La llamada que cambió la vida de Ángel Correa en el Atlético de Madrid: "Me pidió que le hiciese el favor de no irme"

Ángel Correa es todo un referente en el Atlético de Madrid.Antes del debut en Champions ante el Leipzig, el argentino recibe a Relevo en la Ciudad Deportiva del club, situada en Majadahonda. El de hoy podría ser su partido número 71 en Champions League, que se dice pronto, ya que sólo Koke y Oblak, con 95 y 84 respectivamente, han jugado más con la camiseta rojiblanca en la máxima competición europea de la actual plantilla.

La temporada pasada disputó todos los encuentros. Pocos minutos, sí, pero siempre fue importante. Su irrupción contra el Inter en el Metropolitano fue clave para la remontada del equipo en octavos de final y, a pesar de ser siempre el 'revulsivo', a él mucho no le importa. Habla sobre eso, sobre la llegada de los nuevos, de cuando estuvo a punto de dejar el club, de la selección argentina o la llegada de Muniain a 'su' San Lorenzo.

No me cansa ni me molesta. La verdad que lo tomo como algo positivo. Le puedes preguntar a cualquier futbolista, que entrar en la segunda parte a un partido es complicado, no tienes tiempo, no alcanzas a cambiar el aire [acostumbrarse al ritmo del partido]. Yo siempre intento desde el banquillo ir viendo y leyendo el partido, estudiarlo, ver dónde puedo hacer daño a los rivales cuando entro. Creo que eso lo vengo haciendo bien. Y cuando entro intento ayudar al equipo donde creo que puedo hacer daño. Hay veces que sale y a veces que no.

No me acuerdo, pero creo que ahora es una realidad. Y a nosotros nos sirve por la calidad de jugadores que tenemos en la plantilla. Teniendo cinco cambios le da otro aire al equipo en los segundos tiempos. Si entran todos bien, el equipo puede seguir jugando y mejorar.

Para mí era todo muy nuevo. Llegar a Europa con 18 años, que no pude empezar a entrenar rápido porque me encontraron el problema del corazón... Tuve que recuperarme de eso primero. Para mí era todo nuevo, nada que ver a Argentina, no sólo los entrenamientos, sino los partidos. Es totalmente diferente a cómo se juega allá.

Creo que dos veces. La que casi voy a Italia y la que casi voy a Arabia. Después, las demás veces no hubo nada. Ni concreto ni de verdad. Eran todas cosas inventadas. Creo que lo de Turquía no era ni verdad.

El último día estaba todo por hacerse y me llamó Miguel Ángel [Gil Marín], que no quería que me fuese, que no me podía ir, que le hiciese el favor de quedarme. Y me quedé. Ese año, por suerte, ganamos la Liga. Yo en ese momento necesitaba cambiar, salía la oportunidad del Milan, que también es un grandísimo club, quería ir a probar con mi familia, ir a jugar, pero al final no se dio y como siempre digo, el Atlético lo siento como mi casa y estoy muy feliz acá.

No sé qué pensará Scaloni, yo estoy tranquilo y no estoy pensando en eso ahora. Sólo pienso en el club, en estar bien, en sumar minutos, jugar y hacerlo bien, disfrutar acá de mi familia.

Sí, hablamos con los chicos [del vestuario] y nos sorprendió un poco. Es raro que un europeo vaya a jugar a Argentina, pero contento también porque nos gusta que vayan y que vivan esa experiencia que nosotros ya tenemos desde chiquitos. Eso de ir a la cancha, cómo se anima, cómo se putea también (risas), todo eso. Esperemos que lo haga bien, que disfrute él con su familia, en un grandísimo club como es San Lorenzo, con toda su gente. Lo van a hacer muy feliz.

Consejo no le daría, es un jugador de experiencia, que sabe lo que quiere. Tiene las cosas claras y por eso fue ahí. Espero que el equipo lo acompañe, que puedan hacer un grupo fuerte, que disfrute jugando, que él con su calidad le va a dar muchas cosas positivas al equipo. Espero que se puedan levantar porque sé que están un poco más o menos. Y que hagan un gran año.