BUNDESLIGA

Se lesiona el línea en el Wolfsburgo-Colonia... ¡y le sustituye un exjugador de los locales que estaba en la grada!

La megafonía buscó árbitros que estuvieran en el estadio y apareció el director deportivo de un equipo de sexta categoría que contaba con el título.

El árbitro improvisado del Wolfsburgo-Colonia./
El árbitro improvisado del Wolfsburgo-Colonia.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Si el fútbol no existiera, habría que inventarlo. Entre todos los episodios randoms que puedan rondar la cabeza de un aficionado, este se lleva la palma. El partido de Bundesliga disputado entre Wolfsburgo y Colonia estuvo parado durante varios minutos por la lesión de un juez de línea. La solución final que se adoptó para solucionar el embolado fue colocar de cuarto árbitro... ¡a un exjugador de los locales!

Para entender cómo el suceso desembocó en una consecuencia tan rocambolesca toca ir por partes. El linier recibió un balonazo y se quedó aturdido sobre el césped. Marx Finkgrafe golpeó con el esférico en la sien a Thorben Siewer, por supuesto, de manera accidental.

Este cayó al suelo desplomado y necesitó atención médica. Pronto, los doctores sentenciaron que el colegiado no podría continuar. La primera solución es sencilla. Nicolas Winter, cuarto árbitro, pasó inmediatamente a ejercer de linier, tal y como refleja el reglamento.

El problema resulta de encontrar entonces a un cuarto árbitro para reemplazar a Winter, que ya era linier. Desde la megafonía del estadio se hizo un llamamiento a toda aquella persona de la grada que pudiera ejercer de árbitro para que bajara al terreno de juego e improvisara una actuación.

Por supuesto, no cualquiera puede ofrecerse. Necesita contar con los títulos correspondientes, aunque no deja de ser llamativo que lo más natural es que aquel que esté capacitado sea aficionado del equipo local. Efectivamente, eso ocurrió, pero con una situación aún más drástica.

Un ex del Wolfsburgo al rescate

El que se ofreció fue Tobias Krull, un hombre de 32 años que actualmente es director deportivo y portero del equipo de la liga regional MTV Gifhorn, actualmente en sexta categoría del fútbol alemán. Entonces, tiraron de protocolo para desvestirse y colocarse la equipación de árbitro y toda la tecnología suficiente para poder ejercer de cuarto árbitro. Por cierto, por supuesto tiene licencia.

Lo curioso de su caso es que Krull jugó en la cantera del Wolfsburgo hace años, por lo que los amantes de las teorías de la conspiración bien podrían objetar que su actuación iría a favor del equipo local. La labor del cuarto árbitro, en realidad, no resulta trascendental en el comportamiento del principal. El partido, por cierto, acabó con empate a uno y sin polémicas destacadas.

¿Era necesario un cuarto árbitro?

Realmente no. Si no se hubiera encontrado a ningún aspirante en la grada, el partido podría haber continuado con total normalidad. Otra cosa es que se hubiera producido una nueva lesión, dificultando ya enormemente el desarrollo del duelo. Sin embargo, la figura del cuarto árbitro es prescindible e incluso el colegiado podría haber adoptado la determinación de que nadie le supliese, sin necesidad de preguntar a los seguidores presentes en el estadio.

Las Reglas del Fútbol no recogen esta posibilidad en su libro, pero sí lo hace, por ejemplo, el Reglamento General de la Real Federación Española de Fútbol en su artículo 236, en su apartado de funciones arbitrales:

"En todas las demás clases de partidos en general, si una vez comenzado el encuentro le sobreviniera al árbitro imposibilidad para actuar por causa o accidente ajenos a su voluntad, será sustituido por el asistente que, entre los dos designados, esté adscrito a superior categoría arbitral, quedando el otro en su condición de tal; si bien el sustituto del principal podrá decidir, si lo estimara conveniente y cupiera la posibilidad, que intervenga como segundo asistente, cualquier árbitro con credencial federativa en vigor que se encontrase presente en las instalaciones deportivas".