En el polvorín de Aarhus comenzó todo para La Roja: "Nunca habíamos visto a Luis Aragonés sufrir tanto y estar tan tenso como en esos días"
La no vuelta de Raúl, el fichaje de Hierro como director deportivo y la trascendencia del choque habían creado un ambiente de crispación que Albelda y Marchena recuerdan para Relevo.
La Roja de Luis Aragonés, que en junio del año siguiente ganó la Eurocopa 2008, tomó cuerpo, alma, corazón y vida en tierras danesas. Allí comenzó todo (13-10-2007). En un inolvidable 1-3 y en una gran actuación coral se medio aseguró la clasificación a falta de ganar a Suecia en casa. De lo imposible a lo más que posible. No fue en Copenhague, donde se juega ahora, sino en Aarhus, a 200 kilómetros. El Parken, la casa habitual de la 'Danish dinamyte', estaba clausurado con cuatro partidos de sanción que se quedaron en dos. No fue, tampoco, en la última visita a territorio vikingo, sino en la penúltima. La última fue en el debut de Del Bosque como seleccionador en un amistoso (0-3) en agosto de 2008.
Y ahí comenzó todo. España dio el primer paso hacia su segundo título continental inmersa en un ambiente más que crispado. Aquello era un auténtico polvorín. Y lo escribo de forma tan categórica porque nadie me lo ha contado ni lo he tenido que leer. Estuve allí presente. Lo de menos era que si España no ganaba ese partido se despedía de la Eurocopa. Lo que verdaderamente importaba en esos días previos era la no convocatoria de Raúl, que había jugado su último partido con el equipo nacional en septiembre de 2006, pero cuya figura seguía vigente un año y un mes después. Sin saberse bien las razones, en esas fechas se volvió a generar en el entorno una atmósfera de presión para que, ante un duelo tan decisivo, el madridista regresara al equipo nacional en plan salvador.
No era el único asunto ajeno a lo puramente futbolístico que galopaba en el ambiente. Quedaban rescoldos sobre la incomparecencia de Luis Aragonés ante la prensa después del último partido de la Selección en Oviedo contra Letonia y su regreso a Madrid en coche fuera de la expedición oficial, que volvió al día siguiente en avión. También surgió la polémica sobre el nombramiento y presentación oficial de Fernando Hierro como director deportivo unos cuantos días antes, a pesar de que ya llevaba varias semanas trabajando en su despacho. De todo ello se habló más en la conferencia de prensa en la que Luis facilitó la convocatoria oficial para los partidos contra Dinamarca y Finlandia (amistoso). En ella aparecían por primera vez Albiol y Riera como grandes novedades. Los dos debutaron, el segundo con gol incluido, en la fría noche danesa. Se daba asimismo la vuelta de Puyol, que había faltado a las últimas citas por su grave lesión. Tres días después de la lista, por lesión de Villa, Tamudo entraba en escena después de dos años sin ser convocado.
Curiosamente, sin Raúl y sin Villa, los últimos porteadores del número 7, ningún jugador lo eligió. Posiblemente, sería la primera vez en la historia de la Selección que disputara un encuentro sin que ninguno de sus componentes utilizara un dorsal con tanto arraigo futbolístico. Tamudo, que lo podía haber pedido cuando se incorporó por aquello de ser delantero, prefirió el 19. No quiso meterse en ningún charco que pudiera salpicar a los ausentes. Justo en la víspera, durante el entrenamiento, se lesionó Fernando Torres y aquella predestinada noche para la gloria balompédica, España también jugó sin '9'.
"No llevo a Raúl porque el partido contra Dinamarca es muy importante y si perdemos, todos los palos serán para él, cuando ahora todo el mundo le ensalza"
Ex seleccionadorRetrocedemos a la comparecencia del seleccionador antes de viajar a tierras danesas en la que no se citó ni una vez al rival de turno. El primer toro que tuvo que torear Luis fue el de su espantada de Oviedo del último partido. "No hablé porque no lo creí oportuno. Me pareció lo mejor para la Selección aunque fuera lo peor para mí. ¿Razonamientos y causas? Las mías, nada más. Fue lo más acertado. Sé perfectamente cómo va esto y sé que lo que tiene que hacer un seleccionador es hablar poco y ganar mucho, nada más".
Inmediatamente, el nombre de Raúl saltó a la palestra. "No voy a individualizar por dos razones: una, por respeto a los que sí están en la lista; y dos, porque esta Selección lleva ocho partidos jugados, de los que ha ganado siete y empatado uno. De ahí que haya intentado ser lo más justo posible con los que han conseguido estos resultados. Claro que tenemos informes de Raúl, pero hay que comprender que es un partido en el que nos jugamos la clasificación y si llevamos a Raúl y luego perdemos todos los palos serán para él, cuando ahora todo el mundo le ensalza".
Y de Raúl a Hierro y su presentación como director deportivo, efectivamente, no había gustado mucho al seleccionador. "Ya lo sabía y me parece perfecto. Él tiene sus competencias y yo las mías y, a mí se me ofreció ese puesto antes que a nadie, para compaginar con el de seleccionador, pero no hubo acuerdo y cuando se intentó retomar el caso les dije que con Luis no se retoma nada y que si querían cubrir ese cargo que cogieran a alguien. Hierro lleva muchos años en esto, tiene experiencia, ha hecho un master y está capacitado. Está aprendiendo y yo despacho con él a diario".
De forma sorprendente, el seleccionador anunció que no volvería a acudir a las conferencias de prensa previas a los partidos, ni concedería ninguna entrevista individual y solo hablaría después de los partidos. En primera instancia, lo que sí hizo fue conceder una larga entrevista a la web de la Federación que venía a sustituir a su incomparecencia pública. En ella, sorprendentemente, por ser un medio de su casa quien le entrevistaba, también tuvo que responder a preguntas sobre Raúl e incluso se le demandó si no se consideraba tozudo, demasiado aferrado a sus ideas y poco receptivo. Increíble. El enemigo dentro. Luis no se cortó y respondió. "No me parece que yo sea tozudo. Yo tengo mi opinión y otra gente tiene la suya. Pero cuando llegué a esto sabía donde desembarcaba y lo que iba a ocurrir, porque antes que a mí les había pasado lo mismo a otros".
"En el gol de Sergio de los 28 pases, el único jugador de campo que no tocó el balón fui yo... que era el mediocentro. Increíble. Recuerdo que en el propio vestuario había un ambiente muy tenso. Nunca había visto a Luis tan serio y preocupado"
InternacionalDavid Albelda jugó aquel partido de Aarhus. Era uno de los fijos de Luis Aragonés en el pasillo de seguridad, como el técnico denominaba el callejón que iba desde portero al delantero centro, pasando por los centrales y el propio mediocentro. El valenciano recuerda tantos años después cómo fue el partido y también la tensión de los días previos. "Era un partido importantísimo para la historia reciente de la Selección. Llegamos 'jodidillos' por decirlo de alguna manera. Teníamos que ganar o ganar. Jugamos bien. Marcamos pronto, Tamudo. Eso nos dio confianza y después llegó el que es el gran recuerdo de aquella noche, el gol de Sergio Ramos después de no sé cuantos toques y pases... saliendo desde atrás, basculando de una banda a otra. ¿Sabe de lo que me he enterado no hace tanto? Que en esa larga jugada el único que no tocó el balón, además del portero, Iker, fui yo. Se la pasaban todos y yo, que estaba en el medio del juego, no llegué a intervenir. Cosas del fútbol, aunque hubo un tanto de maldad conmigo al respecto en alguna crónica por no haber intervenido".
Haciendo memoria, David, entra en la realidad que alumbraba al equipo en aquellos días. "Llegamos al partido con la sensación de que todo lo que sucedía en torno a nosotros era un tanto desmedido. Se hablaban de cosas externas al grupo. Pocos apostaban por nosotros en aquellos momentos. Mis sensaciones con la Selección hasta que se comenzaron a ganar títulos era que todo se convertía demasiado convulso cada vez que no acompañaba un resultado. Además, se cuestionaba mucho el juego. Siempre había un ambiente negativo sobre nosotros y se acrecentó con ese cambio de ciclo reciente en el que gente que parecía eterna dejo de ir y comenzó a entrar gente más joven".
Según avanza la conversación, se nota que va recordando más vivencias de aquellos días de octubre de 2007 en tierras vikingas. "En el vestuario esa situación se vivía con cierta intensidad. No podíamos estar ajenos a todo lo que se decía fuera. No eran asuntos puramente futbolísticos. Sí, recuerdo momentos tensos hasta en los vestuarios. No por nuestra parte, pero sí en Luis, que a pesar de su experiencia y que siempre parecía que llevaba bien estas situaciones límites, en esa ocasión le vi más tenso de lo normal. Se le notaba. Puede que desde que yo iba a la Selección fueron los peores momentos en nuestra relación con el entorno que nos acompañabais. Ese y el de la eliminación de la Eurocopa de Portugal con Iñaki Sáez en 2004. No ayudaba tampoco que veníamos de unos malos resultados. Ocurre igual en los grandes clubes, la presión es constante...
... La diferencia de la Selección es que van jugadores más acostumbrados a vivir estas situaciones y están más preparados. Incluso sin llegar a rendir bien, solíamos superar esas fases de clasificación. Ese partido mismo, lo ganamos sin Puyol, sin Silva, sin Torres y sin Villa, pero la realidad es que teníamos buenos jugadores, aunque no se estuvieran dando los resultados. Debutaron Albiol y Riera. De Raúl, que era compañero mío en el Valencia, recuerdo que hizo un gran partido y Albert marcó en los últimos minutos... A veces el futbol es curioso. En aquella época parecía imposible que Luis remontara la situación. Imposible. Con el cambio de ciclo, con gente nueva y, sin embargo, ganamos en Dinamarca y terminamos ganando la Eurocopa. Bueno yo ya no estuve en la fase final. Me pasó la llegada de Koeman al Valencia. Dejé de jugar y mi ultimo partido con la Selección fue en enero contra Francia en Málaga. Cuando lo dejé creo que llevábamos 16 partidos sin perder".
"Fue una semana especial. Al equipo le vino bien que Luis asumiera toda la presión y nos liberara de lo que sucedía en torno a la Selección. Fue un partido simbólico para nuestro futuro por cómo se ganó"
InternacionalCarlos Marchena también era un fijo de Luis en la Selección y tiene grabado en su memoria perfectamente lo que sucedido en ese parido y en sus preliminares. También para él la nueva España, La Roja, nació en el frio danés. "Se hablaba de todo menos del partido. Reinaba la confusión, el ruido mediático se centraba en Luis. Al final le vino bien al equipo que él cogiera toda esa presión, nos liberara a todos y nos dijera, venga chavales esta la idea del partido, el plan, y jueguen. Con el tiempo te das cuenta de lo que él hizo esa semana a los futbolistas nos vino muy bien. Nos liberó. Todos los focos estaban en él y nosotros éramos conscientes de lo que estaba haciendo y lo que estaba pasando. Su desgaste fue tremendo, pero él era un maestro en eso. Nos jugábamos una Eurocopa después de no haberlo hecho bien en el el Mundial anterior. Había que estar allí para vivirlo".
El central no tiene ninguna duda de que siempre existirá un antes y un después de esa fecha en la vida de la Selección. "Nadie creía en nosotros y se tiraba por tierra nuestro trabajo. Todo el mundo estaba tenso. Todos estaban en nuestra contra. Siempre pensé que fue más importante cómo se ganó que el valor del triunfo en sí. El modelo de vamos a jugar así, comenzó esa noche. No tengo ninguna duda. Por lo menos los jugadores fuimos conscientes de ello. Fue un baño tremendo el que le dimos con el culmen del gol de Sergio Ramos. Ese partido enseñó lo que ese equipo y ese técnico éramos capaces de hacer. Fue muy simbólico para el futuro y Luis fue el gran artífice de todo con su comportamiento. En el fútbol siempre existen días, semanas claves ye especiales, y esa fue una sin duda. Nosotros nos dábamos cuenta perfectamente de su sufrimiento y su desgaste. Fue tremendo. Él se lo comió todo y nosotros salimos liberados y fue espectacular".
"Hay una persona que decide quién debe estar o no en la Selección y si no está Raúl, hay que respetarle. En España todos somos seleccionadores y lo único que importa es que España se clasifique"
Capitán de la SelecciónVolvemos al 2007. Los que sí hablaron antes del partido fueron los jugadores y cómo verían ellos el ambiente ante un partido en el que la derrota estaba prohibida, que Casillas pidió públicamente respaldo para el seleccionador con un tono serio y trascendente. Ejercía, sin duda, de capitán. "Hay una persona que decide quién debe estar y quién no en la Selección y hay que respetar sus decisiones. Después de caer en un Mundial y del arranque tan malo que tuvimos en la fase de clasificación, estamos en deuda con nosotros y con la afición. Aquí estamos unidos el entrenador y los jugadores. En España todos somos seleccionadores y lo único que importa es la clasificación de España.". Por cierto, que las conferencias de prensa de Casillas, Iniesta y Albelda se celebraron en una sala mitad discoteca, mitad restaurante vanguardista, decorada con velas y medio en penumbra.
Un detalle más a añadir a este recordatorio de hechos y palabras sucedidos la semana previa al encuentro, fue el enfrentamiento de Luis con unos jóvenes aficionados después del entrenamiento vespertino del miércoles en la ciudad deportiva de Las Rozas y que terminó siendo un montaje televisivo. Un aficionado joven con una careta de Raúl no paró de recriminar al técnico que no llamará a Raúl. Aragonés aprovechó que le habían solicitado unos autógrafos para acercarse a la zona desde donde se le gritaba e intentar localizar a su interpelador, que no era otro que un reportero de televisión. Luis cayó en la trampa.
"¿Tú sabes a cuántos Mundiales ha ido Raúl? ¿A cuántos?
"A tres", contestó el hombre de la careta.
Luis estaba lanzado. "¿Tú sabes a cuántas Copas de Europa, se refería a Eurocopas, ha ido Raúl? ¿A cuántas?
"A dos", contestó el periodista enmascarado.
"Dime las que ha ganado, dime las que ha ganado..." .
"Eso no es sólo culpa de Raúl", alega el ya protagonista de la charla.
El seleccionador insiste: "Pero dime las que ha ganado. Yo no hablo de que sea Raúl sea el culpable, pero ha jugado tres y dos, cinco... ¿Cuántas ha ganado?... A mí me parece bien cuando un jugador ha ido y ha hecho algo y tal... y que si venga o no venga a la selección. Lo que no podéis es hacer caso a lo que dice la prensa, que os equivocan, que os equivocan".
Y Luis se marchó bastante ofuscado sin saber que había sido producto de una estrategia televisiva. Al fin y al cabo, lo que dijo, era lo que pensaba y había repetido varias veces a los que le habían querido escuchar. Desde luego, leído lo leído, el ambiente no era el propicio para tener que empatar, como mal menor, o ganar un encuentro trascendental.
Todo lo expuesto quedó archivado en el olvido con la victoria ante Dinamarca que se completó con el posterior triunfo ante Suecia. A la Selección, en el NRGi Park de Aahrus, le salió el mejor partido de los últimos años. No solo fue el resultado. Fue el juego. Las sensaciones. No era normal que un entrenador adelantara el equipo titular 48 horas antes del choque, pero Luis lo hizo. Quizás para destensar el ambiente y que los que iban a jugar comenzaran a mentalizarse de lo que estaba en juego. El técnico, con Silva y Puyol, tocados, no quiso arriesgar con ellos de salida.
Apostó un 1-4-1-4-1. Los jugones, dentro. Xavi y Cesc, de escoltas de Albelda, que todavía era el mediocentro titularísimo. En la banda derecha, Joaquín. La izquierda, ciega. Por ahí partía Iniesta para meterse para adentro y dejar espacio a Capdevilla. Arriba, sin Villa y Torres, solo un delantero, Tamudo. Excelso. Marcó el primer gol y dio el último pase del segundo. El de Sergio Ramos. Una obra maestra de 75 segundos de posesión, 65 toques, 28 pases en los que participaron nueve jugadores. Joaquín quien más, 11 veces. El triunfo, avalado por el juego y comportamiento del equipo, permitía ser primero de grupo ganando a Suecia. Se consiguió. España se clasificó para la Eurocopa que ganó.
Esa noche, Luis, sí habló ante la prensa y tampoco quiso sacar pecho, pero sí recordar lo que había sufrido la semana anterior. "Siempre he aceptado las críticas, pero ha habido insultos que no considero correctos y eso no puedo aceptar. Yo he vivido la situación con la tranquilidad que me dan los años, pero ha habido gente cercana a mí que lo ha vivido de otra manera... No me gustó lo que sucedió en Las Rozas. Cuando se entra en un sitio y alguien se lleva algo sin permiso, eso es robar y al medio que lo hizo no lo voy a entender nunca....Ha sido una primera parte brillantísima, pero en la segunda sufrimos y los daneses tuvieron sus posibilidades..."