Los motivos de la permeabilidad en la defensa del Real Madrid: el balón parado sí es uno de ellos
El conjunto blanco concede mucho a los rivales y suma ya 14 goles encajados esta temporada.
"De una derrota se aprende más que de diez victorias seguidas", comentó Ancelotti en rueda de prensa después que su equipo, el Real Madrid, cayese por primera en la temporada. El Leipzig mostró los defectos de un equipo que desde que comenzó el curso no ha sido capaz de mostrarse fiable en defensa. Ha encajado 14 goles en 16 partidos, pero lo más preocupante es que solo ha podido dejar su portería a cero en cuatro encuentros. En Relevo, tratamos de analizar cuáles son los motivos para entender cómo los blancos han pasado de ser la mejor defensa de Europa a conceder tanto a los rivales.
Muchas rotaciones en la línea defensiva
El calendario, de muchos partidos y muy apretados (uno prácticamente cada tres días), obliga a Ancelotti y a su cuerpo técnico a realizar muchos cambios en el once. La defensa no iba a ser menos: solo ha repetido la defensa en dos partidos seguidos una vez (contra Betis y Celtic). En el resto, siempre ha metido algún cambio. En el centro de la defensa ha probado cinco parejas diferentes: Militao-Alaba, Militao-Rüdiger, Militao-Nacho, Rüdiger-Nacho, y Rüdiger-Alaba. A esto se le puede sumar cambios en el centro del campo y en la zona ofensiva, que hacen que la presión grupal se resienta, aunque cabe destacar que es un equipo que suele defender bastante junto.
Hay tres jugadores de la defensa que no paran de cambiar de posición. Solo Carvajal, Lucas, Militao y Mendy tienen un lugar establecido, mientras que hay tres que no paran de rotar. Si bien esto es una ventaja, lo cierto es que todos ellos están teniendo problemas para rendir al 100%. Ancelotti está empeñado en probar a Rüdiger de lateral, pero el alemán no acaba de adaptarse. Contra el Leipzig duró apenas 20 minutos en el lateral izquierdo, hasta que Carletto lo rota con Nacho, que estaba de central. El canterano no tiene problemas para jugar en el centro o en la banda, pero su problema es que este año no está gozando de continuidad: ha jugado 8 partidos, pero solo ha sido titular en cuatro y en los otros cuatro ha jugado 31', 7', 2' y 3' minutos. Por último, Alaba, quien se ha asentado como central y empieza a sufrir mucho como lateral, especialmente en defensa.
Un problema con el balón parado
Aunque Ancelotti ha asegurado en rueda de prensa que el Real Madrid estaba defendiendo bien el balón parado, lo cierto es que esta temporada ha recibido ya cinco tantos de esta forma. Además de los dos contra el Leipzig, contra el Betis, tras un saque de banda, contra el Mallorca, con una falta de Kang-In Lee y remate de Muriqi, y contra el Atlético de Madrid, tras una mala salida de Courtois. Es un aspecto claramente a mejorar. Otra situación del juego que no están defendiendo bien es el juego aéreo en centros laterales. Otros tres goles han llegado de esta manera (dos contra el Shakhtar y otro contra Osasuna). Además, el Celta le forzó un penalti con un centro desde la banda.
A esto hay que sumarle otro factor que, aunque Ancelotti quiera negar, es evidente. Este Real Madrid no juega enchufado la totalidad de los partidos. El propio Courtois lo reconocía en los micrófonos de Movistar+ tras el último partido de Champions. "Salimos dormidos, sin intensidad ni agresividad y lo pagas", afirmaba con cierta rabia. Una situación que se suele dar contra rivales considerados de menor entidad. Es algo que se ha dado especialmente en las primeras partes. La buena dinámica de resultados hace que el equipo caiga en ciertos tramos de relajación excesiva que le hace no mostrarse más endeble.
Este 3-2 contra el equipo de Red Bull puede ser muy útil para corregir errores y limar ciertos puntos en los que el Real Madrid tiene margen de mejora. Lo positivo es que no es una derrota importante en términos clasificatorios y poco dolorosa en lo deportivo. Ahora es turno del cuerpo técnico y los jugadores responder. Girona, Celtic, Rayo y Cádiz medirán al equipo.