Una botella de champán saca a la luz el señorío de Ronaldo con el Zaragoza 20 años después: "No teníamos ni sidra"
El club maño, que ganó la final de Copa al Real Madrid en 2004, no tenía para celebrar. El delantero les regaló las botellas.
La Copa del Rey es, sin duda, la competición más democrática del fútbol español. Más ahora con el cambio de formato, pero siempre ha sido campo para que los clubes más modestos pudieran dar la machada y, por qué no, ganar un título. También es espacio para que esos equipos de nivel intermedio, incapaces de aguantar el ritmo de los grandes en Liga, encuentren un espacio donde disfrutar y pelear por sus sueños. Eso ocurrió en la temporada 2003-04 con el Real Zaragoza, que fue capaz de tumbar en la final en Montjuic a un gigante como el Real Madrid. Ronaldo, Raúl, Zidane y compañía sucumbieron ante la ilusión de su rival. Ahora en Segunda y en horas bajas, los maños no olvidan aquellos tiempos en los que fueron grandes. Y sus protagonistas, el gran gesto de Ronaldo Nazario con botellas de champán de por medio.
José María Movilla, el mítico centrocampista, fue el encargado de sacar las bolas en el sorteo de este jueves en el Salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Saúl Ramos, presentador del evento, se encargó de recordarle aquel título logrado y, entonces, el exfutbolista decidió sacar a la luz un detalle hasta ahora desconocido y que engrandece los valores que siempre acompañan a esta competición.
Quién sabe si por superstición, porque no esperaban ganar o por un simple descuido, aquel día el Real Zaragoza no tenía con qué celebrar. Sí, como lo oyen, no había nada preparado en el vestuario en caso de que fueran capaces de levantar el trofeo que tanto anhelaban. ¿Y qué hacemos ahora? Para aquel entonces, no eran frecuentes los palcos VIP ni tampoco existía Glovo para enviarles al estadio catalán un buen catering y botellas para descorchar.
¡Buenos días, zaragocistas! 😀
— Real Zaragoza (@RealZaragoza) March 17, 2018
Tal día como hoy en 2004 ganamos nuestra sexta #CopaDelRey 🏆 pic.twitter.com/9N1W5slCCO
El Real Madrid no escatima en esta clase de detalles y, por supuesto, estaba de lo más preparado por si le correspondía sumar un nuevo título de Copa del Rey a sus vitrinas. Así pues, en su vestuario aguardaban botellas de champán que descorchar, embadurnar a los compañeros y beber como si el mañana no existiese. Botellas que tocaba volver a guardar en cajas y que esperasen hasta la próxima ocasión.
Es aquí donde entró el señorío de una de las mayores estrellas de la época, Ronaldo Nazario. El brasileño descubrió que su adversario no tenía con qué celebrar el éxito que acababa de lograr y decidió entrar a sus taquillas y regalarles lo que el Madrid había preparado. En un momento de desolación, sin victoria, ni nada que celebrar, el '9' decidió levantar la cabeza y contribuir en la medida en la que pudiese a que el rival fuese, si cabe, un poco más feliz.
Tal día como hoy... el Real Zaragoza conquistó su sexta Copa del Rey ante el Real Madrid en el Lluís Companys. Galletti marcó el gol de la victoria en la prórroga.
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⚽️ Real Madrid 2-3 Real Zaragoza
📆 17-3-2004
🏆 Final Copa del Rey pic.twitter.com/CYisBvUkjK
"No teníamos ni sidra El Gaitero, nos dio el champán que tenía preparado para su vestuario. Fue único", revela ahora Movilla en el sorteo en sede federativa. "Fue ante un gran rival como el Real Madrid, un equipazo. Ronaldo, Raúl, Zidane...", continúa. Él fue el encargado de dar la asistencia a Galletti, aunque las cámaras todavía recuerdan con frecuencia al anotador del tanto y no a aquel que se lo regaló. "Siempre se lo digo, menos mal que no me atreví a tirar", bromea en el año en el que se cumplen 20 de aquella gran hazaña.
Fue un gesto que, en definitiva, engrandece el fútbol y todos los valores que transmite un trofeo centenario que ilusiona por igual a gigantes y modestos. En esta nueva edición, desde Regional hasta Primera, todos sueñan con levantar una Copa del Rey que no dejará indiferente a nadie. Aquel día, perdió el Real Madrid, ganó el Real Zaragoza y también venció en cierta medida el fútbol. Porque nada más caer, Ronaldo Nazario apretó los dientes y regaló a su rival la mayor representación de un triunfo.