La frase de Raphinha con 1-4 que agradece Flick y demuestra que sus mensajes llegan
El Estrella Roja fue el enésimo equipo que sufrió el hambre del Barça, que ya está entre los ocho mejores equipos de la competición.
Este Barça de Flick es una auténtica apisonadora. Ningún rival se salva de encajar tres o más goles: 29 tantos en los últimos siete partidos, o lo que es lo mismo, algo más de cuatro goles por partido. Es una auténtica barbaridad. Young Boys (5), Alavés (3), Sevilla (5), Bayern de Múnich (4), Real Madrid (4), Espanyol (3) y Estrella Roja (5) han sucumbido ante la voracidad del equipo blaugrana.
55 goles en 16 partidos marcan el camino a seguir para lograr títulos. Es el mejor inicio goleador de su historia a estas alturas de la temporada. Es pronto. Queda mucha temporada por delante, pero nadie esconde que el Barça se ha ganado por méritos propios, que se le considere como candidato firme. El hambre de este equipo es uno de los muchos sellos impuestos por Flick. "Siempre queremos más", dijo en su día Flick. Y evidentemente, esa reflexión pública que el germano también hace en privado ha calado en el vestuario.
Raphinha volvió a marcar en el Pequeño Maracaná. 12 goles y 10 asistencias. Por tercer curso consecutivo, desde que llegó a Barcelona, el brasileño está en dobles dígitos. Es uno de los capitanes y ejerce como tal. Flick le cambió en el minuto 58 con el partido ya finiquitado. Mientras se dirigía al banquillo se cruzó con Dani Olmo y Fermín López. "Vamos, vamos, no aflojamos", les espetó el de Porto Alegre.
Iñigo Martínez, que marcó el 0-1 en una jugada ensayada, fue elegido mejor futbolista del encuentro. De sus palabras, de capitán, se entiende la exigencia que hay en el vestuario. "Metemos uno y a veces nos relajamos. En la segunda parte hemos imprimido otro ritmo. No hay que regalar nada", comentó el vasco. "Flick nos exige mucho y estamos encantados", aseguró Koundé. Los blaugrana aprendieron de la segunda mitad contra el Espanyol y acabaron arrollando en Belgrado.
Dijo Flick tras ganar el derbi que los últimos 45 minutos no podían repetirse y así fue. El vestuario aprendió. "Valoro mucho lo que estamos haciendo. Hoy hemos jugado muy bien con el balón y también en la presión, es bueno ver eso. No es fácil estar 90 minutos concentrados y valoro mucho eso", dijo un Flick que nunca regala elogios, pero sabe calibrar los ánimos del grupo. El mensaje de Raphinha es el que explica la voracidad de este Barça.