COPA DEL REY

La Copa mola, pero no mucho: una ronda sin casi sorpresas para replantearse el formato

Solo el Tenerife consiguió clasificarse contra un equipo de superior categoría. El baremo de modestos, similar al del formato anterior.

El Castellón lamenta una ocasión fallada ante Osasuna./EFE
El Castellón lamenta una ocasión fallada ante Osasuna. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

A falta de lo que suceda en el aplazado Unionistas-Villarreal, la ronda de dieciseisavos de final de la Copa del Rey deja tan solo una sorpresa, la victoria del Tenerife sobre la Unión Deportiva Las Palmas. El torneo del KO cambió el formato con el fin de dar más oportunidades a los modestos, pero incluso hay menos que llegan a esta ronda que cuando se jugaba a doble partido. Tras este fenómeno, conviene reflexionar y preguntarse qué es lo que ha llevado al torneo de la emoción a ser dominado por los grandes con tal rotundidad.

Antes de nada, cabe aclarar que la emoción es mucho mayor ahora y que varios equipos de élite han sufrido hasta el último segundo para asegurar la clasificación para los octavos. A estos dieciseisavos llegaron tan solo seis equipos del fútbol no profesional: cuatro de Primera Federación (Málaga, Castellón, Lugo y Unionistas) y dos de Segunda Federación (Barbastro y Arandina). Es decir, exactamente los mismos que llegaban cuando el torneo se jugaba a ida y vuelta y los equipos de Primera no entraban hasta la que ahora es la tercera ronda.

Más emoción, sí, pero resultados similares. La principal solución que a cualquiera le puede rondar por la mente es convertir el sorteo condicionado de pequeños contra grandes en un sorteo puro en el que todos puedan enfrentarse entre sí, sin restricción alguna. Sucede así, por ejemplo, en la FA Cup, donde este domingo se ha jugado un Arsenal-Liverpool, mientras equipos de inferior categoría se veían las caras en enfrentamiento directo.

Esta posibilidad reabre también otra pregunta: ¿le interesa más a los modestos avanzar eliminatorias o poder recibir en su campo a Real Madrid o Barcelona con lo que eso significa en ilusión e ingresos? Respuestas habrá para todos los gustos, aunque conviene no quedarse tan solo en eso. ¿Por qué en 16 eliminatorias ha ganado el equipo de superior categoría? ¿Es solo superioridad o hay matices de la organización que condicionan?

El fin de semana y la Supercopa

La planificación de la ronda copera en fin de semana es un dardo envenenado para los modestos. Pueden acoger en sus campos a más aficionados, pero también se enfrentan a una situación adversa sobre el terreno de juego. Los equipos de Primera División no volverán a disputar un partido oficial (a excepción de los de la Supercopa) hasta el próximo fin de semana. Esta circunstancia lleva a los entrenadores a alinear a muchos titulares, que gozarán del descanso suficiente.

Podría utilizarse como contraposición el argumento de que los equipos de LaLiga EA Sports vienen de disputar la jornada intersemanal... pero los de Primera Federación también para compensar que este fin de semana no juegan por la Copa del Rey. Cuantos más titulares representen a los grandes, por peso, más difícil es que haya sorpresas.

Para colmo, Getafe o Rayo Vallecano cuentan con una semana de completas vacaciones debido a que su partido se ve aplazado por la disputa de la Supercopa de España. De hecho, no volverán a competir hasta los octavos de final, sin que haya Liga de por medio.

Otro argumento que puede explicar por qué no ha habido sorpresas es que los equipos de Segunda División afrontaron la eliminatoria como primer partido desde las vacaciones de Navidad. Faltos de ritmo. Son jugadores profesionales, sí, aunque los de Primera ya contaban con un duelo de aclimatación a la vuelta.

Milagro tras milagro

Los equipos de Primera y Segunda Federación llegan a la eliminatoria tras ya dar un golpe sobre la mesa, dando la sorpresa. Todos consiguieron dejar fuera de combate a un equipo de superior categoría, un hecho heroico que es muy difícil de repetir. De Segunda División en este caso (Málaga eliminó a Eldense, Castellón a Oviedo, Unionistas a Sporting y Lugo a Mirandés). Pero esta Copa del Rey les obliga a hacerlo continuamente si quieren seguir avanzando.

De hecho, Barbastro y Arandina son los únicos supervivientes desde cuarta categoría, tras eliminar a un Primera Federación primero (Ponferradina y Real Murcia, respectivamente) y un Primera División después (Almería y Cádiz). Llegaron a este sorteo con premio. Irónico o no, según quién lo mire. Tenían que enfrentarse a equipos de la Supercopa de España, como dos de los cuatro de Primera Federación.

Por un lado, el honor de verse las caras con un equipo de élite como Real Madrid o Barcelona en caso de los de Segunda RFEF. Por otro, ser conscientes de que necesitan un milagro de índole mayor para seguir.Esta Copa mola, desde luego. Por algo es su lema, pero también podría molar más. Los grandes son grandes, tienen poderío y lo más natural es que ganan. El formato les hace sufrir más, pero también se lo pone fácil. ¿Las consecuencias? Un sorteo copero con un mínimo de 14 equipos de Primera División y posibilidad de 15, en un total de 16 bolas. Sorteo puro, ¿sí o no?