INTER DE MILÁN 4 - BARCELONA 3 (7-6)

El efecto mariposa que acabó con Lautaro Martínez forzando para empezar la goleada del Inter de Milán: "Le mando un saludo a mi madre, que no quería que jugara este partido"

El delantero argentino confirmó en Movistar + que forzó para llegar a la vuelta de semifinales de Champions contra el Barcelona. Lautaro marcó el primer gol de un partido que acabó en remontada.

Lautaro Martínez celebra el pase a la final de Champions. /AFP
Lautaro Martínez celebra el pase a la final de Champions. AFP
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

Si alguien se ha dejado el alma en el campo por el escudo del Inter, ese ha sido Lautaro Martínez. El aficionado promedio de un club no le pide demasiado a sus futbolistas: que den lo máximo posible y que sientan la camiseta, poco más. En realidad, la plantilla es el brazo ejecutor de toda la afición. Son los 24 elegidos que pueden representar a millares de aficionados que siguen desde hace años a un determinado club. Hoy, en unas semifinales de Champions League, Lautaro Martínez ha cumplido con creces.

El argentino terminó con molestias musculares el partido de ida de las semis en Montjuic. Todo apuntaba a que el delantero de la selección campeona del mundo iba a ver el partido más importante del año para el Inter desde el banquillo. El máximo goleador del equipo no se podía permitir dejar tirados a sus compañeros frente al FC Barcelona. Por ello, forzó como nunca antes lo había hecho. Durante el partido se le veía renqueante. Mucho más lento de lo habitual, falto de la chispa que le caracteriza y lo convierte en un delantero tan letal.

Marcus Thuram tuvo que presionar más de lo debido, porque su dupla de ataque se tenía que reservar para las contras. Solo con ver el partido ya se podía intuir que físicamente estaba muy mermado. Lautaro Martínez lo confirmó al terminar el partido: "He forzado cien por ciento. No estaba para jugar, pero, nada, le mando un saludo a mi madre, que no quería que jugara este partido". Soltó con una sonrisa en la cara durante su entrevista flash con Movistar+.

"Ella sufre, pero estoy bien. En estos momentos es cuando más me gusta estar dentro de la cancha, ayudando a mis compañeros y haciendo feliz a esta gente que nos acompañó. Fue un esfuerzo más. Valía la pena", amplió. Como era de esperar, las molestias en su pierna fueron paliadas con filtraciones. Aunque fuera a un nivel menor, el capitán del Inter de Milán estuvo ahí y además marcó el primer gol de un partido que fue una oda al fútbol. Para más inri, el Inter certificó su segunda final de Champions League en los últimos tres años.

"Gracias a Dios me hizo la pierna 60 minutos. Ahora estoy dolorido, pero habrá tiempo para recuperar", acabó el argentino con el citado medio. Así se va a la cama la voz más autorizada para hablar de fútbol en Milán. Dolorido, feliz y con su billete para jugar la final de Champions ya guardado en el bolsillo. Aguantó una hora sobre el césped, pero mereció la pena.