Cuando el Motherwell escocés ganó una Copa del Rey
La historia de la Copa del Rey está repleta de sorpresas, aunque pocas tan rocambolescas como esta.
La Copa del Rey es una competición mágica. Para muchos aficionados, la quintaesencia del fútbol. El torneo del KO enfrenta a equipos modestos con otros instalados en la élite absoluta, en un formato de eliminatorias directas en el que todo puede pasar. A lo largo de la historia de la competición, muchos son los resultados sorprendentes que perduran en la memoria de los seguidores. Aún así, pocas historias más rocambolescas que cuando el Motherwell escocés se coronó campeón de la Copa del Rey.
En realidad, la historia tiene truco. Lo cierto es que en 1927 se celebraron dos Copas del Rey. La primera, la oficial y que consta en el palmarés de la competición, fue ganada por el Real Unión de Irún. El conjunto fronterizo, en el que por cierto jugaba de portero Antonio Emery, abuelo de Unai, se impuso en la final al Arenas de Getxo por 1-0. Sin embargo, ese mismo año también se celebró una Copa del Rey no oficial. Es aquí donde entra en acción el Motherwell.
La Copa del Rey que ganó el Motherwell
En 1927 la RFEF decidió organizar una segunda Copa del Rey, para la que invitó a dos equipos británicos. Evidentemente, se trata de los años de expansión del balompié en nuestro país. Una época en la que los clubes de las islas Británicas, donde se originó el deporte rey, todavía tenían una ventaja significativa respecto al resto del mundo.
Los elegidos para disputar esta competición excepcional fueron el Motherwell, que aquel año había quedado subcampeón en la liga escocesa, y el Swansea galés, que había sido 12º en la antigua Segunda División inglesa. El formato de la cita fue especial. Primero, los dos equipos británicos se enfrentaron entre sí en el Santiago Bernabéu por el derecho de medirse al Real Madrid en la final.
En aquella semifinal británica los escoceses se impusieron a los galeses por 4-3. Según recogen los medios de la época, el rey Alfonso XIII, quien donó el trofeo que se disputó en aquella competición, calificó aquel encuentro como "una exhibición brillante de fútbol científico".
La final de Copa entre el Motherwell y el Real Madrid
En la final esperaba el Real Madrid. Aunque se trataba de un Madrid especial, pues para la ocasión fue reforzado por jugadores de otros equipos. Por ejemplo, en la portería contó con Jesús Bernáldez, apodado Manos Duras, y quien en realidad era el portero del Betis. El Motherwell se impuso por 3-1 en un partido que no tuvo mucha historia, pues los británicos se mostraron muy superiores.
La revista ilustrada Gran Vida, una de las primeras publicaciones especializadas en deportes en nuestro país, resumió así la superioridad de los escoceses tanto sobre el Real Madrid como sobre el Swansea. "El Swansea, en efecto, desmerece bastante del MotherweII, y su táctica kick and rush no es la más recomendable de imitar y menos en España, donde ya se usa y se abusa de la misma. El MotherweII, por el contrario, es el extremo opuesto; o sea el team enamorado del pase preciso (cióse passing methodical game), por el que sacrifica a menudo la rapidez", escribió el cronista en el número 287 de la publicación.
Respecto al partido contra los madridistas, la crónica del periódico El Liberal del 18 de mayo de 1927 recogió: "Un encuentro sin relieve por la superioridad manifiesta de los ingleses (sic), que sin esforzarse demasiado lograron un magnífico triunfo que les da la posesión definitiva del trofeo objeto de este torneo". Respecto al desarrollo del encuentro, el cronista especifica: "Marcaron dos goals en la primera parte, y otro a los pocos momentos de iniciarse la continuación. El de los españoles se debió más bien a una condescendencia del gran optimista Mr. Prince Cox, que nuevamente demostró su gran clase". Se refiere al colegiado del encuentro, ya que el tanto de los madridistas se produjo en realidad en propia puerta.
Después de jugar en Madrid, tanto Swansea como Motherwell se desplazaron a Barcelona para disputar otros partidos de exhibición dentro de lo que, en realidad, fue una mini gira española. Sin embargo, aquellos encuentros no fueron galardonados con un trofeo donado por el rey, por lo que no cuentan con el miticismo de su visita al Bernabéu.