REAL MADRID

Por algo Ancelotti pidió un delantero

El Real Madrid no tiró a puerta frente al Barcelona. La versión apática de Benzema desconcierta al club y al entrenador.

Ancelotti, durante el Clásico./REUTERS
Ancelotti, durante el Clásico. REUTERS
Sergio Santos

Sergio Santos

El Real Madrid perdió nuevamente contra el Barcelona e igual que ocurrió en Arabia, en la Supercopa de España, preocupa más la imagen que el tropiezo. Hay un dato para echarse a temblar: el equipo no fue capaz de rematar ni una sola vez a portería. Un disparo fuera desde la frontal de Rodrygo fue el pobre balance ofensivo que dejaron los de Ancelotti en un duelo en el Bernabéu donde el eterno rival llegaba plagado de bajas.

Este dato confirma las sensaciones de Carletto durante los últimos meses, en los que ha insistido a los dirigentes de la necesidad de tener otro delantero de garantías, porque algo pasa con Benzema.La apatía de Karim desconcierta al club y al entrenador, porque cada vez crece más la sensación de que tiene la cabeza en otro lugar. No es el mismo. Sus registros goleadores (18 dianas, seis de penalti) así lo reflejan, pero también otros datos que maneja el cuerpo técnico y las propias sensaciones que desprende en cada partido y entrenamiento.

Ahora mismo la gran preocupación del club está en los laterales (de ahí que se haya cerrado ya la incorporación de Fran García), aunque Ancelotti lo que realmente mira con intranquilidad es el ataque. Frente al Barça, con un Benzema nuevamente muy gris, la única alternativa que tenía Carletto para cambiar el plan era Álvaro Rodríguez, un chaval de 18 años, sin apenas experiencia y que todavía necesita horas de vuelo para formarse como profesional. Los cero remates a portería en una noche donde el Madrid controló la posesión y encerró al Barça en bastantes tramos es un dato tan preocupante como significativo.

Un problema para Vinicius

Benzema y Vinicius, en el Clásico. REUTERS
Benzema y Vinicius, en el Clásico. REUTERS

Esa desconexión de Benzema tiene otro daño colateral, porque los defensores tienen que estar menos pendientes de él y más de Vinicius, al que casi siempre marcan dos y tres rivales. El brasileño es ahora mismo el arma más desequilibrante que tiene el Madrid en ataque, aunque muchas veces se choca contra un muro por los férreos marcajes al hombre que sufre. Sin Karim, Vinicius también es menos.

El problema de fondo con Benzema, actual capitán, es que nadie sabe lo que le pasa por la cabeza. Antes de marcharse al Mundial selló su renovación hasta 2024, porque existía una cláusula en su contrato que así lo señalaba si ganaba el Balón de Oro, pero los cantos de sirena que le llegan desde Arabia cada vez le hacen dudar más.

En el caso de Karim, su contrato hasta 2024 no es ningún impedimento, porque el entendimiento con el club es total y nunca se le pondrá el menor problema en el caso de que considere que su etapa en el Bernabéu está finalizada. Los dirigentes, eso sí, esperan que cumpla al menos la temporada extra que le queda, porque es en el verano de 2024 cuando llega Endrick y también el momento señalado para intentar un fichaje galáctico en ataque (Haaland o Mbappé). En cualquier caso, la prioridad es que Benzema regrese lo antes posible a esa brillante versión que llevó al Madrid hasta el doblete el curso pasado y a él a levantar el primer Balón de Oro de su carrera.