CONTRACRÓNICA | REAL MADRID 0 - FC BARCELONA 1

Araujo es la peor pesadilla de Vinicius

El defensa Uruguayo, que jugó en lateral diestro, edificó la victoria del Barça en el Santiago Bernabéu.

Araujo y Vinicius en uno de sus múltiples duelos durante el partido./REUTERS
Araujo y Vinicius en uno de sus múltiples duelos durante el partido. REUTERS
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Es una especie de anomalía, un error del sistema. El partido defensivo de Araujo está únicamente a su alcance. Vinicius es un delantero que fue creciendo, pico y pala, a pesar de que no siempre le salía cara. Y ahora, siendo ya un futbolista superlativo, mantiene ese punto de soberbia que tienen los cracks. Ante Araujo, volvió a derrumbarse. Ronald es probablemente el único defensor del mundo capaz de anular a Vini. El Real Madrid, de hecho, terminó con cero tiros a puerta.

El Barça escaló su nivel competitivo durante el Clásico a base de defender su área. Fue un castillo infranqueable para Vini, para un Benzema inconexo y un Fede de alas caídas. La victoria del Barça es un impulso moral. Primero, por venir de caer en Europa. Segundo, por hacerlo en el Bernabéu. Y tercero, por vencer convirtiendo en protagonistas a futbolistas que hace sólo algunas semanas parecían no tener punto de retorno. Un Barça contranatura se lleva el primer round.

ARAUJO

😎 Me reafirmo

Le ha ganado la partida a Vinicius. No sólo la futbolística, también la mental. El brasileño se fue poco a poco del partido. Pulso a pulso, a Vini se le escapaba el duelo contra Ronald. Primero lo intentó por fuera, haciendo borrón y cuenta nueva de lo visto en la Supercopa -duelo que ya ganó el charrúa-, y comenzando otra vez de cero. Al final, el brasileño escapó de Araujo optando por jugar por dentro, lejos de Ronald pero donde es menos sangriento.

Araujo se ha vuelto a meter en la cabeza de Vini. Ha logrado que uno de los dos futbolistas más desequilibrantes del mundo, más autosuficientes, renuncie a encararle. Hubo una jugada paradigmática al fin del primer tiempo. Vini empezó a encararle y terminó jugando atrás. Araujo ya no es Shaquille O'Neal defendiendo la pintura, es el monstruo que se esconde debajo de tu cama y no te deja dormir. No necesitó ni trashtalking.

Mención especial en el duelo, como actores de reparto, para Raphinha, Busquets y Ter Stegen. El brasileño nunca renuncia a ayudar a sus compañeros, Busquets cayó a la derecha para ahuyentar el colmillo de Vini y Ter Stegen estuvo muy atento a los centros forzados que el blanco lanzó con su zurda. Lo de Araujo fue bárbaro. Es la mejor versión de Van Dijk, pero con el añadido de la garra uruguaya. Quizá sea el único defensor del mundo capaz de descifrar a Vinicius.

LAS PRESIONES

🚨 Poco se habla de…

El fútbol es un deporte cada vez más medido. La pizarra pesa sobre el futbolista y a veces termina por apagar la luz al talento. Paradójicamente, el Barça de Busquets, De Jong o Gavi y el Madrid de Kroos y Modric se sintieron más cómodos sin el balón que con éste. El Barça se dedicó a sacar agua del bote y el Madrid no supo como ahogarles.

Decía Klopp que el mejor mediapunta de un equipo es la presión. Y el Barça así lo evidenció. Ante las dificultades de establecerse en campo contrario -la primera posesión pausada fue en el minuto 20-, el Barça optó por la vía de la presión para marcar el gol. Gavi asaltó a un Camavinga raramente mal perfilado. Y el tanto lo gestaron dos jugadores que pocos habrían dicho que generarían un gol en el Bernabéu: Ferran y Kessié.

VALVERDE

😥 ¡Vaya día!

La carta de Valverde como cuarto centrocampista, como extremo, le dio alas al Madrid en múltiples ocasiones. La final de París es el mejor de los ejemplos. Pero Fede, sin espacios, es un halcón enjaulado. Fue uno de los Clásicos con más posesión para el Madrid de los últimos tiempos, el que más desde 2013. Al Barça no le quedó otra que abonarse a la supervivencia. Supo responder a la presión del Madrid del primer tiempo, pero no en el segundo.

Con el Madrid afianzado en campo contrario, Fede es un avión sin pista para despegar. Tras el descanso abandonó la banda, se alejó de las piernas de Balde -que supo responder a su velocidad- e intentó dar dinamismo al juego de un Madrid huérfano de Benzema. No tuvo espacio ni para golpear.

MARCOS ALONSO Y KOUNDE

😬 Me ha hecho cambiar de opinión

Tras sus últimas actuaciones y la baja de Christensen, uno podría haber pensado que Benzema disfrutaría de un escenario idílico. No fue así. Kounde y Marcos Alonso parecieron dos centrales británicos de época, aquella en la que las áreas pequeñas eran castillos de barro. El Madrid llegó, y mucho, al área de Ter Stegen. Pero apenas creó peligro.

Los de Ancelotti se ahogaron en los unos contra uno ante a Araujo, en una banda derecha prácticamente estéril -con poco más que las caídas a esa zona de Modric- y, sobre todo, los centros. Cada balón que visitaba el área blaugrana murió en Koundé y Marcos Alonso.

En un Barça que supo reconocer sus limitaciones y flaquezas con balón, se abrazó a la valentía de sus centrales para tomar el Bernabéu. Kounde, que en Sevilla dejaba esta versión a Diego Carlos, y Marcos Alonso, reconvertido por Xavi, lideraron al Barça en dos roles prácticamente inéditos para ellos. El Madrid no chutó a portería. No pudo.

FERRAN TORRES

📀 Mi 'bonus track'

El partido en ataque del Barça fue de mínimos. Xavi propuso, en forma, el mismo planteamiento a pesar de no contar ni con Lewandowski ni con Dembélé. A los catalanes se les cayeron sus delanteros y, sin Pedri, aprendió a competir sin balón. El Barça se miró al espejo con franqueza.

Ferran Torres, que poco a poco está saliendo del agujero negro que durante tanto tiempo le retuvo, fue extremadamente eficiente. Entregó dos pases de gol. Si bien una mala racha a un delantero siempre le hace brotar inseguridad y ansiedad, Ferran supo domarlas. Seleccionó cuando asistir a Kessié en el primer gol, esperando hasta que el marfileño estuviera al filo del fuera de juego. Y al final, le regaló otro gol a Franck, a pesar de que Ansu lo impidió sin quererlo.

Era un escenario complicadísimo para Ferran, ante dos gigantones como Militao y Rüdiger, jugando de espaldas a decenas de metros de Courtois y con un Raphinha que se exprimió y priorizó la defensa. Ya con Ansu en punta, se deshizo de Camavinga en el único uno contra uno que tuvo en la única que tuvo. Xavi recupera piezas. Y lo hace en los momentos y escenarios más complicados.