REAL MADRID - DORTMUND

Nuri Sahin vuelve al Bernabéu bajo la sombra de su amigo Klopp y con mal recuerdo: "Aquí me machacasteis"

En Alemania existen dudas respecto a su figura sólo cuatro meses después de tomar las riendas del Dortmund.

Nuri Sahin, durante un partido del Borussia Dortmund esta temporada./AFP
Nuri Sahin, durante un partido del Borussia Dortmund esta temporada. AFP
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Nuri Sahin (36 años) es una leyenda del Borussia Dortmund. Llegó a ostentar el récord de futbolista más joven en debutar con el equipo alemán (16 años, 10 meses y 18 días), el cual perdió en favor de Moukoko en 2020. Pero sus éxitos conseguidos como jugador se empiezan a emborronar por lo que está dejando en su etapa como entrenador, que empezó con una pequeña trampa y que, cuatro meses después de la salida de Edin Terzic para darle las riendas, se encuentra lejos de las expectativas creadas.

El exfutbolista de ascendencia turca pero nacido en Alemania se crio en la cantera borusser. Se trata de un referente para los aficionados del club y también para una directiva que, para que asumiese el cargo de entrenador principal lo antes posible, lo incorporó al cuerpo técnico antes de que se sacase el título UEFA Pro que le permitía asumir el cargo. Una estrategia con la que el club trataba de que conociese a la plantilla y empezase a implantar sus métodos.

Todo se aceleró con la salida de Terzic, quien llegó a un acuerdo para rescindir su contrato. Una decisión que sorprendió en gran parte de Europa pero para la que el club estaba completamente preparado. La relación entre el técnico y parte de la plantilla no era la mejor y la llamada de Sahin en diciembre de 2023 iba claramente encaminada a una posible salida. El 14 de junio, un día después de anunciar la despedida, se informaba del ascenso del turco, en cuyo historial sólo había dirigido al Antalyaspor, aunque sin el título correspondiente.

Diez partidos después de su llegada, se acrecientan las dudas respecto a su figura. El equipo no encuentra una imagen reconocible y fuera de casa no arranca. En Bundesliga no ha podido ganar fuera de casa -cosecha dos derrotas y un empate-. Especialmente duro fue el 5-1 que le endosó el Stuttgart, y que provocó que el proyecto se tambalease. Eso sí, en casa sí dan la cara con cinco victorias en cinco encuentros.

El exmadridista mantiene una estrecha relación con Jürgen Klopp, con el que habla a menudo para pedirle consejo. El Dortmund quería replicar con Sahin el éxito que consiguió el ahora jefe de fútbol del grupo Red Bull, que ganó dos Bundesligas y alcanzó una final de Champions con el conjunto amarillo. Por ello, tratará de aguantarlo en el puesto lo máximo posible, con el objetivo de conformar un proyecto a largo plazo.

Sahin fue jugador blanco durante tres temporadas (de 2011 a 2014), pero sólo vistió la camiseta blanca en una de ellas. Las lesiones marcaron su corto paso por el Bernabéu, al que volverá 4.574 días después de su último partido allí, una victoria 3-1 contra el Sporting. Principalmente, una de rodilla que trajo del Dortmund y que provocó que debutará seis meses después de su fichaje. Jugó diez partidos con la entidad de Chamartín marcando un gol y dando una asistencia. En su segundo año se marchó cedido al Liverpool y el tercero y último, al Dortmund. Este martes vuelve al Bernabéu.

"Aquí desde la prensa me machacasteis con mis lesiones. Ahora son otros tiempos. Guardo un buen recuerdo del Madrid porque fue el club en el que siempre soñé jugar. Y jugué. Y además aquí nació mi hijo", dijo el ahora entrenador del Borussia en su comparecencia de prensa en el Bernabéu.

"En el Dortmund era plenipotenciario. Fue la pieza clave del equipo de Klopp que ganó la Bundesliga. Se jugaba a lo que él decía. No era sólo su lenguaje futbolístico, también el gestual. Ordenaba y daba órdenes. Lo eligieron mejor jugador de Alemania aquel año, así que no sólo me gustaba a mí. Era elástico y manejaba todos los estilos", asegura Julio César Iglesias, periodista que siguió a Sahin muy de cerca y se enamoró de su estilo durante su etapa en el BVB.

En Madrid lo recuerdan como un jugador tímido y callado, que no pudo acomodarse en ningún momento al vestuario ni a la realidad de jugar en el Real Madrid. Su padre era quien más encima estaba de él, tratando de ayudarle aunque sin acierto durante su etapa en la capital de España. "Fue como un tren de alta velocidad sin parada para mí, no hay parada en el Real Madrid. Cuando te despistas, estás fuera. Desafortunadamente, así fue para mí y no puedo evitar que me duela", reconoció en 2018 en una entrevista para Eurosport. Poco después llegó a decir que en el Bernabéu no fue "100% feliz".

Sin duda, el del martes será un partido especial para él. Reconoció orgullo de haber podido vestir la camiseta blanca, un sueño desde niño, aunque no pudo cumplir las expectativas. Algo parecido a lo que le está sucediendo en el banquillo del Dortmund, donde quiere enderezar el rumbo para que su etapa sea tan exitosa como todos esperan allí.