El pensamiento que persiguió a Bruna Vilamala en el Barça en un verano muy difícil: "Es que no sé si voy a venir mañana"
La jugadora cedida en el Brighton por el Barça confiesa sus momentos más complicados en Relevo.
Bruna Vilamala -4 de junio de 2022, Borgonyà- acumula veranos difíciles. Tras romperse los ligamentos de la rodilla dos veces -a los 22 años-, a Bruna le tocó lidiar con su futuro deportivo. "Recuerdo esos días bastante mal de ir a los entrenos y decirles a mis compañeras cada día: 'Bueno, es que no sé si voy a venir mañana'", confiesa. Su cesión del Barça al Brighton se complicó por el papeleo y le costó algún que otro disgusto.
El curso pasado era el primer curso 'limpio' de Bruna. Comenzaba la temporada al mismo tiempo que el resto. Pero no salió como esperaba: "Me encuentro en el campo y no disfruto", reconoce a Relevo al otro lado del teléfono. Y le pasó lo que le pasa a muchas jugadoras con su edad: voló del nido.
Ahora, excepto porque el café inglés no acaba de convencerle, es "muy feliz" en Brighton. Titular en seis de las ocho jornadas disputadas, se ha convertido en pieza clave del conjunto inglés. En apenas media hora, Bruna demuestra que sus 22 años son mentira, que pertenece a una generación de futbolistas que creció antes que el resto.
¿Cuánto cuesta irse de casa?
La verdad es que está yendo todo muy, muy bien. Mejor de lo esperado, la verdad, porque al final un cambio así siempre asusta. Pero está saliendo todo, de momento, muy bien y yo también echo de menos estar en casa, estar en Barcelona y en España, pero aquí estoy bien. Así que aprovechar la oportunidad y luego ya veremos.
Tu vida en Brighton es...
Pues nada, vivo aquí en una casa al lado de la ciudad deportiva, que somos cuatro casas seguidas con jugadoras del Brighton. O sea que mis vecinas también son compañeras. Yo vivo con dos compañeras de equipo y somos tres en la casa. Y nada, mi día a día es levantarme, hacerme un café porque en la ciudad deportiva no me gusta mucho el café de aquí, el inglés (se ríe). Entonces, ya voy para ahí, desayunamos todas en la ciudad deportiva, vamos a hacer vídeo, gimnasio, entrenamos a una hora bastante razonable, que pensaba que yo que aquí se iba más pronto y no.
Porque tenemos vídeo a las 9:30 horas; gimnasio, a las 10:00 horas; entreno, a las 10:45 horas, o sea que está muy bien. Y luego sí que comemos a las 12:30 horas, que es una cosa a la que me he tenido que adaptar. Y, nada, luego vuelvo aquí a casa, tengo uni, que estoy estudiando psicología, bueno, siguiendo mi carrera a distancia. Y luego ya cenar a las 19:00h y prepararnos para ir a dormir.
Además, con Vicky Losada allí, ¿es muy madre?
Sí, la verdad (se ríe). Ayuda mucho tenerla, la verdad. Cuando tenía pensado venir aquí, ya le escribí para que me contara un poco las cosillas internas que siempre hay y me animó muchísimo a venir. La verdad es que se lo agradezco mucho porque tanto el equipo, como el estilo de juego, como las compañeras, es todo lo que realmente buscaba, que era jugar el balón en el campo. Y luego fuera del campo, la verdad es que las compañeras son todas una maravilla, he tenido muchísima suerte con eso.
¿Alguna anécdota con el inglés?
Sí, la verdad es que estoy mejorando, estoy yendo a clases de inglés y fuera del campo voy mejor. Sí que es verdad que los primeros días, cuando íbamos a desayunar o así, me tenían que repetir las cosas 20 veces porque era como, es que no os entiendo, pero nada, pero luego mejor. Y como anécdota, en el primer partido que tuvimos en casa de pretemporada, mi lateral izquierda, que es Poppy (Pattinson), que vive conmigo, estuvo toda la primera parte, cuando nuestras centrales tenían el balón, diciéndome 'wide, wide', y claro, yo no sabía lo que quería decir. Y yo pues seguía lo que tenía yo pensado.
Y luego, a la media parte, le pregunté a Vicky: 'Tú, ¿qué es wide? Porque Poppy me lo está diciendo todo el rato y no la entiendo y no he encontrado el momento tampoco en el partido de ir a preguntarle qué era wide'. Y me dice, abierta, tal. Y justo en la primera jugada de la segunda parte me dice 'wide', yo me abro, hacemos una jugada que flipas, no sé si marcamos, pero sí no, estuvimos a punto y me dice, muy bien, tal.
Y le digo, 'claro, es que en la primera parte no te entendía qué me decías y por eso no te hacía caso. No es porque no te quisiera hacer caso, es porque no sabía lo que me estabas diciendo'. Pero tener a Vicky al final es un soporte muy grande, con la que también puedo hablar en español, que, a veces, lo necesito. Al final, es la capitana, así que lo sabe todo. Cualquier cosa que no entiendo o tal, le digo tú: 'Vicky, esto no lo entiendo' y luego me dice que tranqui, y me lo soluciona ella, así que es una suerte tenerla.
¿Cómo es ponerse la camiseta del Brighton por primera vez?
La verdad es que fue justo aquí, nada más llegar, cuando podemos pasar la revisión y todo salió bien, ya firmamos y ya me trajeron mi camiseta con el número y bueno, es extraño porque al final, jolín, son 10 años en el Barça, es muchísimo tiempo, toda mi vida, prácticamente, porque tengo 22, media vida casi en el club. Y, bueno, salir se hace raro. Pero es que son experiencias, es que yo necesitaba salir y ver lo que había fuera y lo estoy pudiendo hacer cedida que creo que es la mejor de las opciones para cualquier futbolista, sobre todo, si estás en el Barça. Así que también me sentía como un fichaje, que es una cosa que nunca antes había sentido.
El 10 de agosto marcas tu último gol con el Barça. ¿Recordabas la fecha?
Bueno, sí, porque además lo dijeron por la tele, y me acuerdo que la gente en Twitter ya empezó a volverse un poco loca, y era como, bueno, lo hemos aguantado hasta ahora. Yo, la verdad es que ya lo sabía que me iba a ir, lo que estábamos esperando a papeles que no acababan de llegar y se alargó más de lo que se esperaba. De hecho, yo no tenía que empezar la pretemporada con el Barça, pero luego, ya sabes, todo esto de papeles, otra liga... Incluso fui a España a hacer la pretemporada con ellas en Jerez, y aún me faltaba un papel, que se tuvo que hacer una llamada cuando estaba ahí para la visa, creo, o algo así.
Estas cosas, al final van lentas, y bueno, el Barça se portó súper bien, la verdad, se lo agradezco mucho a todo el staff, a Pere, a todas las jugadoras, porque me ayudaron mucho, sabían que era una situación complicada para mí y se portaron súper bien. Y ya luego, cuando todo estaba todo listo, pues ya me vine para aquí y empecé cuanto antes pude la pretemporada aquí con el equipo.
¿Qué te dijeron tus compañeras cuando les diste la noticia? ¿Y Pere Romeu?
Pere ya lo sabía, porque era una decisión que habíamos tomado juntamente con el club a mitades, pero un poco más a final de temporada con el Barça. Yo creía que necesitaba más minutos después de la lesión para volver a sentirme futbolista y ellos estaban de acuerdo, los dos éramos conscientes de que estaba en el mejor club del mundo y que ahí era muy difícil tenerlos y entrar con las jugadoras que hay y tener esa continuidad que creemos que necesitaba, ¿no?
Todo esto ya se estaba moviendo desde hace mucho más tiempo, y nada, lo que Pere me dijo en el primer entreno, él sabía que yo estaba en una situación complicada, porque estaba haciendo la pretemporada con ellos, pero al final yo sabía que ese no iba a ser mi equipo esa temporada y que estaba esperando unos papeles que también, pues al final, te generan una ansiedad de que lleguen, que lleguen, si no llegan, tal, ¿no?
Al final, mi futuro era incierto, aunque estuviera todo hablado y todo apalabrado, aquí, hasta que no se firma, nada es seguro. Y lo que me dijo Pere, me cogió y me dijo que estuviera tranquila, que mi actitud en los entrenos que no dudaba de que sería buena, porque lo venía haciendo todos estos años que he estado en el Barça y que lo aprovechara para aprender estos días, para ganar la forma y para que cuando fuera a mi nuevo equipo, pues ya tener el ritmo cogido y empezar ya ahí a adaptarme al nuevo equipo. La verdad es que se lo agradecí mucho, luego cuando fiché, él me escribió y yo le respondí que gracias por cómo me había tratado durante estas semanas, porque al final es una situación también peculiar, que yo esté entrenando sabiendo que me voy, y ellos me están entrenando sabiendo que probablemente me vaya, y la verdad es que se lo agradezco mucho, porque fueron días complicados para mí esa temporada.
¿Cuántas noches sin dormir te costó?
No me acuerdo de noches sin dormir, pero recuerdo esos días bastante mal de ir a los entrenos y decirles a mis compañeras cada día: "Bueno, es que no sé si voy a venir mañana'. Porque era cosa de un papel de que se solucionara esa tarde y ya empezar a hablar para el viaje y para poder venir a pasar las pruebas y firmar, entonces, era una cosa que era muy agobiante para mí, porque yo ya me había despedido de todas ellas la temporada pasada, amuchas de ellas ya sabían que me iba cedida, seguramente la siguiente temporada, entonces yo ya había hecho el proceso de despedirme del Barça, despedirme de mis compañeras por un año, por un tiempo marcado, pero yo ya había hecho ese proceso de vuelo, para llamarlo de alguna forma, de dejar el Barça después de diez años llevando esta camiseta.
Entonces, era un poco raro, porque de repente las volvía a ver, de repente cada día no sabía si iba a ser el último y bueno, al final me pude despedir bien, incluso hicimos una cena antes de irme para despedirme, lo supe con antelación para poder decírselo y decir mira, este sí que es mi último entreno, pero yo nunca sabía si esto iba a poder pasar o no, así que al final todo salió bien.
¿De quién te costó más despedirte?
La gente que estuvo a mi lado la temporada pasada sabe que lo pasé bastante mal, porque fue un año complicado para mí a nivel deportivo y sabían que necesitaba irme, ¿no? Entonces, fue complicado cuando, por ejemplo, se lo dije a Jana que fue una cosa que habíamos hablado hace mucho y que sabíamos. Pero hasta que no lo tienes y hasta que no lo dices... Me acuerdo de esa última cena, de mirarnos y decir: 'Hostia, es que no vamos a jugar juntas este año. Es que no me creo que mañana vaya el entreno y no estés ahí'.
"Me acuerdo de esa última cena, de mirarnos (a Jana) y decir: 'Hostia, es que no vamos a jugar juntas este año"
Jugadora del BrightonDe hecho, me escribieron dos o tres días más tarde que creo que Caño me estuvo buscando para el GPS o Jana que le preguntó a Caño: ' Tú, ¿y Bruna? que tengo su GPS'. Y era como 'no, porque Bruna ya no está y no va a estar este año', ¿no? Entonces sí que fue complicado para eso. Pero también forjé muchas amistades dentro del equipo y es raro estar sin ellas, pero bueno, nos seguimos mucho, hablamos mucho y estoy segura de que algún día nos volveremos a reunir.
Has dicho que hablabas con Pere de que tenías que salir para volver a sentirte futbolista, ¿lo has conseguido?
Sí, la verdad es que estoy disfrutando muchísimo, creo que es lo mejor que me llevo de aquí. Ahora, hablaba con una amiga y le decía que estas últimas semanas, porque también necesitaba una adaptación aquí, pero estoy volviendo a sentir la confianza que un poco que había perdido porque, al final, no tenía continuidad de minutos, me costaba todo y creo que necesitaba este aire para volver a sentirme futbolista y sí que creo que Bruna está volviendo a sentir confianza. Está volviendo a disfrutar de esto y, al final, es lo más importante para mí.
Obviamente, deseo una carrera futbolística muy larga pero, por delante de todo, quiero volver a disfrutar del fútbol porque he pasado por momentos muy malos en este deporte, por lesiones y creo que también me lo merezco, así que mi prioridad ahora mismo es disfrutar y este año lo estoy haciendo.
Más allá de la falta de minutos, ¿por qué el curso pasado fue tan duro?
Porque, al final, volvía del cruzado de la temporada anterior, la gente también tenía bastantes expectativas en mí por el primer año que había hecho y creo que el año pasado yo también tenía expectativas altas en mí porque era el primer año que ya no volvía de lesión, que para mí estaba 100% recuperada y podía volver a luchar por todo.
Cuando entras de cruzado es más complicado entrar y más a mitad de temporada y luego lo que me encuentro son los pocos minutos cuando estoy en el campo, no disfruto. Es que muchas veces he estado en el campo y no disfrutaba, lo estaba sufriendo y era en plan, es que no puedes estar aquí así porque lo has pasado muy mal con las lesiones y te mereces disfrutar de esto, estar tranquila porque al final cuando disfruto, yo sé que disfruta la otra gente y sé que me lo paso bien y sabía que necesitaba volver a sentir eso y, el año pasado, pues por muchas cosas no lo sentía y por eso necesitaba este cambio.
¿En algún momento te planteas si merece la pena?
Al final, son pensamientos que creo que a todo el mundo se le pueden pasar por la cabeza cuando estás en un mal momento y, la verdad, es que la ayuda que tuve de mis compañeras Jana, Vicky López, Caño, Patri, Pina, Salma, Martina, todas estas. Sobre todo, las más jóvenes, seguro que me dejo alguna y me mata, pero el pequeño grupito que hicimos a mí me dio muchísima fuerza para seguir luchando, para seguir trabajando, para creerme que esto es lo que había deseado toda la vida y que tenía que aprovecharlo.
"Ahora, puedo decir que salgo de los entrenos de aquí, en Brighton diciendo: 'Es que me encanta jugar al fútbol'"
Jugadora del BrightonAl final, estaba viviendo cosas increíbles y que no podía ser que no lo estuviera disfrutando y creo que al final lo logré disfrutar. Disfruté de la final de Bilbao como una niña pequeña y de todas las vivencias que tuve el año pasado. Creo que las conseguí disfrutar también gracias a ellas pero sí, obviamente, se me pasó en algún momento decir: 'Ostras, es que ya no encuentro la diversión que encontraba hace unos años'. Y, ahora, puedo decir que salgo de entrenos de aquí, en Brighton, diciendo: 'Es que me encanta jugar a fútbol'. He recuperado esa sensación: yo quiero hacer esto porque me encanta y me lo paso bien y, además, es una suerte poder dedicarme a esto y trabajar de esto y trabajar para que dure los máximos años posibles.
Hablabas de la gestión de las expectativas, ¿cómo se vive con 22 años?
Es complicado. Yo he aprendido a través de muchas situaciones a que las expectativas las cojo y las tiro a la basura porque las únicas expectativas que tiene que haber son las mías. Y mis expectativas, como he dicho antes, son pasármelo bien y desde que tengo esta expectativa creo que disfruto mucho más de lo que hago que no escuchando a las barbaridades, como dices tú, que llega a decir la gente detrás de un móvil que eso es muy fácil.
Creo que el Barça tiene muchísimo talento en casa, muchísimo, pero hay que cuidarlo. Somos jugadoras muy jóvenes, necesitamos una adaptación, necesitamos un proceso, igual te sale un día en el que te sale todo y te sale un partido espectacular, un día o dos o tres. Pero, al final, somos personas, somos jóvenes y también necesitamos este momento de que se entienda que son nuestros primeros momentos en primera división o en Champions o en lo que sea.
Al final, la exigencia en el Barça, siempre lo hemos dicho, es máxima para todas, para la más pequeña o para la más mayor, y sabemos que estamos expuestas a eso. Pero, a veces, hay que relativizar un poco. Creo que a mí me faltó un poco el año pasado, pero que este año estoy recuperando ese pensamiento de que las expectativas son sólo tuyas y así vas a conseguir lo que quieras. Porque las expectativas de la otra gente no te van a llevar a ningún lado.
¿Estás muy pendiente de las redes sociales?
Soy un poco pasota con las redes sociales, sé que ahora está muy de moda y, la verdad, es que sí que paso tiempo en ellas, pero tampoco exagerado.
Soy un poco una persona que, bueno, que lo mira, pero tampoco mucho. En Twitter, cuando meto algún gol o así, pues sí que me busco porque me ponen justo el corte y es mucho más fácil tenerlo y verlo (se ríe). Pero sí... creo que ponerse ahí es como cuando estás triste y te pones canciones de Beret... Es una cosa que antes sí, cuando eres más pequeña y tal, sí que me metía a ver qué dicen y si me machacan pues me lo leo y me lo vuelvo a leer. Pero llega un punto que ves que no te aporta nada, ni cuando te dicen que eres la mejor del mundo, ni cuando te dicen que eres la peor del mundo. Al final, lo que he dicho antes, las expectativas tienen que estar en ti y tú tienes que estar contenta con tu trabajo y yo así he conseguido la paz mental que necesitaba para jugar y disfrutar así que, bueno, Twitter lo justo.
En una entrevista reciente, en 'Tot costa', confesaste que en tu casa siempre se veía el Barça. ¿Seguiste el Clásico? Además, eres muy amiga de Claudia Pina...
No le escribí, pero estuve a esto. Porque la verdad es que vino mi familia este fin de semana entonces estábamos en Londres viendo las luces de Navidad y todo y no pude ver el partido. Pero bueno, qué te voy a decir, es que Pina marcándole al Madrid yo creo que es más Clásico que el partido en sí... Entonces, muy contenta por ella.
El pasado 5 junio, debutaste con la Selección. ¿Ves muy lejana tu vuelta?
Yo llevo mucho tiempo peleándolo en la Sub-23, dándole a la puerta a ver si cae. Sí que es verdad que tuve la oportunidad de ir el curso pasado, tener un día mágico porque se juntó todo. El debut, era el día de mi cumple, rasqué un gol que, bueno, me lo contaron (se ríe). Sí que es verdad que lo rasco, pero el mérito es de Irene y yo estoy ahí.
Yo trabajo para mí, para rendir bien en el equipo. Aquí, en Brighton, para ganar forma física, para ganar confianza. Luego creo que no depende tanto de ti estar en la lista, porque, al final, te tiene que escoger Montse. Así que yo voy a trabajar duro para que ella tenga mi nombre cerca y si llega la oportunidad pues lo voy a disfrutar.
Y, si no, de momento, estoy yendo con la Sub-23 que la verdad es que también tenemos un grupo muy chulo. Para mí, cada vez que una jugadora de la Sub-23 va a la Absoluta casi es como un premio de todas las de la Sub-23, ahora ha ido Maite la anterior concentración fue Silvia Lloris y cuando nos dan la noticia de que alguna de las Sub-23 va a la Absoluta, pues fíjate lo sano que es el grupo en la Sub-23, que nos alegramos un montón por cada una que sube.
Por último, no te despegas del coletero blanco...
(Se ríe) El coletero blanco me viene de muy lejos cuando yo jugaba en el juvenil del Barça. Un día no tenía con qué hacerme la coleta, porque soy un poco despistada en eso, y justo mi hermana me dejó un coletero blanco que era lo que ella llevaba en ese momento. Y ese partido lo daban por la televisión, entonces, mi abuela estaba viendo el partido y cuando acabamos me llamó y me dijo: 'Bruna, muy bien el coletero blanco porque se te ve muy bien'. Porque es verdad que yo, al final, siempre había llevado las botas de un color fluorescente, pero muy fuerte. Pero, claro, llega un punto que cuando te empiezan a dar botas, todas llevabas las mismas botas y eso ya no te diferencia de nadie y cuando mi abuelo me dijo eso, pues fue como: 'Joder, pues muy fácil, porque es un coletero'.