Las casualidades que se alinearon para que un niño de un pueblo extremeño de 10.000 habitantes jugase once temporadas en la Real Sociedad: "Fue ciencia ficción"
Óscar De Paula repasa en Relevo su carrera deportiva marcada por su pasó por Donostia y Ponferrada, dos equipos que se verán mañana las caras en El Tolarín.
Óscar De Paula (Durango, 1975) echa la vista atrás en el tiempo y siente "un regusto amargo" cuando habla de su carrera deportiva. Logró cumplir el sueño de jugar en la élite. No solo eso. Estuvo once temporadas consecutivas defendiendo la zamarra blanquiazul, donde llegó a jugar casi 300 partidos y a marcar 60 goles, pero, casi siempre, con esa vitola de ser un revulsivo, no un titular indiscutible. Cree, en este sentido, que hubiera llegado "más lejos" de haber tomado "otras decisiones".
Una lesión de tobillo le apartó del Atlético de Madrid. "Había un precontrato firmado para salir tras la primera temporada en la Real", reconoce el exfutbolista, deseoso de recibir una llamada para sentarse de nuevo en un banquillo. Pero ahí no acabaron sus males, ya que una operación de urgencia por una obstrucción en el riñón le dejó sin jugar un Europeo que terminó ganando España. Él, eso sí, se siente ganador de aquella medalla. Abandonó la Real Sociedad en la temporada 05/06 y al año siguiente, el conjunto blanquiazul bajó a Segunda. "Con el paso del tiempo y conforme tú vas madurando, te das cuenta de que las personas que venían no eran las adecuadas", analiza.
¿Qué es de tu vida?
Ahora mismo estoy esperando a que me llegue algo de fútbol. Soy entrenador y director deportivo. Y después de estar en varias facetas, la última siendo gerente en una gerencia municipal de deportes, he decidido apostar o dedicarme a lo que me apasiona, que es liderar equipos humanos desde el banquillo desde el verde que es lo que siempre me ha llenado y lo que me apasiona. Quiero tirar por ahí y estoy esperando a que me llegue alguna propuesta que me seduzca para valorarla, pero de momento sigo la espera. Hasta hace poco trabajaba por y para el deporte de mi pueblo. Eran muchas facetas las que cubría, pero no es lo mío y quiero dedicarme a entrenar y a aportar mi experiencia y mi formación, lo que yo he podido hacer, para ayudar al resto de los jugadores a que mejoren y evolucionen. Es un poco el sentimiento romántico que tengo dentro de mí.
Experiencia te sobra...
Sí. Ya lo he hecho en varias ocasiones. Empezamos en la Federación Extremeña de Fútbol con las selecciones Sub-12 y Sub-16. Hemos ayudado a despegar a bastantes talentos para la élite. Uno tiene la sensación de haber hecho buenas cosas, de haber entrenado a buenos grupos, pero creo que me falta ese sitio donde adquiera la continuidad que tuve de jugador.
¿Dónde te ves?
Hay una niña de siete años que estamos criando y eso te ata mucho porque no puedes tampoco ir al extranjero. No me gusta irme al extranjero o muy lejos de casa. Pero si mañana me llaman de San Sebastián, Ponferrada, Cádiz o los sitios donde he estado, hablaría con mi mujer y no sé, en función de lo que propusiera, creo que sería una buena propuesta. Dentro de la península, incluso Portugal lo incluyo, porque es un sitio que me atrae muchísimo para trabajar, estaría abierto a cualquier opción que pudiera surgir, siempre y cuando cuadren los astros y podamos cuadrarlos.
Este domingo hay un Ponferradina-Real Sociedad. ¿Qué significa para De Paula?
Me enteré por tu llamada. Estaba pendiente del sorteo, pero me escribiste y me lo dijiste. Fue un shock porque son dos clubes muy importantes. Arranqué en el Badajoz y mi rampa de despegue hacia Primera fue la Real Sociedad, donde estuve once años temporadas. Es uno de los clubes de mi vida. Y el otro es el sitio donde más feliz he sido jugando al fútbol, que es la Ponferradina. Entonces se van a enfrentar dos de mis ex equipos a los cuales amo. Si puedo, allí estaré.
Echamos la vista atrás en el tiempo, a su paso por la Real Sociedad. 11 temporadas. No cualquiera está tanto tiempo en un equipo así...
Se dice pronto, pero uno mira para atrás y tiene la sensación de no haber perdido el tiempo, de haber aprovechado cada minuto, cada segundo y de haberte acabado de formar allí. Llegué muy inmaduro, muy joven y todos pasamos un proceso de maduración, de introspección, donde tú vas creciendo y hay un momento que empiezas a filosofar un poco, quién soy, de dónde vengo, qué hago aquí, qué es de mi vida y bueno, empiezas a buscarte a ti mismo y la Real me ayudó a ese salto para encontrarme.
La Real pagó 50 millones de las antiguas pesetas por un desconocido...
Sí, sí. Fue en el verano del 95. Yo hice 20 años el 31 de mayo de aquel año. Hubo varios interesados en mi contratación y la Real fue la primera que se decidió. Decidimos firmar y lo recuerdo como un sueño que se acercaba. Mi sueño siempre fue jugar al fútbol en el élite y llegar a Primera División y saliendo de un pueblo como Olivenza, de 10.000 habitantes, y donde antiguamente no había los campos que hay ahora, no había los jugadores que hay ahora, ni los formadores que hay ahora, que saliera yo de ese contexto parece un poco ciencia ficción pero se alinearon todos los astros para que surgiera la oportunidad. Yo supe aprovecharla. Debuté con 17 años en Segunda, llamé un poco la atención y con 20 llegué a la Real. Fue un sueño hecho realidad.
"Mi sueño siempre fue llegar a Primera División y saliendo de un pueblo como Olivenza, de 10.000 habitantes, donde antiguamente no había los campos ni los formadores que hay ahora, que saliera yo de ese contexto parece un poco ciencia ficción"
¿Te sorprendió que la Real te llamara?
No. Mira estaban el Athletic, el Betis, el Zaragoza, el Valladolid y la Real Sociedad. Recuerdo leer cosas en los periódicos, llamadas que hubo y por aquel entonces había bastante interés, pero la Real fue la que primero se decidió. Fíjate cómo es la vida. Al Badajoz, que estaba en Segunda, vino José Luis Aguirre, central que había estado en la Real. Y él es se el que se entera que nací en el País Vasco, en Durango. Esto es la leche, ¿no? Se alinearon todas las situaciones para que se diera... Me convertí en una apuesta de la Real porque Joseba Etxeberria se había ido al Athletic, que había pagado su cláusula y se fue. Apostaron por mí, un chico desconocido que había despuntado en Segunda muy joven, pero bueno también le echaron valor para pagar la cláusula, no muy cara , aunque 300 mil euros de la época o 50 millones de pesetas de la época era dinero, pero creo que fue una operación que le salió bastante rentable.
60 goles como blanquiazul...
Y sobre todo con la sensación de que cada gol o pocos goles no cayeron en saco roto. Esos goles que siempre valen cosas. Y ese es un valor añadido que yo como jugador he tenido, pero no en la Real, siempre. Ya en el Badajoz, en las categorías inferiores, tuve el don del gol y siempre goles que servían para cosas.
Tengo el recuerdo de que Óscar de Paula no era titular indiscutible en la Real. ¿Cómo se lleva esa vitola de jugador revulsivo?
Llegué con Salve Iriarte y las primeras veces yo no iba convocado, pero yo seguía picando piedra. Debuté un 10 de septiembre. Destituyeron a Salva Iriarte y llegó Jabo Irureta: 'Al único que no conozco es al tal Óscar de Paula este, que viene de Badajoz y no lo conozco'. Con él empiezo a ser titular asiduamente. Pero hay un antes y un después en la fractura de tobillo que sufro, porque hubo un precontrato firmado con Atlético de Madrid, donde la Real me vendía para salir al Atlético de Madrid. Después de ese primer año yo iba, pero me rompí el tobillo derecho. Y se cortaron todas las negociaciones. Entonces, bueno, la vida quiso que siguiera allí. El segundo año no fue fácil. Para todo jugador que llega a la élite, una vez que llegas estás con la euforia de la llegada, pero el mantenerse quizás sea lo más complicado. No es fácil llegar, pero mantenerte es realmente costoso.
Pasaron los años y llegó Javier Clemente. Yo andaba con un problema de pubis y me utilizaba como revulsivo en segundas partes cuando los partidos se habían puesto feos. También recuerdo una frase grabada a fuego: 'Si Óscar se me cansa, ¿a quién sacó en la segunda parte?' Son frases que te van calando. Lo que yo hacía era trabajar y disfrutar de mi pasión, que era jugar al fútbol, pero sí que me cuelgan ese cartel de revulsivo. Como a mí me apasiona jugar al fútbol, me apasiona el fútbol, pues lo que hago es intentar aprovechar cada minuto que me dan. Y bueno, ese rol de salir en segundas partes... Siempre salía, pero conforme fue pasando el tiempo, sí que me usaban para apagar fuegos y eso me generó una serie de situaciones emocionales que todo deportista de élite hemos pasado. Y al final eso te marca.
En aquella época, además, era un tema tabú hablar de eso, ¿no?, de la salud mental...
Ponte en mi lugar. Un chico que llega de Badajoz, que se gana la titularidad con Jabo, que con Bernd Krauss sigue siendo titular, que cuando se va Kovacevic, él dice que me quiere a mí. Luego, en tu segundo año, no estás bien, después de la lesión de tobillo no encuentras tu mejor nivel, tampoco era lo suficiente maduro ... Pero bueno, seguí siendo fiel a sí mismo, apasionado por el fútbol y conseguí, de alguna manera, ser importante. Ten en cuenta que por aquellas épocas, si te acuerdas, siempre traían dos o tres extranjeros por delante de ti. Tú eras producto nacional, de casa, pero de fuera, pero al final siempre traían extranjeros que estaban por delante de ti. Purk, Craioveanu, Nihat, Cvitanovic… Te doy nombres porque fueron muchos los que fueron pasando, pero, al final, siempre acababas jugando tú, resolviendo tú. Siempre eras importante pero como en un segundo plano a partir de Clemente, ¿vale? Entonces bueno, lo asumí así. Tuve oportunidad de salir varias veces de la Real, no me dejaron y, a partir de ahí pues, estuve lo mejor que pude en las 11 temporadas allí.
"Fueron muchos los delanteros que fueron pasando, pero siempre acababa jugando y resolviendo. Era importante pero como en un segundo plano. Tuve oportunidad de salir varias veces, no me dejaron y, a partir de ahí, estuve lo mejor que pude"
¿Se fue injusto con Óscar de Paula?
No lo sé. Yo creo que, y te hablo desde la la experiencia y mirando para atrás, en cualquier otro sitio si yo hubiera hecho lo que hice en la Real, yo creo que se hubiera valorado de otra manera, hacia mejor. Sé que el poso que ha quedado es bueno, que la gente cuando voy me demuestra su cariño y que me quieren, pero siempre estaba en un segundo plano. Si hubiera hecho eso en otro equipo. yo creo que hubiera sido mucho más valorado. Pero repito, yo siento el cariño de la gente. De hecho, amigos que van hacia San Sebastián, cuando dicen que son de Badajoz, sale mi nombre. 'Cómo te quieren', me dicen y a mí eso me llena de orgullo. Para mí es un orgullo que la gente siga acordándose de lo que hice. Once temporadas, 300 partidos, 60 goles, jugando todas las competiciones, luchando por ganar LaLiga, jugando por no descender, casi que era más complicado jugar por no descender que por ganar la Liga, jugando Champions, UEFA... Han sido tantas vivencias y tantos compañeros que uno mira para atrás y yo me siento afortunado de ser un poquito de cada cacho que he ido cogiendo, de cada trozo que he ido cogiendo, de entrenadores, de compañeros, de amigos que vas conociendo por San Sebastián, periodistas... Al final eres un compendio de tu esencia pero también de la gente con la que te vas encontrando.
¿Eres capaz de quedarte con un momento?
No, uno solo imposible. Son once temporadas, es imposible. Hay un momento muy bonito que es cuando nos clasificamos para octavos de Champions, donde yo tengo la suerte de jugar de inicio porque Darko estaba sancionado, me parece, o lesionado. Y conseguí yo el gol del empate y nos dio el pase contra Galatasaray. Yo que sé, eso es un momento muy especial. Pero también tengo momentos de estar luchando por no bajar y ser importante, de debutar con la selección española sub-21, perteneciendo a la Real Sociedad. Clemente fue el que me llamó con Iñaki Saez. Son momentos muy... El debut, el 10 de septiembre, mi primer gol en primera en Zaragoza. Quizás son flashes de los primeros momentos donde más grabado a fuego se te queda.
Y el peor momento, ¿la factura de tobillo? ¿el problema de riñón?
Mira, me rompí el tobillo y tuve un problema de una obstrucción en el uréter, en el riñón, y me tuvieron que operar de urgencia. Empecé con fiebre en el último partido de Liga en Mallorca, me operaron de urgencia. De hecho, jugué toda la fase de clasificación para el Europeo Sub-21, que me lo perdí y se proclamaron campeones de Europa. Me dieron la medalla también, pero no lo pude disfrutar todo lo que había sembrado en la fase clasificatoria. Pero bueno, me considero campeón de Europa Sub-21 con aquella selección. De hecho, tengo muchos compañeros amigos que con los cuales estoy en contacto.
Te fuiste de la Real Sociedad y bajó...
Nos fuimos varios. Recuerdo que salió Alberto... Salimos unos cuantos y parece que se echaron en falta los goles de Óscar. Ya te lo he dicho antes, eran goles que significaban cosas y quizá, a lo mejor, con aquellos 8-9 golpes, pues no se hubiera descendido, pero no tenemos una bolita de cristal y no podemos ir hacia el pasado para saberlo, pero si hemos hablado y pensado mucho de en cuanto a esto. No me fui yo solo, nos fuimos varios y entiendo que se debilitaría un poco la estructura de la plantilla.
Desde fuera, ¿cómo viviste ese hecho de que la Real bajara a Segunda División?
Después de la Real fui a Cádiz una temporada en Segunda yo no me encontraba del todo bien a nivel anímico y psicológico y tuve que elegir un destino y fui a Cádiz por cercanía con la familia de Badajoz. Fue el sitio que elegí para ir. Tuve otras opciones y fui a Cadíz. ¿Cómo viví lo de la Real? Me pilló en un momento tan bajo que si te soy sincero … Fue algo que nunca lo esperábamos que hubiera sucedido eso, pero mira por suerte luego se hicieron bien las cosas y volvió a ascender.
¿Fue complicado asimilar o asumir que la Real igual había cogido un camino erróneo?
Pues hombre, en aquellos momentos no te das cuenta. Pero con el paso del tiempo y conforme tú vas madurando, creciendo, formándote y luego siendo director deportivo y entrenador, te das cuenta de que las personas que venían no eran las adecuadas o la gente que tomaba las decisiones en cuanto a quién tenía que venir como entrenador o ciertos fichajes y demás o se tomaban decisiones demasiado aceleradas donde quizás no estaban dando con la tecla. Pero créeme que yo ahora he estado en la posición de dirección deportiva y de entrenador y no es fácil. Hay que entender también esa posición, que no es fácil y hay urgencias cuando los resultados no llegan, cuando las cosas no salen. Pero una cosa que ha sido, yo creo que clave para el resurgir de la Real, es elegir cómo quieren ganar, perder o empatar. Porque aquí todos los equipos pierden, empatan o ganan. Ninguno gana eternamente y a nadie nos gusta perder, pero sí que la Real ha elegido un camino y eso le ha dado frutos para desarrollo formativo en base, darle continuidad a los chicos hacia la élite, confiar en ellos y tienen un modelo de juego muy claro, adaptándose siempre al contexto que les toca. Lo tienen muy claro en el modelo y yo creo que eso es un acierto para que la Real, hoy en día con nueve canteranos esté compitiendo a cualquier equipo le puede competir. Eso es lo que yo veo desde fuera porque no estoy dentro. Me encantaría estar dentro. De hecho, alguna vez he escrito a Roberto Olabe, pero no me ha dado ni bola...
Igual ahora es el momento...
Bueno, pero entra su mano derecha, al cual no tengo el placer de conocer. Desde fuera sí que se ve que la Real es un club... Tengo un sobrino, Asier, que estuvo desde cadete en la Real. Cuando en juvenil de último año consigue quedarse en el División de Honor, tuvo un bajón y se quiso venir para Badajoz.
¿Te quedas con un gol de los 60?
Me quedo con el primero que metí en Zaragoza. Cada vez que lo revivo y lo vivo, se me ponen los pelos de punta. Es un centro de Karpin desde la derecha, en una falta lateral. Belsué me estaba agarrando de la camiseta, hice una volea y fue el 1-2. Fue un gol muy especial. Primer gol en Primera que sirve para ganar, así que imagínate. Y luego el que te he nombrado, el primero de Champions, fue algo donde tú no lo buscas, pero estás ahí. Creo que es importante saber aprovechar los momentos y las oportunidades que la vida te ofrece.
Y volviste a reencontrarte, o disfrutar del fútbol, en Ponferrada...
Pasé un año en Cádiz. Había firmado dos años, pero fue un año donde también el Cádiz no acierta con los entrenadores que trae, entrenadores muy, por decirlo de manera suave, defensivo. El Cádiz había bajado de Primera y era uno de los gallos de Segunda y yo creo que el Cádiz, en aquellos momentos, tenía que haber elegido una apuesta ganadora, donde hiciera un fútbol atractivo, de ataque, sometiendo al contrario metiendo al equipo contrario en su área. Yo lo entiendo así, pero se equivocaron porque trajeron todo lo contrario. Oli no era así, pero luego trajeron a José González, entiendo que es más defensivo, puerta a cero, el delantero no rascaba una porque no tenías ocasiones porque estaba todo el día corriendo para defender y entonces era muy complicado. Así las cosas, hablamos y llegamos a un acuerdo para no seguir. Me quedo sin equipo y no me llamaba nadie. Hay una llamada del presidente de la Ponferradina, de José Silvano. Él estuvo un mes detrás de mí, pero le dije que estaba esperando cosas de Segunda o de Primera. Quería esperar. Le dije: 'Voy a ir a ver las instalaciones, si me convencen, hablamos'. Fui, vi las instalaciones y me quedé porque me gustó lo que vi y fue todo lo contrario que en Cádiz. Vino Amaral con una plantilla para Segunda B majísima. El primer año fue espectacular, el segundo, igual, el tercero espectacular y el cuarto igual. Subimos a Segunda. Fue otra parte del fútbol que me permitió conocer que hay jugadores de Tercera, de Segunda B y de Segunda que pueden jugar en Primera perfectamente. Lo que pasa es que a veces no se dan las circunstancias para que hayan tenido la oportunidad de ir hacia arriba. Pero hay jugadores muy buenos en esas categorías. De hecho, en diciembre, en mi primer año en Ponferrada me quiso fichar el Depor en Primera, pero me quedé en Ponferrada.
¿Qué te dio la Ponferradina para volver a disfrutar del fútbol?
Pues, básicamente, la continuidad de ser titular todos los domingos. No tenías dudas de que ibas a jugar, incluso estando lesionado, estando mal, te pedían que hicieras un esfuerzo. Me sentí importante al final. Una cosa es picar piedra y ganártelo y que no te lo concedan y otra es que piques piedra y que te lo den y te lo ganen. Ahí me lo dieron y me lo gané. En Cádiz, también. Lo jugué todo, pero el estilo de fútbol no era agradable y en Ponferrada fue todo lo contrario, un fútbol atractivo, de ataque, por banda, centros, juego combinativo. Me hinché. Tú sabes que yo además de cada dos, meto una. Llegué a diciembre con 17, 18 goles. Fui feliz porque me sentía importante, se me reconoció mi trabajo y todo eso, cobrando poco.
"Yo nací con gol y he vivido toda mi vida metiendo goles. Creo que si me pusiera a jugar ahora, aunque cojo, si tengo dos, meto una. Lo tengo clarísimo"
Es un tema muy manido en Donostia, el del delantero, que parece que la Real, de un tiempo a esta parte, no acierta. Eso del gol, ¿se trabaja? ¿se tiene o no?
Yo nací con gol y he vivido toda mi vida metiendo goles. Creo que si me pusiera a jugar ahora, aunque cojo, si tengo dos, meto una. Lo tengo clarísimo. Entiendo que en la élite hay que saber gestionar muy bien esa presión del gol y también el modelo de juego te tiene que ofrecer oportunidades. Las veces que más frustrado me he sentido jugando ha sido cuando mi equipo no ha generado ocasión porque yo no puedo hacer nada. Sin embargo que un equipo te genera ocasiones, tú como delantero dices: 'hostia, esto es mío, esto ya me toca a mí' Y tú, si de cada dos metes una, tus números van a ser buenos, pero si tu equipo no genera ocasiones, por mucho que tú quieras, es que es muy difícil que consiga gol. Yo he vivido de todo. En el Badajoz Sub- 19 éramos un equipo muy aguerrido defensivo y tal, pero siempre metí goles con el Badajoz, con la Real, con 20 golesen el badajoz en la real. Con el Cádiz hice 24 en una temporada pero fue una temporada que no tuvo ocasiones y en Ponferrada, donde pude tener ocasiones, volvió a fluir la cuestión. A mí mí Oskarsson me gusta, me gusta cómo se mueve, los desmarques, la calidad técnica, me gusta, no sé por qué pero me transmite buenas cosas. Joder, a lo mejor hay que tener un poquito de paciencia y que se encuentre él, o que se le dé ese sitio de importancia para que por todo lo que lo han fichado, lo muestre ahí, porque no creo que una dirección deportiva apueste por un delantero que no venga de meter goles de donde venga, y uno mete goles en segunda en segunda vez en primera en tercera en todos los sitios si tienes. Eso no se olvida y o se tiene o no se tiene.
¿Cómo es Óscar de Paula como entrenador?
Es muy parecido al jugador que fui. Al hacerme entrenador me he dado cuenta de que jugaba como me gusta que mis equipos se muestren ahora. Me gusta que mis equipos lleven la iniciativa, tengan la pelota, sometan al rival, jueguen en campo contrario siempre y cuando tenga las herramientas para ello, los jugadores para ello. La adaptabilidad de entrenador es muy importante a lo que tienes y al campo también. Yo he entrenado al Palencia en Segunda B y aquí en el Badajoz y nunca he tenido una alfombra para poder desarrollar ese futbol que a mi me gusta, pero me he adaptado. Pero mis equipos suelen ser muy dominadores, llevando la iniciativa, teniendo la pelota y mandando en los partidos.
"Me quedo con la sensación de haber cumplido un sueño, que era ser jugador de fútbol profesional. Pero a la vez con que podía haber llegado mucho más lejos, pero las circunstancias no me lo permitieron"
Echas la vista atrás y, ¿qué sensación tienes?
Me quedo con la sensación de haber cumplido un sueño, que era ser jugador de fútbol profesional. Pero a la vez con que podía haber llegado mucho más lejos, pero las circunstancias no me lo permitieron. Es mi sensación. Si me pones a mí de jugador en la época actual, con el gol que yo tenía, las decisiones que hubiera tomado no hubieran sido las mismas. Lo hablo desde la experiencia de los 49 años que tengo. Las decisiones de hacer ciertas cosas que hice, que no tiene que salir ahora, la toma de decisiones, posiblemente hubiera llegado más lejos... o no. He sido feliz allí donde he estado y con lo que he hecho no sin quitar las situaciones complicadas que me han tocado vivir como a toda aquella persona que va madurando en su crecimiento.
¿Fue demasiado tiempo en al Real?
Creo que no. Fue el tiempo justo y necesario. Tuvo que ser así. La vida de cada uno se va a escribiendo al caminar. No me arrepiento para nada. Estuve once temporadas y doy gracias a Dios de haber estado esas once temporadas y me siento superafortunado y orgulloso de haber conocido a tantos y tantos compañeros. Echo la vista atrás y me siento afortunado de haber vivido aquella experiencia y de haberlo hecho como lo hice.