Isaac Romero, héroe del Sevilla tras no cuajar en su cantera y despuntar en el equipo de su pueblo
No tuvo suerte en su primer paso por las categorías inferiores de Nervión. "Al final esto es un sueño de un niño desde chiquitito".
Isaac Romero sólo ha tardado 2 partidos en hacer lo que lleva haciendo en la cantera del Sevilla mucho tiempo: hacer goles. Ante el Getafe, el lebrijano tuvo su segunda titularidad consecutiva y con sus dos tantos metió a su equipo en los cuartos de final de la Copa del Rey y lo más importante, le permite respirar tras las últimas derrotas. Tardó el club sevillano en tomar la decisión de inscribirlo utilizando la ficha libre que dejaba Fernando Reges pero al final, parece que empieza a argumentar esa impaciencia que tenían algunos sevillistas.
Su historia no es la habitual de la mayoría de los canteranos. Llegó a la de Nervión muy jóven y tuvo que salir. Tras su paso por el Cádiz, volvió a su pueblo para jugar en el Antoniano. Allí debutó en el primer equipo de su pueblo siendo juvenil, la insistencia de su entonces técnico Rubio, como conocen a Francisco José, lo llevó de nuevo a Sevilla. "Tiene mucho mérito. Ha tenido que sortear muchos obstáculos. Muchos chavales no saben gestionar esa frustración y tiran la toalla. Cuando un jugador pasa por alguna cantera de algún club importante y tienen que regresar a su pueblo, vienen muy tocados y les cuesta engancharse otra vez al fútbol", cuenta Francisco José Cordero, coordinador de las categorías inferiores del Antoniano, que hizo debutar a Isaac en el primer equipo cuando era juvenil.
"Su último fichaje por el Sevilla fue curioso. Cuando yo cojo el primer equipo había una gran camada en Lebrija en el equipo juvenil. Decidí subir a cinco de ellos. Lo hice porque estaba convencido de que tenían condiciones para estar con nosotros y así lo demostraron. Con ellos logramos subir a Tercera División haciendo una temporada espectacular. A mitad de campaña le digo a la gente del Sevilla, y sobre todo a Carlos Marchena, que tengo un futbolista que tiene cosas diferentes. Le insisto constantemente en ello. Carlos ve que insisto tanto que viene un día a entrenar con nosotros. Cuando lo ve me dice que cómo no le he llamado antes. Fue Marchena el que posteriormente insistió mucho para que acabara volviendo a Nervión", relata.
Cuentan de Isaac que es un tipo tranquilo al que le encanta pasar su tiempo libre con su familia y sus amigos del pueblo. "Sólo lo he visto nervioso el pasado verano. Viendo que las puertas del primer equipo no se abrían, llegó una oferta del Albacete que le permitía jugar en Segunda División. El hecho de que el Sevilla no lo dejara le afectó, pero pronto empezó a trabajar y a marcar como había hecho siempre", nos dicen desde su entorno.
El infortunio de las lesiones le obligó a pasar por el quirófano para solucionar sus problemas en el hombro, una etapa en la que estuvo prácticamente un año y medio sin jugar con asiduidad. Rubi se muestra feliz por lo que está consiguiendo: "Muy contento por todo lo que le está pasando. Algún mensaje le he enviado a él y a su padre dándoles la enhorabuena cuando me enteré que le hacían ficha del primer equipo. Hay mucho trabajo detrás de todo esto y llevaba mucho tiempo intentando que llegara este momento. Las lesiones que ha tenido estos años atrás ha retrasado el instante de debutar con el primer equipo. Muchos creíamos que podía ocurrir antes".
"Yo creo que tenemos que ser pacientes. debe tener una adaptación a la categoría. Condiciones tiene. Tiene unas cualidades importantes para hacer goles y para ir a los espacios. El Sevilla ahora mismo no es un equipo dominador y eso le puede venir bien para sus condiciones", explicaba Francisco José en el programa El Pelotazo, además de describir las cualidades del chaval: " Es un jugador camaleónico pero sobre todo destaco eso, que va muy bien a los espacios. No rehuye el choque y se asocia bastante bien. Tiene una gran potencia en el remate, con ambas piernas y va bien de cabeza". De momento Isaac ha empezado con buen pie. Ya está en su Sevilla y ahora dependerá de su rendimiento. El pase a cuartos tiene sabor a cantera.