El Barça se queda sin su corazón: todo lo que pierde Xavi con la lesión de Gavi
El canterano azulgrana se ha lesionado de gravedad en su rodilla derecha.
Explicar, o tratar de hacerlo, a un Barça sin Gavi resulta casi imposible porque desde que el canterano debutó en 2021 solo se ha perdido por lesión cinco partidos en dos temporadas y media. Anticipar su baja y tratar de rellenar el vacío que deja es un ejercicio de ficción que se asemeja mucho a una historia de terror. Gavi, al que Xavi ha definido por activa y por pasiva como "el alma del equipo", es mucho más que lo que su juego muestra, por lo que su baja abre un interrogante de proporciones desconocidas.
Xavi perderá a su centrocampista más dúctil. El más adaptable a distintos escenarios de máxima exigencia sin que su capacidad de impactar en el partido mengüe, porque allí donde no le llega el juego, lo hace una competitividad que contagia al resto y alimenta el ímpetu del equipo. Desde que llegó el técnico de Terrasa, Gavi ha jugado como interior, extremo puro, falso extremo, mediocentro e incluso llegó a ser algo parecido a un lateral en Pamplona en el primer curso de Xavi. Independientemente de dónde lo haya situado Xavi, Gavi ha sido capaz de impactar en el equipo a pesar de su juventud e inexperiencia. El Barça tendrá que reformular su forma de competir.
Lo peor para el de Los Palacios es que se lesiona justo en su mejor momento de juego, confianza y nivel. Gavi venía siendo el mejor centrocampista del Barça este inicio de curso descubriéndose en un nuevo rol que estaba potenciando más sus virtudes: participando cerca de la base, acompañando a Gündogan, el canterano estaba jugando a gran nivel porque era ahí donde podía mostrar el juego que lleva dentro. Su dinamismo y su agresividad eran puntales para que el Barça tuviese cierto orden y presencia dentro, compensando las lesiones de De Jong y Pedri y ayudando a Gündogan allí donde el alemán no llegaba.
Xavi se refirió a Gavi como el corazón del equipo. Es el órgano que bombea la tensión competitiva al resto, alguien que uno no se imagina fuera de combate durante más de cinco minutos, por lo que trazar un plan a largo plazo sin Gavi es imaginarse a uno mismo sin corazón. Un imposible.
Defensivamente, la baja tiene un valor incalculable. El Barça se queda sin su jugador más agresivo y el centrocampista que empuja al equipo hacia arriba. Gavi es el futbolista del Barça que más presiona (24,8 por cada 90 minutos), que más presiones gana (4,8), que más acciones agresivas hace (15) y que más entradas e intercepciones suma (4,4). Es el motor defensivo del equipo porque empuja al Barça a defender hacia arriba y sus acciones defensivas ganadoras son tantas que cuesta cuantificar el roto que deja el de Los Palacios.
Una de las consecuencias directas de la lesión de Gavi es que el Barça tendrá que mudar de piel. El equipo campeón de Liga (y Supercopa de España) no podrá volver a repetir títulos haciendo lo mismo, sencillamente porque quien daba sentido en gran medida a aquel equipo no estará. La baja de Gavi obligará a Xavi a redibujar su presión, a entender que habrá duelos que no podrá ganar y jugadas que, sin Gavi, no se podrán defender de la misma forma. Perder a Gavi es que los viernes sean lunes y que nadie encare los lunes como un sábado.
La lesión tiene un punto de fatalidad porque llega justo cuando Gavi insinuaba sus poderes, empezando a enseñar que los controlaba y entendía. Su carácter estaba equilibrándose con un juego cada vez más profundo que le estaba permitiendo dar más pases, perder menos balones y ser más preciso en sus acciones que el pasado curso. Esa mejora, sustentada en un cambio de rol y bajas que le forzaron a dar el salto, aún no se había podido mezclar con los regresos de De Jong y Pedri, que anticipaban una mejoría importante al equipo. Xavi deberá esperar. Y reformularse.
Poco a poco, Gavi iba desenroscando la Matrioshka que es su fútbol, enseñando capas nuevas que apuntaban lo que en el fútbol base ya se sabía: "Lo mejor de Gavi está por llegar", apuntaban entrenadores del fútbol formativo a Relevo. Y desde el cuerpo técnico señalaban la relevancia de Gavi para liderar la presión, una de las señas de identidad del FC Barcelona el pasado curso. "Gavi siempre en la base... aunque cuando está más arriba es vital para iniciar la presión", apuntaban fuentes del staff. Sin Gavi, recuperar la pelota tras haberla perdido se convertirá en una odisea.
Para Xavi, el golpe es muy duro. No solo por la baja en sí, sino porque llega en un momento de dudas y de un nivel futbolístico muy bajo que forzarán al técnico a tener que paliar el vacío de Gavi a la vez que tratar de construir algo nuevo y distinto a lo que venía haciendo, forzando los regresos de Pedri y De Jong al máximo nivel sin tiempo de demora. ¿Cuántos Barça hemos visto este inicio de curso con tantas bajas? Con cada pérdida, menos identidad, y la de Gavi es de las que dejan sin respuesta. En muchos partidos, la identidad se resumía en Gavi, que habla un idioma que nadie más comparte y que cuando nadie se entiende sostiene al equipo.