JUVENILES

La Federación planea una revolución en las ligas juveniles… con aroma a Superliga

Las siete ligas de División de Honor pasaría a dos grupos elite y otros cuatro por debajo.

En la previa de la última Copa del Rey/RFEF
En la previa de la última Copa del Rey RFEF
Hugo Cerezo
Alfredo Matilla

Hugo Cerezo y Alfredo Matilla

La Federación está preparando una revolución en la composición y el formato de las ligas juveniles, con la eliminación de los siete grupos de División de Honor y la implantación de dos ligas élite, con otros cuatro grupos por debajo que serían como una segunda división. El plan está trazado y ahora las territoriales, inmersas en las continuas reuniones de trabajo que se van celebrando estos días, están informando a los distintos clubes implicados, con el objetivo de que se apruebe para arrancar en la temporada 2026-27.

La motivación desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas es la de elevar el nivel competitivo de los jugadores que formarán en su mayoría las categorías inferiores Sub-19 de la Selección. Esos dos grupos élite estarán compuestos por los clubes más potentes, así también se facilita el seguimiento de los canteranos para su evolución internacional. Cuarenta clubes en dos ligas lógicamente supone un crecimiento de nivel respecto a los 120 que ahora compiten en División de Honor.

Este formato está inspirado en la Primera RFEF, en cuanto que se redujeron de cuatro a dos grupos la Segunda B para hacerla más atractiva, y también en la composición de los grupos, que ahora mismo es 1 para la zona Norte y el 2 para la Sur. Lógicamente será más atractivo también para el público que se produzcan duelos directos entre las canteras de clubes de primer nivel que habitualmente dominan sus grupos de División de Honor. Un formato que recuerda en parte a la vieja Liga de Honor Sub-19 que se jugó hasta la 95-96 y que dio paso al sistema de competición actual.

Sin embargo, esta nueva disposición dispone de otra cara, la de la mayoría de esos clubes que compiten contra los mejores y cuyos jugadores se benefician de pelear y a su vez crecer como consecuencia de medirse a rivales más potentes; además, por supuesto, de cierto aroma a Superliga en tanto en cuanto se prioriza la convivencia de los más fuertes relegando a los que no lo son a divisiones inferiores. Del mismo modo que se complican los viajes, puesto que ahora la división territorial de esos siete grupos propicia desplazamientos de mayor proximidad que los del nuevo plan.

El sistema de competición actual es de siete grupos, cuyos campeones juegan, junto con el mejor segundo, la Copa de Campeones. Las ligas nacionales que están por debajo (17 grupos) corresponden a cada territorial excepto Andalucía, que cuenta con dos grupos, y Canarias, que tiene un campeonato propio. Los juveniles 'b' de los grandes suelen copar los puestos altos de las nacionales, pero al no poder ascender suben de categoría equipos de menor nivel.