REAL MADRID

Ancelotti le gana un pulso a la directiva del Real Madrid con Camavinga

A pesar de que la cúpula no quería al francés de lateral, el entrenador insistió y dejó contra el Barcelona una de las actuaciones de la temporada.

Camavinga controla un balón durante el Clásico./Getty
Camavinga controla un balón durante el Clásico. Getty
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Eduardo Camavinga realizó contra el Barcelona (0-4) una de las actuaciones más brillantes de un futbolista del Real Madrid esta temporada. Protagonizó la sorpresa del once actuando como lateral izquierdo, posición en la que crece a pasos agigantados. La papeleta: frenar la velocidad de Raphina y dar apoyo tanto al centro del campo como a Vinicius en banda. Y no lo pudo hacer mejor, dándole así la razón a Ancelotti y quitándosela a algunos miembros de la directiva que veían imprudente que jugase como lateral.

Todo empezó contra la Real Sociedad. Los blancos empataron a cero y, en aquel duelo del Bernabéu, Camavinga debutó como lateral. Al día siguiente, ante el resultado y la imagen dada, los mandamases blancos avisaban: no debe jugar más ahí. Carletto hizo oídos sordos e insistió ante la situación de emergencia que le surgía con varios defensas lesionados, entre ellos Alaba y Mendy, habituales en la posición.

Desde entonces, ocho titularidades como lateral con un balance de cinco triunfos, dos empates y solo una derrota. Su rendimiento ha llegado a tal nivel que el entrenador no descarta utilizarlo más ahí. "Seguimos pensando que es un lateral de emergencia, pero sabiendo que lo hace muy bien ahí. Tiene opciones de jugar más", reconoció Ancelotti en rueda de prensa.

Ancelotti: «Se está acostumbrando al lateral».

Los datos de su partido en el Camp Nou hablan por si solos. Completó 33 pases con un 100% de acierto (él único de los 22 titulares), siete de ellos en el último tercio de campo, según Opta. Defensivamente, hizo ocho entradas, todas ellas efectivas, y recuperó seis balones. Ganó 10 de 14 duelos y todo ello cometiendo solo una falta en los 90 minutos. Difícil, por no decir imposible, ponerle un pero...

Y más allá de los números, ha protagonizado dos acciones claves en el desarrollo del encuentro. La primera, evitando el gol de Raphinha con una anticipación muy arriesgada en el 2'. La segunda, haciendo lo propio con Lewandowski (con la ayuda de Alaba) en una entrada que, a la postre, sería el primer gol del Real Madrid. Curioso que dio el susto al principio por un golpe en el glúteo que casi lo deja fuera de juego.

Chico para todo al que ya trabajan en renovar

Empieza a convertirse en un chico para todo, a pesar del empeño de la directiva en que juegue en el centro del campo y de que su posición preferida sea la de pivote. En un primer momento se sentía más cómodo como interior, pero los últimos partidos jugados como ancla le han hecho replantearse cuál debe ser su posición y ya ha hecho saber en el vestuario que quiere ser el 5 de este equipo.

Sea donde sea, Camavinga será un jugador clave en el Real Madrid del presente y del futuro. Acaba contrato en 2027, por lo que no parece haber riesgo de fuga, pero en Valdebebas quieren evitar cualquier sorpresa con una pequeña ampliación en la que se le subirá tanto el sueldo como la cláusula. Como informó Relevo, ya ha habido contactos para tratar de llegar a un acuerdo próximamente.

Está viviendo una temporada inolvidable. Son ya 44 partidos de blanco, confirmando que está para algo más que un papel secundario. El año pasado, que solía entrar casi siempre desde el banquillo, jugó 1.870 minutos. En este ya suma 2.589 y no es descabellado pensar que puede superar los 3.000. Se ha ganado, por derecho propio, un peso específico en una plantilla repleta de campeones. Un chico de 20 años dispuesto a marcar otra época dorada.