SELECCIÓN ESPAÑOLA

Gavi deja sombras en la última concentración

En la RFEF se marchan preocupados por varios episodios del jugador, como un acto de firmas con la afición del que, en un principio, se ausentó.

Gavi, en un entrenamiento con España./REUTERS
Gavi, en un entrenamiento con España. REUTERS
Sergio Santos
Alfredo Matilla

Sergio Santos y Alfredo Matilla

El cuerpo técnico y la dirección deportiva de la Federación llegaron a Las Rozas el pasado 20 de marzo con una tarea pendiente por delante: suavizar la tensión generada alrededor de Gavi después del Clásico liguero entre el Barcelona y el Real Madrid. Diez días más tarde, los responsables de la Selección regresan a la Ciudad del Fútbol aún más preocupados con este tema que entonces.

A sus 18 años, Gavi es un diamante por pulir, un jugador distinto al que quieren sacar el mayor partido posible. De ahí que su caso se haya convertido en prioritario. A ojos de varias fuentes consultadas, existen actitudes fuera del campo que debe corregir cuanto antes. El propio De la Fuente le envió un dardo en una de las conferencias de prensa de estos días: "Está en proceso de madurez, controlará algunos comportamientos...". Si ante Noruega le sustituyó, pocas horas después de estas palabras le tiró de las orejas con jarabe de banquillo ante Escocia.

Polémicas en la concentración

Son varios los episodios del barcelonista durante esta concentración que han molestado a la Federación. El que más tensión generó internamente fue el ocurrido con el evento de firmas con los aficionados en Málaga, habitual antes de cada encuentro de La Roja como local. Gavi era uno de los elegidos… y en un principio no se presentó. Alegó malestar, dolor de cabeza. Necesitaba descansar. Otro jugador tuvo que sustituirle, aunque esta excusa molestó notablemente a sus compañeros y desde la RFEF, conscientes de ello, dieron un tirón de orejas a Gavi y le obligaron a aparecer en el evento.

Lo hizo en solitario, después de que sus otros tres compañeros (Olmo, Rodrigo y Gayá) terminasen de firmar. Los tres le trasladaron al barcelonista su enfado por esa actitud y la cola de firmas comenzó de nuevo, aunque esta vez con un solo futbolista en la mesa. Una ronda de autógrafos en solitario como castigo por su desplante, tal y como se aprecia en el vídeo que publicó la Federación en sus cuentas oficiales.

Esa circunstancia ocurrió unas horas después de que los veteranos le hicieran saber que debe controlar su ímpetu en los entrenamientos, porque alguna patada fuera de lugar ha provocado tensiones con sus propios compañeros. Morata, en su condición de capitán, ha intentado dialogar con él y persuadirle de que debe bajar una marcha en las entradas de las sesiones preparatorias, especialmente en las previas a los días de partido, cuando cualquier golpe puede acarrear un lastre. Esa charla se produjo porque en el entrenamiento en La Rosaleda antes del encuentro contra Noruega dejó una patada muy fea…

En el seno de la Selección también consideran que debe mejorar a la hora de acatar las decisiones del entrenador, ya que se mostró visiblemente enfadado al conocer su suplencia ante Escocia. En los días previos, Gavi había comentado que se sentía incómodo jugando como extremo izquierdo. Compañeros y empleados de la Federación escucharon sus quejas. De la Fuente es conocedor de que no es su posición preferida, pero considera que con 18 años está en proceso de saber adaptarse a distintas demarcaciones para mejorar como futbolista.

Por todos estos motivos, los responsables deportivos de La Roja analizarán en las próximas semanas lo ocurrido con Gavi, porque quieren sacarle el mayor rendimiento posible y, sobre todo, integrarle dentro del grupo, porque estos días se ha refugiado principalmente en los compañeros con los que mejor feeling tiene, especialmente Balde. En la Federación consideran que son pecados de juventud, pero que se tienen que corregir cuanto antes. Si algo le obsesiona a De la Fuente es mantener el buen ambiente en las concentraciones.