El 'clavo' envenenado al que se aferra la Real: obligada a mejorar en casa para no fracasar en Europa
Los donostiarras se han complicado el pase y tendrán que sumar en los tres partidos en el Reale Arena, donde solo han ganado 4 de los 20 partidos del año.
La Real Sociedad volvió a tropezar en la Europa League y la sensación de vacío y frustración se apoderó de nuevo de una afición que no consigue disfrutar este curso. Cuando parece que todo mejora, llega un nuevo golpe. La derrota en Pilsen supone un varapalo para las aspiraciones continentales, pero también para el ánimo de un equipo que no consigue despegar y que, por si fuera, tiene que recibir a un Barça en racha este próximo domingo. Horizonte complicado. Más aún en una Europa League en la que había muchas ilusiones hace unos meses y en la que ahora se agarran al Reale Arena para no caer a las primeras de cambio.
En un año, esta Real ha pasado de enamorar a toda Europa siendo líder de su grupo de Champions -junto a Inter, Benfica y Salzburgo- a estar fuera de los puestos de clasificación a los dieciseisavos de final de la competición. Los cuatro puntos son pocos. Muy pocos. Y obligan a cambiar drásticamente en las últimas cuatro jornadas si quieren estar entre los 24 clasificados. Pensar en los octavos de final es ya un sueño casi imposible y que quizá no sería suficiente ni siquiera haciendo pleno de puntos.
Evitar el fracaso pasa por San Sebastián. Allí deben recibir al Ajax, al Dinamo de Kiev y al PAOK -además de visitar al líder de la liguilla, la Lazio-. A priori, dos rivales factibles estos dos últimos, pero el rendimiento ante su gente de la Real preocupan más que animan. Un dato lo resume: De los 20 partidos ante su público en 2024, solo han ganado cuatro de ellos ante Valencia (2), Las Palmas y Cádiz. Las doce derrotas y los 4 empates son un rendimiento muy pobre y que preocupa aún más en esta tesitura de obligación. Entre estos malos resultados, el duro golpe que supuso caer en semifinales de Copa del Rey ante el Mallorca.
Precisamente, ya han caído en esta Europa League ante su gente en el único choque jugado como locales frente al Anderlecht (1-2). El siguiente rival es un Ajax que está brillando en la competición con tres victorias y un empate. Un hueso muy duro que en caso de resistirse dejaría un panorama desolador para las últimas tres jornadas. La única buena noticia es que se presupone que ganando a ucranianos y griegos podría bastar para estar en el bombo de dieciseisavos, aunque en una posición muy peligrosa que le obligaría a jugar una eliminatoria en pleno mes de febrero.
Si a eso se le suma que los donostiarras no superan una eliminatoria continental en este siglo, lo que era ilusión por soñar con la final de San Mamés se ha convertido en un duro camino repleto de obstáculos. Aparecen las primeras críticas, pero este grupo ya ha demostrado saber levantarse en momentos complicados.
Un mal conocido y sin respuesta
"Es lo de siempre, dejamos a los rivales vivos después de tener un montón de oportunidades", analizó Imanol Alguacil tras el encuentro. El técnico se está cansando de repetir este mismo mensaje en una temporada irregular. "Así es difícil ganar", lamentó también, convencido de que volvieron a fallar "en las áreas", donde en los últimos años se habían convertido en un equipo difícilmente mejorable.
La Real ha perdido la contundencia defensiva que le definía y no ha conseguido dejar a cero su portería en ninguno de los choques continentales. Los seis goles recibidos en las cuatro jornadas hablan de esa fragilidad que viene 'denunciando' el entrenador y que está condenándoles habitualmente. Si a esto se le suma que solo han logrado encadenar dos victorias en una ocasión este curso, el resultado es un conjunto irregular y poco fiable. Lógico, con todos estos ingredientes, que estén en el alambre y tengan mucho que mejorar para no caer a las primeras de cambio en esta Europa League.