INTER 1 - ARSENAL 0

Un penalti de Merino corta la racha europea de Arteta

Calhanoglu mantiene la racha de invicto de un Inter de Milán que volvió a ser camaleónico.

Hakan Calhanoglu celebrando el gol de penalti. /REUTERS
Hakan Calhanoglu celebrando el gol de penalti. REUTERS
Raúl Rodríguez

Raúl Rodríguez

Uno de los carteles más atractivos de esta jornada se celebraba en el Giuseppe Meazza. Cruzaban caminos dos de los invictos en una competición que está siendo oasis de libertad para ellos. En el caso del Inter, sin haber encajado un gol, por codearse entre los 8 primeros cuando en liga sigue sin hacerse con el liderato. Para el Arsenal, acariciando esos accesos directos a octavos, por venir de tres derrotas seguidas y una clara pérdida de confianza y efectividad. Sommer, De Vrij y Bastoni, tras desquiciar a Haaland, ante la misión de hacer pagar la inexperiencia de Saka, Havertz y Martinelli. Cita de culto para las noches europeas.

Un Inter con rotaciones masivas daría el primer aviso al minuto, con un latigazo de Dumfries que se estrellaba en el larguero. Los nervios de esos jóvenes gunners estaban pasando factura, con pérdidas constantes. Y con ese factor, y el empuje de la afición nerazzuri, volarían los de Inzaghi. Como siempre, mostrando su gran capacidad camaleónica. Dominio con balón, eléctrico al contraataque, y sólido atrás. Y el Arsenal tenía que activar el modo supervivencia.

Entre disputas, Mikel Merino intentaría equilibrar la balanza en el eje de creación inglés. Y con ello, poco a poco conseguiría contener al Inter. A los italianos les tocaba tirar de paciencia, primar por el orden. Y en uno de esos momentos, Taremi bajando a la calle del '10', lograría una descarga perfecta para que Bisseck corra en solitario. Pero ahí estaría Gabriel, para dejar claro por qué este equipo tampoco recibe goles en Europa. Después, volvería Merino para dar motivos de fe al Arsenal. Centro al área donde el español casi hace pagar cara la salida de Sommer. El conjunto inglés seguía disminuyendo el frenesí italiano.

El mandato de Merino se sumaría a la solidez de Thomas, y el Arsenal cerraría la primera parte con ese dominio con balón que le caracteriza. Empujando, de lado a lado, solo fallaba la claridad en el último pase. Pero, si antes brillaban Gabriel y Saliva ante el ímpetu nerazurri, ahora le tocaba a De Vrij y Pavard. No importaba la vía. 1 vs 1, centros laterales, o disparos lejanos. Ahí estaba el central neerlandés para hacerse con el balón. Pero en este tipo de partidos, los errores hacen olvidar tu buen trabajo. Hoy, le tocaría a Merino. El jugador que lideraba a los gunners, condenaría el empate con una mano en el área. Penalti claro, donde Raya no pudo volver a vestirse de héroe como contra el Atalanta. Calhanoglu hacía respirar a Inzaghi. Justo antes del descanso.

Vendrían cambios drásticos al inicio de la segunda mitad. Desde la toma de decisiones, con la presencia de Gabriel Jesús... por Merino. Arteta cambiaba de esquema, más ofensivo, sacrificando a uno de sus líderes. Pero se notaría la valentía, porque los gunners estarían de inmediato en el área de Sommer. La gran tasa de pérdidas de balones disputados de los italianos, casi insólita para sus cifras, acercaron al Arsenal al gol. Primero, con un centro perfecto de Saka que despeja De Vrij en el último segundo. Después, con una manopla de Sommer al disparo de Havertz que puso a todos las manos en la cabeza.

Tal crisis azotaba a los italianos, que Inzaghi se dejó de rotaciones y lanzó tres cambios de golpe. Al campo Barella, Mkhitaryan y Thuram. Y la energía que echaba en falta el Inter conseguiría subsanarse. Peor el dominio seguía del lado del Arsenal, sin cesar esa cascada ofensiva. Pero, si De Vrij ya estaba secando todo intento, aparecería también Bisseck para salvar dos acciones de gol cantadas. Los rostros de los gunners reflejaban el nivel de desesperación. Eso sí, no cesaban su insistencia, con hasta cinco atacantes en el área rival.

Arteta moriría con Zinchenko y Nwaneri. Inzaghi, por su parte, con Dimarco en modo todocampista solidario. El 1-0 empezaba a ser más valioso para el Inter. Y esa perspectiva instalaba por completo a los gunners en campo rival. Pero en el 90' al ver que seguía siendo imposible probar la portería italiana, la desesperación obligaba al técnico español a meter a Odegaard entre algodones. Sin embargo, por más que se acercaran a Sommer, la imbatibilidad en Champions de los ingleses llegaría a su fin. El técnico español volvería a casa con más dudas aún en su proyecto, mientras veía la sonrisa de un Inter que vuelve a dar un golpe sobre la mesa en la tabla

FICHA TÉCNICA:

INTER: Sommer; Pavard, De Vrij, Bisseck; Dumfries, Frattesi (Barella, min 61'), Calhanoglu, Zielinski (Mkhitaryan, min 62'), Darmian; Taremi y Lautaro (Thuram, min 62')

ARSENAL: Raya; White, Saliba, Gabriel, Timber (Zinchenko, min 82'); Thomas, Merino (Gabriel Jesus, min 46'); Saka, Trossard (Nwaneri, min 82'), Martinelli; Havertz (odegaard, min 90+2').

TARJETAS: Lautaro (min 15'), Gabriel (min 15'), Arteta (min 63'), Gabriel Jesus (min 68'), Barella (min 68'), Inzaghi (min 90').

GOL: Calhanoglu (min 45+3).