Carletto empata al 'músico', el preferido de Bernabéu que jubiló a Di Stéfano y con quien tiene muchos rasgos en común
Ambos jugaron como centrocampistas y ganaron la Champions como futbolista y entrenador. Muñoz fue el técnico más longevo con don Santiago y Ancelotti ya lo es con Florentino.
Justo en el año que se ha cumplido medio siglo de su marcha como entrenador del Real Madrid, -dimitió unos días antes de que, posiblemente, le fueran a echar- Miguel Muñoz ha visto igualado su impoluto récord de 14 títulos ganados. Y el técnico que le ha empatado el mano a mano, Carlo Ancelotti, tiene todas las bazas para superarle este mismo año 2024 con la disputa de la Copa Intercontinental en diciembre. Carlo y Miguel, Muñoz y Ancelotti, en la distancia que les concede el tiempo y de ser de distintas generaciones sociales y futbolísticas, se llevan 37 años, tienen bastantes rasgos en común. Tanto en el aspecto puramente balompédico como en el humano.
Los dos fueron cocineros de los 'buenos' antes que frailes de los 'elegidos' y ganaron la Copa de Europa como jugador y como entrenador. Muñoz fue el primero en entrar a formar parte en ese exclusivo grupo en el que ahora, además de Ancelotti, también están Trapattoni, Cruyff, Rijkaard, Guardiola, Zidane. Si Miguel, con 14 años en el cargo (1959-1974), fue el técnico preferido de Santiago Bernabéu, Carlo comienza su sexta temporada con Florentino Pérez, aunque haya sido en dos etapas (2013-15) y esta iniciada en 2021. Nunca un entrenador había estado tanto tiempo con el actual presidente.
Centrocampistas de buena visión de juego
Como futbolistas los dos fueron centrocampistas. Organizadores. Se colocaban en una posición central o a la derecha. En planteamientos tácticos distintos por los años de diferencia entre ambos, pensaban por los demás con un perfil eminentemente ofensivo. Si Muñoz llegó a los 47 goles, Ancelotti se plantó en los 43. Miguel jugó dos años en Primera con el Celta, antes de llegar al Real Madrid con 26 años. Se definía a sí mismo "como un jugador cerebral, más técnico que batallador, con cierta lentitud en mis desplazamientos, pero con bastante clarividencia y visión de la jugada. Un jugador aceptable, pero lo suficiente para mantenerme 10 años en el Real Madrid con tres Copas de Europa, dos Ligas y dos Copas Latinas".
Posiblemente, Ancelotti no se definiría a sí mismo como futbolista de manera muy distinta. Con detalles, por supuesto, pero ambos encajarían en un mismo perfil. También estuvo 13 años en la elite de la Serie A entre los ocho de la Roma y los cinco del Milan. Los dos dieron un salto casi inmediato de jugador a entrenador. Muñoz decidió retirarse una buena tarde que fue al cine Palacio de la Prensa de Madrid y en el Nodo se emitieron unas imágenes suyas jugando. "Me vi gordo, con el culo ancho, fuera de lugar, un jugador proveniente de una generación anterior. Y era así. Me retiré. Tenía 36 años (1958). Al homenaje que le concedió el club vino nada más y nada menos que el Santos de Pelé. Todo un lujo. Carlo, con 32 años, se tuvo que retirar por culpa de las lesiones. En su último curso, el 91-92, apenas pudo disputar 12 partidos. A los pocos meses ya estaba de ayudante de Sacchi en la selección italiana
A pesar de esa trayectoria de 25 años en el Real Madrid, de haber marcado el primer gol del club en la competición y de haber levantado como jugador las tres primeras Copas de Europa y luego ganó como entrenador la quinta y la sexta, Miguel Muñoz es un auténticos desconocido para las nuevas generaciones. Internacionalmente sus 14 títulos y su larga permanencia en el cargo nunca fueron reconocidos como los de otros técnicos que con menos bagaje de triunfos supieron 'vender' mejor su imagen externa. Como pudiera ser los casos de Bill Shankly, Helenio Herrera, Marinus Michels, Alex Ferguson, Johan Cruyff, Van Gaal, Mourinho, Arrigo Sacchi...
🏆 Ancelotti, en lo más alto.
— Relevo (@relevo) August 14, 2024
Iguala a Miguel Muñoz como el entrenador con más títulos en la historia del Real Madrid.
▪️ Lo ha hecho arrancando su sexta temporada (292 partidos), por las 16 campañas (605 encuentros) del madrileño. pic.twitter.com/BhOTMnOD99
El 'fuera Muñoz' preludio de su adiós
Dicen los libros de texto de la época, finales de los 50, que Santiago Bernabéu decidió que Miguel Muñoz fuera el nuevo entrenador del Real Madrid porque un día, ya retirado como jugador y comenzando su carrera de técnico en el Plus Ultra, filial blanco que militaba en la Segunda división, trascendió que un representante se personó en el domicilio del entrenador en el Paseo de la Habana madrileño haciéndose pasar por embajador del Mallorca, con la intención de comprar el partido inmediato que tenían los dos equipos en la antepenúltima jornada de Liga. La respuesta del técnico fue inmediata.
-O se va usted ahora mismo de mi casa, o le tiro por la ventana...
La secuencia se propagó en el club y don Santiago no dudó. "Este es el entrenador que yo necesito para el Real Madrid". Dicho y hecho. Nadie mejor que recuperar las palabras del propio presidente para conocer como era Miguel Muñoz como entrenador y sobre todo por qué le mantuvo 14 años en el cargo. "Es un hombre competente, trabajador, honrado, insobornable en su criterio y comedido siempre en sus declaraciones. Y lo más importante, es madrileño. Fue un acierto que Muñoz a continuación de ser jugador se incorporara a las tareas de entrenador. Por ello no hubo lagunas entre un trabajo y otro".
Muñoz, en su estancia en el banquillo del Bernabéu, ganó al menos un título todas las temporadas, salvo en 1971 y 1973, que se quedó en blanco. El presidente siempre le respaldó. Incluso cuando comenzaron en el estadio a escucharse un cantico muy significativo y popular: "Fuera Muñoz, fuera Muñoz". Bernabéu no se dejó influenciar. "Una minoría sin fuerza, los descontentos de siempre. La Junta del Real Madrid no se pondrá a la altura de otros que echan a su entrenador por uno o dos partidos perdidos. Sistema, siempre, de fatales consecuencias.
Don Santiago respaldó a su entrenador incluso después de perder la final de la Copa de Europa de Viena contra el Inter (1963-64). A la vuelta del partido (3-1), el técnico hizo dos informes, uno del partido y otro de la situación de la plantilla y en este, concretamente, aconsejaba dar la baja a siete jugadores veteranos, entre ellos Alfredo di Stéfano. A Muñoz, sabiendo lo que significaba para el club el futbolista que había sido su compañero, no le tembló el pulso. La relación entre ellos se había deteriorado en los últimos años y en la víspera de la final del Prater habían tenido un cambio de impresiones sobre cuestiones tácticas que fue determinante.
Di Stéfano no estaba de acuerdo con el planteamiento de Muñoz y así lo expuso en la reunión de turno con el presidente delante. El entrenador apostaba por marcar a Facchetti, que se había convertido en un lateral izquierdo todoterreno que marcaba goles. Los jugadores, en aquellos tiempos, ya solían tener reuniones a solas, sin el técnico y en ella habían imaginado tácticamente un partido distinto. Las palabras de Di Stéfano resumían su sentencia como jugador del Real Madrid. "Al final, qué pasó, que se jugó como quiso Muñoz y jugamos con uno menos. Él me mandó a la mierda, y me echaron a mi del club porque yo también le mandé a la mierda".
Reorganizó el equipo sin Di Stéfano y siguió ganando
Con el respaldo de la directiva, Muñoz reorganizó la plantilla, y con fichajes nacionales y chicos de la cantera en dos años formó un equipo que ganó la sexta Copa de Europa, la de los ye-yés de 1966 en Bruselas contra el Partizán. Sin Di Stéano, además del gran éxito continental ganó cuatro Ligas consecutivas. Los años en el cargo no parecían pesar, pero fueron desgastándolo poco a poco hasta que en enero de 1974, el técnico tomó la decisión de dejarlo. No hubo forma de convencerle para que siguiera, Bernabéu le comprendió. "No me gusta ver sufrir a la gente y Miguel Muñoz lleva mucho tiempo sufriendo, por eso he aceptado su dimisión. Deja recuerdos imborrables".
Es más, le pidió que nombrara su sustituto. Bernabéu le insinuó que Gento, pero Muñoz dijo que Luis Molowny, a quien él había recomendado como director técnico, puesto que ocupaba en el club. Así fue. "Tu le nombraste y te dije que nunca te echaría para que te sustituyera él en el cargo y ahora eres tú quien le recomienda... Así será". En su despedida, Miguel, a quien Di Stéfano llamaba el 'músico' por cómo movía los brazos en los entrenamientos y porque usa continuamente un silbato, quiso ser lo más prudente posible. "Me voy porque ya no tengo calor y ya no necesito calor". A Bernabéu le dolió el alma con la marcha de su técnico de cabecera. Se reunió con los jugadores y les leyó la cartilla y al final de temporada cuando el equipo ganó la Copa, salió a defender a su entrenador marchito. "No será tan mala su herencia cuando se gana sin él".
A sus 53 años, Muñoz consideraba que tenía más banquillo en su cuerpo y probó suerte antes en el Granada Las Palmas y el Sevilla, antes de calar hondo en la Selección. Él es el seleccionador del 12-1 a Malta y la Eurocopa 84 de Francia en la que España llega a la final perdido con el gol de Platini y también en el Mundial 86, que se escapa con los penaltis fallidos contra Bélgica, después de una buena actuación en el campeonato.
Como entrenador-seleccionador fue un técnico forjado a sí mismo. Su carácter se reflejaba en su trabajo. No era un loco de la táctica. Era más de jugadores que de pizarra. Le gustaba ser práctico por encima de todo. Los delanteros, atacan y los defensas, defienden. Más de veteranos que de jóvenes, fue cambiando de opinión con el rendimiento de los ye-yés. Sus comienzos no fueron fáciles pues tuvo que 'mandar' sobre los que habían sido sus compañeros. Y estamos hablando de jugadores como Santamaría, Di Stéfano, Puskas, Marquitos, Gento,.. El choque fue inevitable y solo su mano izquierda consiguió que la convivencia no se lastimase más de lo habitual.
En su última etapa en la Selección, sin embargo, los jugadores le veían como un patriarca, un sabio que les 'tocaba lo menos posible las narices", tanto en el asunto táctico como en el de la disciplina. Siempre intentaba desdramatizar las situaciones. Un día en un entrenamiento, sus jugadores lo estaban haciendo tan mal que se sacó una moneda del bolsillo. "Cinco duros al primero que dé un pase bien". De los rivales se preocupaba lo justo. Mandaba a Vicente Miera y a Mariano Moreno a formalizar los informes, pero les hacía el caso justo e identificaba a los jugadores contrarios por los numeros. "Salvo a Platini, que a ese sí le conozco"
Maestros en las respuestas
En lo personal, en lo humano, la comparación con Ancelotti también se soporta y tiene su razón de ser. Ahora, el italiano sorprende habitualmente con sus 'modismos', sus respuestas ocurrentes para destensar las preguntas. "Háblame del mar, marinero". "Me he pasado todo el verano sin dormir porque no sé dónde voy a poner a Mbappé". "Nacho es un defensa pesimista, por eso siempre está muy atento a todo". "En la primera parte de la final fuimos un poco vagos,.. " "Quiero bailar con Camavinga".
Muñoz también era así. No podía negar que había nacido en el Barrio Salamanca de Madrid, castizo puro. "¿Castizo yo? pero si no voy en metro". Campechano. Irónico. Amante de los refranes y de las frases hechas. Le molestó bastante cuando el presidente de la Federación, Pablo Porta, dijo que 'tenía una flor en el culo' por cómo había ganado a Malta y se había metido en la final del Parque de los Príncipes, pero supo contestarle. "Más vale tener flor que otra cosa". Y cuando en la final se le escapó a aquel balón a Arconada, no se calló. "La flor se ha marchitado, me cago en la madre que la parió".
Su relación con la Prensa siembre fue particular. Los periodistas le cargábamos, pero sabía cómo llevarnos. Tiraba de ingenio. "Sí, es verdad, tenemos más zurdos en la Selección que en el Gobierno. Si somos un país de izquierdas como no vamos a jugar por la izquierda". Siempre consideró que su etapa de seleccionador no tuvo nada que ver con su experiencia en el Real Madrid. "En el Madrid había que ganar todos los partidos y todos los títulos, en la Selección no existía esa presión. No habíamos ganado nada desde 1964".