OPINIÓN

Un central por un ariete y "vamos a defender bien", los últimos mensajes de Simeone

Los jugadores del Atlético escuchan a Simeone durante la pausa de hidratación./EFE
Los jugadores del Atlético escuchan a Simeone durante la pausa de hidratación. EFE

Algo falla en un equipo cuando en el minuto 75, en la pretendida pausa de hidratación, que ya, de forma generalizada, se ha convertido en un tiempo muerto, el entrenador (Simeone) del equipo de casa (Atlético) que va empatado sin goles ante el Espanyol, repita hasta en cuatro ocasiones a sus hombres: "Vamos a defender bien, vamos a defender bien". Cierto es que se lo dijo a los que tienen que defender, Azpilicueta, a Witsel, a Reinildo... Pero también que en el mensaje al equipo, a la hora de la verdad, incidió más en el ejercicio de defender que en el de atacar. En ese arte, le dijo a Llorente que no jugara de espaldas, que se perfilara para jugar de frente y a Pablo Barrios que condujera, que condujera el balón, que ya se encontraría con Griezmann... Nada que sus jugadores no pudieran saber.

El Atlético 2025 acabó como si fuera el de 2024. De los millonarios refuerzos al finalizar el partido solo quedaba Le Normand. Los demás, Julián Álvarez y Sorloth, ya estaban en el banquillo y Gallagher no salió de él sino para calentar. Sería faltar a la verdad esconder que en los primeros veintitantos minutos el Atlético pudo sentenciar el partido a golpe de centros al área y cabezazos del gigante noruego. También fue verídico que los de Simeone remataron a puerta en 25 ocasiones, siete entre los tres palos y que llevaron el peso del partido, como para haberlo ganado con un poco más de intención y puntería.

Dicho lo cual, la realidad es que el equipo rojiblanco demostró ante un Espanyol bien organizado defensivamente, pero con poco diente ofensivo, que es un conjunto un tanto amanerado en sus modales futbolísticos. Demasiado previsible. El ritmo de Koke decrece y decrece según avanzan los minutos y su presencia contagia a sus compañeros que le siguen mirando más de la cuenta. No parece gustarle al técnico argentino la iniciativa de Pablo Barrios en el eje del juego y de ahí que se asegure que está buscando un organizador de esta década que acelere la sala de maniobras.

Simeone analiza el encuentro y los cambios ante el RCD Espanyol. Laliga

Con tanta plantilla a su disposición y cuatro partidos en 20 días, Simeone ha apostado por las rotaciones y los cambios en bloque, tres en el descanso. De momento, no tiene un once definido. Todo lo contrario. Pocos jugadores se deben sentir titulares en este momento. Solo Oblak, Le Normand, Azpilicueta y Lino han repetido de inicio en los tres partidos. Los demás han entrado y han salido y sorprenden los pocos minutos del inglés Gallagher. Demasiado batiburrilo de entradas y salidas. Y de cambios de hombres y posiciones.

De empezar con su clásica defensa de tres centrales y dos carrileros muy ofensivos (1-3-5-2). a acabar con una zaga en línea de cuatro hombres (1-4-4-2), después de haber pasado por el camino, cuando Correa entró por De Paul, por un 1-3-4-3 que desapareció cuando un central (Reinildo) sustituyó a un delantero centro (Sorloth). Con las puertas giratorias abiertas de par en par, el Atleti acabó perdido, sin ideas y sin remate. Todos sabemos que esto acaba de comenzar, pero los del Metropolitano ya están a cuatro puntos del liderato y se han consumido solo tres jornadas. Más de lo mismo... en espera, ahora, deprisa y corriendo, de un canalizador del juego que le dé forma a todo lo que tiene a su alrededor, que es mucho, aunque no lo parezca.