FÚTBOL SALA

Los cuatro finalistas de la Champions acorralan a la UEFA para no jugar en Ereván

Tres clubes históricos de fútbol (Barça, Sporting y Benfica) y el vigente campeón, el Palma, envían una carta conjunta de protesta al director de competiciones de futsal, Laurent Morel.

Laurent Morel, Futsal Competitions Senior Manager de la UEFA. /PALMA FUTSAL
Laurent Morel, Futsal Competitions Senior Manager de la UEFA. PALMA FUTSAL
Gustavo Muñana

Gustavo Muñana

Los cuatros equipos finalistas de la UEFA Futsal Champions League han enviado esta mañana un texto consensuado por todos ellos para mostrar su más enérgica repulsa tras la decisión del máximo organismo europeo de disputar la Final Four en Ereván (Armenia). El vigente campeón, Mallorca Palma Futsal, y Barça, Benfica y Sporting han expresado su "confusión" y "preocupación" en una durísima misiva remitida al director de competiciones de fútbol sala, Laurent Morel.

Es una situación inédita en el fútbol sala europeo. Junto al Mallorca Palma Futsal se sitúan tres clubes históricos de fútbol, que realizan un enorme desembolso económico en sus secciones de fútbol sala, criticando abiertamente aspectos organizativos de un torneo continental. Es la primera final plenamente ibérica de la historia y los cuatro equipos cuestionaron en una carta "la decisión de enviar a los clubes finalistas a 5.000 kilómetros de distancia a jugar la Final a Cuatro, la cúspide de la competición".

Ninguno de los finalistas ha realizado ninguna comunicación oficial al respecto, pero sí han confirmado a Relevo que han llevado a cabo esta acción unificada de protesta. En el escrito, que ha sido pertinentemente filtrado a los medios, acusan a la UEFA de impedir "a los clubes ofrecer a sus aficionados una oportunidad real de llenar las gradas en el torneo de fútbol sala más crucial de la temporada, perjudicando el evento y al deporte por el que trabajamos tan duro para hacerlo crecer año tras año".

Relevo ya adelantó el malestar de los equipos y el Team Manager del Barça, Jordi Torras, confirmó que trabajaban para mostrar de manera conjunta su repulsa a una decisión que tildó como "vergonzosa". Es tal la indignación de los clubes, que en Portugal apuntan que es la primera vez en décadas que Benfica y Sporting se ponen de acuerdo para realizar conjuntamente una acción. "La UEFA ha conseguido algo impensable", señalaron a Relevo fuentes de ambos clubes.

Sporting y Benfica cuentan con el respaldo absoluto de la Federación de Portugal, que ya lideró una denuncia, coordinada junto a Finlandia, en contra de las federaciones de Armenia, Rumanía y Georgia por la utilización irregular de jugadores nacionalizados en la fase de clasificación para el Mundial de Uzbekistán. Cabe señalar que tanto Palma como Barça han remitido el escrito a la Federación Española de Fútbol para estuviera informada de primera mano.

Un alto directivo ha confirmado a Relevo que "no esperamos ni que nos contesten" y obviamente descartó "un cambio de sede", pero destacó "la importancia de estar unidos frente a una decisión meramente política, que ni siquiera comparte mucha gente del propio departamento de Futsal de la UEFA". No obstante, este ejecutivo precisó que "no se contempla no acudir a jugar, pero era muy necesario compartir esta reflexión por el bien de nuestro deporte".

Tal y como indicaron en la carta remitida por correo electrónico a Laurent Morel que en su opinión el fútbol sala "podría tener mejores oportunidades de establecer colaboraciones e intereses comerciales, y una mejor promoción institucional si los partidos se disputaran más cerca de los países de los finalistas". A este respecto, cabe señalar que las dos alternativas a Karen Dermichyan Arena, de Ereván, eran Atenas y Basilea.

Con capacidad para 6.900 espectadores. Las semifinales se disputarán el 3 de mayo mientras que la final tendrá lugar el domingo 5. El vigente campeón, el Mallorca Palma Futsal, postuló como sede el Velòdrom Illes Balears después del éxito de organización de la pasada temporada. Teniendo en cuenta que el aforo mínimo requerido es de 5.000 espectadores, el Barça no pudo hacerlo, ya que el Sant Jordi estaba ocupado y lo mismo sucedió con Benfica y Sporting y el Altice Arena de Lisboa.

"No vemos los beneficios en favor del fútbol sala de jugar la fase final de la Champions tan lejos de los países de los clubes y aficionados. Nos gustaría que nuestros hinchas pudieran estar presentes en los partidos para apoyar a sus equipos, y eso no será posible con un evento a 5.000 kilómetros de distancia. Viajar será demasiado caro para los aficionados", reiteraron en su escrito los cuatro equipos finalistas del máximo torneo continental.

Detrás de la carta de protesta por la elección de la sede de la Final Four subyace una crítica latente al formato de competición que Jordi Torras consideró como "muy antiguo" y por extensión a diferentes aspectos organizativos y comerciales que empiezan a preocupar a todos los clubes participantes en una competición que ya de por si es deficitaria. Jugar en Ereván "agravará aún más la falta de apoyo y premios que esta competición debería haber tenido hace tiempo para dignificarla, así como al deporte mismo", argumentaron.

Finalmente, Palma, Barça, Sporting y Benfica interpelaron directamente en su escrito a Laurent Morel asegurando que "esperamos que considere nuestros comentarios de una manera constructiva y positiva, sabiendo lo importante que es tener una comunicación abierta y transparente entre los clubes y la UEFA para mejorar la cooperación. Por último, pero no menos importante, creemos que la voz del club debe tenerse en cuenta a la hora de tomar decisiones relacionadas con ellos", finalizaron.