FÚTBOL SALA

El campeón del mundo al que convocaron tras buscarle en varias discotecas: "El móvil estaba apagado y el fijo no daba señal"

Hace 23 años España logró su primer Mundial en Guatemala y Ricardo tuvo que viajar de urgencia tras las lesiones de Luis Amado y Guillermo, pero estuvo a punto de no hacerlo.

España levanta el título de campeona del mundo en Guatemala./
España levanta el título de campeona del mundo en Guatemala.
Gustavo Muñana

Gustavo Muñana

El 3 de diciembre de 2000 es una fecha marcada en rojo y gualda en el calendario futsalero. Hace 23 años España se proclamó campeón del Mundo por primera vez en su historia. A 8.579 kilómetros de distancia, en Guatemala. En el Polideportivo Domo, construido sobre una antigua plaza de toros como si aquel título estuviera predestinado a tener un marcado acento español. Una gesta inolvidable, rodeada de anécdotas imperdibles, pero Relevo ha querido rememorar la de Ricardo Jiménez, que fue campeón sin jugar un minuto y tras llegar al país sudamericano seis días antes de la final como recambio de urgencia tras las lesiones de Luis Amado y Guillermo. Horas de angustia en la RFEF, una noche de fiesta en Murcia con sus primos, un utillero de ElPozo buscando a su portero por las discotecas de moda y la llamada de una madre en la madrugada resacosa que le cambió la vida a su hijo son los ingredientes de esta historia detrás de un título, que supuso un épico punto de inflexión en el fútbol sala mundial.

La reconstrucción arranca el sábado 25 de noviembre de 2000. España se medía a Croacia en el primer partido de la segunda fase y en el calentamiento, Guillermo despejó un disparo de Kike Boned, que rebotó en el poste y fue a parar a su mano fracturándole el dedo pulgar de la mano derecha. Luis Amado era titular indiscutible, pero en una acción dividida se fractura el primer metatarso de su pie izquierdo. El equipo de Javier Lozano ganó 5-0 y el doctor Lorenzo García-Camacho se marchó con los dos porteros de manera urgente en una ambulancia a un hospital cercano. Horas después, los tres aparecieron en el Hotel Hyatt Centric donde sus compañeros les esperaban en el hall. El segundo entrenador y preparador de porteros, Juan José Rodríguez Navia, Cancho, recordó que "al verlos escayolados a ambos pensamos que era una broma". Las risas iniciales dieron paso a rictus serios y un incómodo silencio que nadie rompía durante la cena con el presidente de la RFEF, Ángel María Villar, y el secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez Angulo.

Los lesionados Luis Amado, Guillermo y el doctor Lorenzo García-Camacho en la concentración de España.  RELEVO
Los lesionados Luis Amado, Guillermo y el doctor Lorenzo García-Camacho en la concentración de España. RELEVO

El seleccionador, Javier Lozano (presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala), aseguró a Relevo que "el equipo estaba hundido. El miedo era contagioso y ya teníamos una excusa para perder. Pedí a Villar y a Gómez Angulo que salieran del comedor y me dirigí al grupo. Había que salvar ese 'match-ball'. Era nuestra oportunidad. Estábamos preparados. Aquella noche comenzamos a ganar el Mundial. Derrotamos a las circunstancias. Les dije que habíamos venido a ganar y que se lo había prometido a mi hija". De manera paralela a aquella charla, Ángel María Villar gestionaba con FIFA una excepción del reglamento para incorporar un tercer portero en pleno Mundial. "Fue un gol de despacho del presidente", aseveró Lozano. De manera inédita, se autorizó la incorporación de un sustituto en la portería que solo podría jugar en caso de lesión -supervisado por un médico de la organización- y nunca de expulsión del único guardameta disponible de España, Jesús Clavería.

Ricardo Jiménez rememoró la noche en la que la RFEF y ElPozo Murcia no le localizaban. RELEVO

A pesar de la diferencia horaria, la secretaria de expedición de la RFEF, Cristina Díaz, empieza las gestiones para traer a Guatemala a Ricardo Jiménez, portero de ElPozo Murcia que estaba en la prelista. Contactan con su club y el presidente Antonio Franco intenta localizar sin éxito a su jugador. "El móvil estaba apagado y el fijo de casa no daba señal", reconocería el arquero a la postre. Recurren entonces a Juan Pedreño, el histórico encargado de material del conjunto jamonero, que en un incuestionable ejercicio de profesionalidad y patriotismo se echó a la calle a buscarle en una especie de 'gymkana' entre los lugares de moda de la noche de Murcia. Eran las 2 de la madrugada y tenía que recorrer las principales discotecas de la zona. "Había que encontrarle. Más o menos sabía donde podía estar. No le encontré. Volví a casa amaneciendo". ¿Dónde estaba Ricardo?. "Recuerdo perfectamente lo que pasó. Nos dieron unos días libres y me iba a ir a Málaga, pero vinieron mis primos a ver el Murcia-Atlético de Madrid el domingo y nos fuimos a cenar el sábado. Cuando salía, desconectaba todo. Después me contaron que Pedreño se tiró toda la noche detrás de mí, pero siempre llegaba quince minutos tarde a los sitios donde estaba y no pudo localizarme".

El portero de ElPozo Murcia embarcó en Alicante rumbo a Madrid para viajar a Guatemala. RELEVO

Ricardo bromeó rememorando para Relevo aquella noche de fiesta que cambió su vida. "Llegamos temprano a casa, por la mañana. Nos fuimos a dormir y un primo entró en mi habitación para decirme que le había llamado mi tía al móvil para que llamase urgentemente a mi madre. Me asusté pensando que había pasado algo grave. Eran las 08:30 de la mañana. Llamé a mi casa y me dijo que me tenía que ir corriendo a Guatemala que se habían lesionado dos porteros. Acto seguido llamé a Pedreño y me dijo que llevaba toda la noche buscándome y vino a buscarme para coger un vuelo en Alicante rumbo a Madrid a las 11:00. Cuando me recogió me echó una bronca en el trayecto, pero se me olvidó el cinturón para el traje y me dejó el suyo quitándoselo mientras conducía. Llegue al avión y después me recogieron en el aeropuerto de Guatemala. El doctor y Javier Lozano no paraban de decirme 'no veas para encontrarte' y yo no sabía que responder. Si te pasa de día es diferente, pero aquella noche con mis primos...Al final les desperté y les dije que me iba a Guatemala y que les dejaba las entradas para el fútbol y una reserva para comer", explicó esbozando una sonrisa.

El recambio de urgencia de Luis Amado y Guillermo se incorporó al grupo. RELEVO

Ricardo Jiménez llegó a tierras guatemaltecas el lunes 27 de noviembre y el domingo 26, España ganó 1-3 a Portugal en el segundo partido de la fase decisiva con tan solo un portero disponible, el capitán Jesús Clavería. En el banquillo, Luis Amado infiltrado para un caso de urgencia ya que aquella fisura podría producir un peligroso desplazamiento del hueso fracturado. En último choque ante Holanda, el martes 28, la selección española certificó su pase a semifinales con un contundente 0-7. Todas las miradas estaban puestas en el portero malagueño "que venía como loco. Su llegada fue muy buena para el grupo. Ejerció un efecto dinamizador en la expedición", afirmó Lozano. El seleccionador estaba tranquilo, ya que en plena adversidad había emergido de manera imponente la figura del veterano Clavería, que había completado la terna inicial de porteros por detrás de los lesionados, Luis Amado y Guillermo. "Dio una lección de vida. Le expliqué su rol antes de viajar y lo aceptó. No fue de veraneo y no se olvidó que era uno de los mejores profesionales que ha dado el fútbol sala español. Trabajó de manera estajanovista y Cancho aseguraba que entrenaba como un juvenil. Le llegó su oportunidad y demostró su experiencia y solvencia", sentenció el presidente de la LNFS.

Javier Lozano recuerda que Ricardo fue «un dinamizador del grupo» en un momento clave. RELEVO

En la semifinal, el 1 de diciembre, España se impuso a Rusia (3-2) y Ricardo tenía claro cuál era su papel en aquella selección que iba camino de hacer historia. "Tenía que animar al grupo. A los dos lesionados, consolarlos un poco sobre todo a Luis que era el titular. Jesús tenía mucha experiencia y solo tenía que animarle en los partidos. Puse mi granito de arena. Al llegar alguien nuevo como yo que soy muy abierto, traté de buscar que esa armonía fuera buena. Llevaban mucho tiempo concentrados. Entras en un círculo vicioso y no evalúas lo que puedes conseguir. Venía de fuera y les dije que no venía para no ganar. Cuando nos clasificamos para la final contra la gran favorita, ellos estaban cien por cien seguros de que nos iban a ganar y esa iba a ser su debilidad. Si nos ponemos por delante o el partido está igualado, Brasil no pueden con nosotros. Sabíamos que era muy difícil, pero teníamos una opción. Si nos poníamos por delante, con perdón, éstos se cagan y a las pruebas me remito".

«A mí no me asustaba la presión», aseguró Ricardo hablando de la final. RELEVO

En la gran final acabó con la hegemonía de Brasil (3-4), una especie de Dream Team imbatible. Fue un partido memorable de Jesús Clavería volando como un 'pájaro', el apodo con el que se le conoce. "La épica habla de tercer portero. Pero lo que pasó es que yo estaba acostumbrado a jugar en mi equipo y fui a esa convocatoria a ponérselo difícil al entrenador y a los compañeros como he hecho siempre. Las circunstancias me llevaron a ser titular y vivir en directo el mejor momento de mi trayectoria deportiva. Es lo máximo, lo que aspira cualquier deportista en su vida", contó el mítico guardameta de Interviú. Ricardo nunca perdió la esperanza de jugar. "Faltando tres minutos, Jesús se hizo daño y cuando Lozano se giró, yo ya estaba calentando. A mí no me asustaba la presión, pero Clavería se recuperó y fue el mejor".

«Disfruté muchísimo. Es una historia bonita con final feliz» rememoró Ricardo. RELEVO

Un periódico guatemalteco lo denominó 'San Jesús', pero en España la foto de portada de los diarios deportivos y de las informaciones de otros generalistas fue la de Ricardo, el cuarto portero que no jugó, ataviado con una bufada en la cabeza levantando el trofeo ante la embelesada mirada de Kike Boned y Paulo Roberto. El histórico triunfo de la selección española tuvo una enorme repercusión mediática y su imagen de júbilo fue la perfecta representación del estado de euforia en el que se sumergió el fútbol sala español hace 23 años. "Es curioso que al final mi foto sea la más vista o recordada de Guatemala. Se ve que el fotógrafo vio en mi cara la felicidad absoluta. Siempre quiero que se me recuerde así. Si escribo yo el guion de esta película, no le pongo tanto suspense. Lo disfruté mucho. Me da mucho gusto contar la historia de como fui de un día para otro. Lo cuento tal cual sucedió. Es bonita la anécdota y tuvo un final feliz. Se lo contaré a la gente sí llego a 80 años. Sabéis que yo…".