REAL MADRID 1-LIVERPOOL 0

Toni Kroos sigue reinando en Europa: volvió a ser la llave maestra del Real Madrid

El partido del alemán estuvo a la altura de su leyenda, comandando el centro del campo de un Madrid que estuvo muy cómodo.

Toni Kroos sigue reinando en Europa: volvió a ser la llave maestra del Real Madrid
Albert Blaya

Albert Blaya

Mientras los debates siguen centrándose en el físico y el fútbol que cambia, dejando caduco lo que ayer servía, Toni Kroos sigue dominando partidos de Champions con ternura, sin levantar la voz y ajeno a unos debates que poco tienen que ver con el juego, sino con la necesidad de buscar nuevos relatos con los que acompañar las victorias y derrotas. No hay centrocampista que simbolice mejor el dominio europeo del Real Madrid los últimos años que el teutón.

Cuando los partidos se complican y el Madrid deja de dominarlos, todas las miradas acuden a Kroos, como si su lentitud en carrera fuese el gesto evidente del mal partido de los suyos. Se sigue etiquetando y pocos han recibido más miradas esquivas que Kroos cuando los resultados no acompañan. Las mismas que cuando se gana, loan al alemán. En el fútbol de Kroos no hay secretos, es transparente. Y ante el Liverpool de Klopp, su fútbol volvió a golpear en el pecho a los ingleses. No hubo respuesta ante este exceso de transparencia.

Klopp buscó volver a la raiz. Entendió que sus únicas opciones pasaban por volver a los orígenes: un partido de ritmo alto, de idas y venidas en las que sus delanteros (hasta cuatro) desordenasen al equipo de Ancelotti. En la abundancia, Klopp trató de buscar su salvación. El técnico italiano avisó: "no cambiaremos". Porque con Kroos y Modric quien debe hacerlo es, en todo caso, el rival. Con Camavinga como pivote, el alemán fue el escollo insalvable para la presión del Liverpool.

El principal problema de los ingleses este curso es que han perdido aquello que les hacía siempre reconocibles, incluso en sus peores noches: las segundas jugadas. No las dominan y con solo Fabinho y Milner en el centro del campo ante el Real Madrid, Kroos destrozó a un equipo que nunca creyó en sus posibilidades.Con plenos poderes en la base, se asoció con Camavinga y Modric, limpió presiones con cada pase y activó a Vinicius, que volvió a arrollar a Arnold. No hay mentiras en los pases de Kroos; van donde tienen que ir.

Se volverá a hablar del físico. De su lentitud. Del Kroos y Modric no pueden jugar juntos en partidos de mñaxima exigencia. Mientras se debate, el fútbol de ambos se agota y sus partidos se acumulan en pretérito. Y es justo reivindicar cada partido que, desde el control y el pase, Kroos domina. Sin cambiar nada. Sin añadir matices. Un fútbol honesto que sigue pesando en el rival como el primer día.