quedaba correr. Era la única salida, pero algunos no tuvieron esa suerte y los fueron apuñalando a sangre fría. "La gente de la Lazio fue a matarlos, no hay más".
La batalla de los ultras romanos y los miembros de RSF Firm dejó un resultado desolador con nueve seguidores de la Real heridos, de los cuales dos permanecen ingresados en el Policlínico Umberto I y en San Giovanni Addolorata. Jokin Aperribay, presidente de la Real, aseguró el jueves -horas después de la agresión- que ambos estaban "nerviosos y preocupados" mientras se recuperaban de las heridas sufridas. Uno recibió entre dos y tres puñaladas y tiene, posiblemente, algún órgano tocado, y al otro, le dieron el palizón de su vida, le metieron unas 13 puñaladas y le tuvieron que dar más de 50 puntos de sutura".
22.01.2025, SS Lazio🇮🇹 before streetfight against Real Sociedad🇪🇸 Lazio: "we ll eat all of them", click here for more: https://t.co/d5Ml3ex0FN pic.twitter.com/LxrvAbE5mH
— Hooligans.cz Official (@hooliganscz1999) January 22, 2025
Todo empezó sobre las diez de la noche de este miércoles cuando un grupo de ultras de la Lazio, los Irreducilibi, atacó a los ultras de la Real Sociedad, que estaban sentados en una terraza, tomando unas cervezas, sin dar la nota. Lo estaban haciendo tranquilamente, pero se vieron sorprendidos pese a que eran conscientes de que, por ser ultras, podría suceder algo. Es lo que tiene viajar a una ciudad como Roma y coincidir en las calles con un grupo radical de una ideología completamente contraria. Era un viaje, por decirlo de alguna manera, peligroso, con un riesgo más que evidente. "Os vamos a matar a todos", se escucha en uno de los videos en los que se pueden ver las imágenes de los ultras de la Lazio yendo a buscar a los de la Real Sociedad. A punto estuvieron de conseguirlo.
Tampoco hay que echar la vista muy atrás en el tiempo para ver a los radicales de la Lazio en acción, sembrando el pánico como acostumbran. Se trata de un grupo caracterizado por su violencia y por su ideario fascistas. No hay que olvidar que estos ultras, los que ocupan la llamada curva Nord del Estadio Olímpico de Roma, exhiben desde hace tiempo símbolos fascistas y neonazis y son de los más radicales de toda Europa. La pasada temporada, sin ir más lejos, en marzo, volvieron a hacer de las suyas al entonar un cántico fascista (Avanti ragazzi di Buda) mientras realizaban el saludo nazi antes del partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich, que se disputó en el Allianz Arena. En 2019, los 'Biris Norte' sufrieron otro ataque de los ultras de la Lazio con el fatal desenlace de cuatro hinchas del Sevilla apuñalados.
Un ataque con trasfondo político
Con esta ideología no es de extrañar que tuvieran a los ultras de la Real Sociedad entre sus máximos enemigos. En este ataque hay un trasfondo político que nada tiene que ver con el fútbol. Es la cruda realidad. Y estos últimos lo pudieron comprobar en sus propias carnes en una encerrona que bien pudo acabar en desgracia porque "estos fueron a matar". Es más, "si en vez de estar en esa calle, están al lado del resto de seguidores del equipo blanquiazul, hubiéramos hablado de una desgracia mucho mayor". Y todavía se creerán que habría que darles las gracias porque "si no han matado, es porque no han querido".