¡Surrealista! Los entrenadores del Inter-Estrella Roja pactan jugar 15 minutos sin VAR
Un error técnico del videoarbitraje llevó al colegiado a plantear la opción de seguir sin él. Al estar el partido sentenciado, aceptaron.
El duelo de este martes entre el Inter y el Estrella Roja (4-0), correspondiente a la segunda jornada de la Liga de Campeones, disputó sus últimos 15 minutos sin la tecnología del VAR, que no pudo conectar con el colegiado por un problema técnico.
Cuando el iraní Mehdi Taremi llevaba varios minutos en el punto de penalti preparado para lanzar, en San Siro comenzó a sentirse el runrún de la grada por no entender el motivo por el que el colegiado no daba la orden. Incluso el argentino Lautaro Martínez tuvo que acercarse a preguntar el motivo, extrañado al pensar que se estaba revisando una acción tan clara.
El colegiado, el alemán Feliz Zwayer, sacó de dudas al 'Toro' al comentarle que no recibía la confirmación definitiva del VAR por un fallo técnico. El trencilla recurrió entonces a una solución poco habitual en estos tiempos modernos: se acercó a la zona de los banquillos, comentó la situación a ambos cuerpos técnicos y planteó la posibilidad de terminar el partido sin ayuda del video-arbitraje.
Con el partido sentenciado en el minuto 80, 3-0 en el marcador y Taremi preparado para lanzar desde los once metros, ninguno puso pegas a terminar el duelo a la antigua, sin VAR. No falló Taremi. Encumbró su gran noche con el merecido gol, su primero con la camiseta del Inter, y cerró la fiesta en San Siro (4-0). El partido disputó desde ese momento 10 minutos reglamentarios y 5 de tiempo añadido sin VAR y sin inconvenientes.
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Goleada del Inter para pnerse arriba
Con la más absoluta tranquilidad, dominando la escena de principio a fin en San Siro y con su 'Unidad B', el Inter atropelló al Estrella Roja serbio (4-0) para sumar su primera victoria en la renovada Liga de Campeones, en la que ya está entre los ocho primeros.
Consiguió aislarse el Inter al máximo del escándalo generado tras la detención de gran parte de la plana mayor de sus grada 'ultra' por presunta colaboración con la mafia para dar una alegría la testo de su gente, que vio cómo su equipo se aprovechó de la constante debilidad e ingenuidad defensiva de los visitantes para pasearse en la 'Champions'.
La confianza de los de Inzaghi en la máxima competición continental está por las nubes. Después de rozar la victoria ante el Manchester City en la primera jornada, arrasó a su segundo rival con Zielinski, Dumfries, Carlos Augusto, Taremi y Arnautovic como titulares.
Pero si por algo se caracteriza este equipo es por no depender en exceso de un solo jugador. Es una máquina bien engrasada en la que cada pieza, sea quien sea, puede cumplir con el nivel exigido. Tener una plantilla tan amplia que permita jugar sin Lautaro, Thuram o Barella y no resentirse en exceso es un privilegio que se han ganado a pulso en los últimos años desde los despachos, con operaciones muy inteligentes en el mercado, sin cometer locuras.
No hubo partido. El dominio 'nerazzurro' fue abrumador desde el inicio y no hubo discusión alguna sobre el claro merecedor del duelo, que comenzó el festival de goles con el mejor de la noche, un zapatazo de Calhanoglu desde la frontal del área en un lanzamiento de falta directo, su especialidad. El turco es un seguro con el balón parado y un auténtico francotirador también desde el punto de penalti, acumulando 17 seguidos. No falla desde 2017.
Mantuvo el dominio el Inter, pero no concretó antes del descanso. Marcó Dumfries, pero el gol fue anulado por fuera de juego. Tuvo que esperar a la segunda mitad para aniquilar al Estrella Roja, cada vez más empequeñecido con el paso de los minutos y los continuos errores defensivos que condenaron defensivamente su partido.
Porque los tres goles restantes llegaron en un intervalo de 21 minutos, con un triplete de fallos defensivos y con un Taremi que se erigió como el jugador más importante en su primera gran noche con el Inter. Fue el iraní el que robó la cartera a Krunic, un ex del Milan, y regaló el segundo Arnautovic. Fue también el que robó otra vez arriba, a Spajic, y asistió en el tercer gol del duelo, que anotó Lautaro Martínez. Y fue el que tuvo el privilegio de cerrar el duelo con su primer gol como 'nerazzurro'.
Lo hizo desde los once metros y con suspense. El penalti que cometió Drkusic fue clamoroso sobre Lautaro. El capitán argentino, habitual lanzador si no está Calhanoglu, ejerció de líder y le regaló el lanzamiento a su compañero, merecedor de una oportunidad para ver puerta tras su partidazo.
Aumentó la presión para Taremi, pero no falló. Encumbró su gran noche con el merecido gol y cerró la fiesta en San Siro. El Inter sumó su primera victoria y peleará por estar entre los ocho primeros.