"Ni una bomba atómica habría causado este desastre": el motivo por el que el Atlético juega en Turquía
Miguel Peiró, preparador físico del conjunto turco, explica en Relevo la situación del país antes de reencontrarse con su exequipo.

Miguel Peiró Montañana (1961, Valencia) lleva 37 años ligado a la preparación física en el mundo del fútbol. Actualmente es el preparador del Besiktas, dirigido por Senol Günes, y en el pasado trabajó en el Atlético de Madrid, a las órdenes de César Ferrando (2004-05), Abel Resino (2008-09) y Quique Sánchez Flores (2009-11). Mañana volverá a reencontrarse con su exequipo, con motivo del amistoso que Besiktas y Atlético disputarán (19:30 horas) para recaudar fondos por las víctimas de los terremotos de Turquía y Siria, del pasado 6 de febrero. Antes, entre sesión y sesión de trabajo, Miguel atiende la llamada de Relevo para hablar de su extensa trayectoria y la dura situación que sufren miles de personas en Turquía.
"Fueron semanas muy duras, porque tenemos 13 millones de afectados y existe mucho interés en seguir ayudando. Hubo diez ciudades dañadas, pero sobre todo dos, especialmente una de ellas, Hatay. Hemos visto imágenes por dron que ni una bomba atómica habría causado este desastre", explica Peiró. Se calculan, al menos, más de 60.000 víctimas mortales, en una zona de Turquía muy afectada por la inmigración de Siria, donde muchas de las personas fallecidas no aparecen ni censadas. "Vamos a Turquía para ayudar a gente que lo necesita", precisaba Simeone tras el triunfo de Vallecas. El objetivo de todos los participantes es mantener presente en la sociedad la necesidad de ayuda y repetir la ola de solidaridad que recorrió el pasado mes de febrero todo el fútbol internacional.
Situación deportiva en Turquía
El fútbol turco no es la mina de oro de hace unos años, donde futbolistas como Guti llegaron a jugar sus últimos años con las Águilas Negras. "La lira turca se encuentra por los suelos. Hace 10 años, por ejemplo, tres liras turcas equivalían a un euro. Hoy, a 21. Hablamos de una devaluación del 700%", resalta Peiró. El calendario de la Superliga turca se ha visto afectado, lógicamente, por los seísmos de febrero. "Tuvimos que parar tres semanas la Liga, con la dificultad de que la final de la Champions se juega aquí el 10 de junio y al día siguiente tampoco se van a poder jugar partidos. No saben realmente cómo lo van a hacer: hay que colocar dos semifinales de Copa, más una final de Copa de Turquía, más 11 partidos. Fenerbahçe y Galatasaray ya pudieron jugar amistosos para recaudar y ahora nos toca a nosotros ayudar en lo que podamos", añade.

El preparador físico aterrizó por tercera vez en el Besiktas a finales de febrero, donde acumula cinco triunfos y un empate que les permite pelear por la segunda plaza. "Volví con Senol Günes, con el que coincidí en el Bursaspor, en 2014, y luego fichamos por el Besiktas, donde ganamos dos ligas e hicimos buenas Champions. Eso es lo que te mantiene porque si no, te quedas sin trabajo. De hecho, cuando se fue a la selección de Turquía, yo me quedé de nuevo sin trabajo", cuenta el integrante del cuerpo técnico del Besiktas, que antes de llegar a tierras otomanas tuvo la mala experiencia de Al-Jazira, en los Emiratos Árabes, acompañando a Luis Milla, donde les echaron al quinto partido del campeonato. "Te limpian enseguida. En Turquía también suele pasar", matiza.
Etapa en el Atlético de Madrid
Este duelo ante el Atlético resultará especialmente emotivo para Miguel Peiró por su pasado rojiblanco. Antes de recalar en la ribera del Manzanares en 2004, desempeñó su labor durante diez años en el Valencia ("Trabajé con Héctor Cúper con las dos finales de Champions, así como con Ranieri y su preparador físico italiano") para luego dar el salto con Ferrando al Albacete y fichar finalmente por el Atlético. "Te cala esa filosofía del club muy adentro, pero fue una temporada complicada. Primero al perder la Intertoto, en los penaltis contra el Villarreal, y luego el final de Liga no estuvimos bien y eso nos sentenció".

Ese curso coincidió con Abel Resino, ayudante por aquel entonces de Ferrando, que luego le llevó consigo al Levante, Castellón, Atlético, Granada y Celta. "Abel siempre ha hecho cosas importantes, pero tuvo una crítica exagerada. Salvó al Levante, Granada y Celta. Puede que sea una persona muy directa, pero no entiendo el mal cartel que le pusieron. Una vez que acabamos en Vigo, en una situación extrañísima, donde nos pagan el finiquito habiendo salvado al equipo y sin la posibilidad de empezar la temporada, no le salen ofertas a él y yo no puedo aguantar sin trabajar, que es donde me sale la oportunidad de Emiratos y luego Turquía".
Quique Sánchez Flores sustituyó a Abel en el Atlético, pero este acontecimiento no supuso su adiós. "Le conocía del Valencia y aunque trajo su propio preparador, quiso que me quedase. En aquella etapa ganamos la Europa League en Hamburgo y la Supercopa ante aquel Inter que se coronó en el Bernabéu con Mourinho".

Por las manos de Miguel Peiró han pasado más de mil jugadores y guarda en el recuerdo algunos de ellos como el de Diego Forlán. "Me avisó que tenía su propio preparador físico, de Montevideo. Hoy es normal, debido al efecto Cristiano, que la mayoría de los jugadores tengan su PT (personal trainer), pero en aquel momento no. Lo primero que hizo fue decírmelo para facilitarme todo el programa de trabajo que le ponía. Era un tío que se cuidaba mucho y siempre estaba muy fino. Perea o Ujfalusi también se cuidaban un montón. Había jugadores que tenían un sentido del rendimiento muy alto", apunta.
El trabajo del Profe Ortega y la fama del preparador físico español
La fama del fútbol español le permitió trabajar en el extranjero. "El preparador físico español no ha tenido fama por ser fundamentalmente científico, porque ahí los alemanes o italianos, que venían muchos del atletismo, tenían más fama. Creo que el preparador físico que cambia la mentalidad en España fue Paco Seirul·lo, con el Barça. Yo cuando llegué a Turquía me pedían ejercicios para jugar como la España del Mundial de Sudáfrica, que dejó ese poso de que nuestro deporte era vistoso. Ahora la tendencia es criticar ese toque de balón, ese tiqui-taca, porque luego les falta físico. Cuando el Bayern le mete ocho al Barça, se ve un poco el trabajo en ese sentido del Real Madrid Madrid o el Atlético, con el Profe. El preparador no solo tiene que saber del fútbol sino conceptos aplicados de la preparación física", analiza.
Elogia la labor del Profe Ortega a lo largo de casi 12 años al frente del Atlético con Diego Pablo Simeone: "Los resultados hablan por sí solos. Ha seguido esa línea de ser muy disciplinado, arropado por el Cholo y exigiendo siempre el máximo. Me hace gracia escuchar lo de 'qué cansino el Profe, que nos mete unas palizas'. No creo que sea para tanto. El jugador muchas veces se queja de todo. Para mí la experiencia me ha enseñado que es mejor equivocarte por exceso que por defecto, como quitar series o no hacer esto o lo otro. Al final, les quitas trabajo y les vas perjudicando. La mentalidad del futbolista no es como la de otros deportistas, que suman y suman siempre".