Desconcierto ante las nuevas reglas, pendientes del visto bueno de FIFA

La reunión técnica para la enmienda de las reglas de juego en el fútbol sala español generó desconcierto e incertidumbre. Después de que el Comité Nacional de Fútbol Sala de la RFEF avanzase, el pasado 9 de julio en una reunión con los equipos de Primera y Segunda División, las posibles introducciones de nuevas reglas de juego, se ha llegado al 16 de agosto con pocas novedades al respecto. Relevo ha hablado con clubes y entrenadores y denuncian "improvisación" y "precipitación" de cara la temporada 2024-25.

Lo único que quedó claro en la reunión presencial -en la Ciudad del Fútbol en Las Rozas- y telemática del pasado viernes es que el saque de banda se podrá realizar con la mano o con el pie. El jugador tendrá la potestad de escoger como lo hace y podrá cambiar su decisión durante los 4 segundos que tiene para ejecutarlo. Es una propuesta trasladada desde España a FIFA, que se aplicará únicamente en nuestro país de manera experimental. Cuando finalice la temporada, se realizará un análisis estadístico para la evaluación del máximo organismo del fútbol.

De igual manera, aunque la RFEF no lo hizo público en su nota de prensa, se comunicó que los árbitros tendrán una zona de acceso exclusivo para los capitanes. Es decir, solo el jugador que luzca el brazalete podrá acercarse a los colegiados para dialogar o reclamar. Una norma heredada del fútbol y que fue la novedad en la pasada Eurocopa, donde apenas se vieron a futbolistas rodeando a un árbitro para protestar una decisión, algo que a partir de ahora implicará "amonestación inmediata".

Esto fue lo único que sacaron en claro los representantes de los equipos en la reunión "farragosa, tediosa y con demasiada gente opinando" que durante tan solo unos minutos presidió el máximo responsable del Comité Nacional de Fútbol Sala, el murciano José Miguel Monje, que tras posar en la fotografía oficial para los medios se excusó y se marchó, delegando su representación en su asesor, el rubialista y ex sindicalista Antonio García Plata, que llevó la voz cantante junto al presidente de la Comisión de Árbitros de Fútbol Sala de la RFEF, Pedro Galán.

Había otras dos medidas de mayor calado como que el saque del portero no pueda atravesar el centro del campo sin que el balón bote antes y que las tarjetas amarillas al banquillo se consideren acumulativas que siguen en el aire para sorpresa y disgusto de los clubes y entrenadores. La realidad es que la aprobación depende de FIFA y la reunión para dar el visto bueno a las dos propuestas de la RFEF se celebrará a lo largo del Mundial de Uzbekistán, del 14 de septiembre al 6 de octubre.

A pesar del interés de García Plata de 'vender' unas reglas para mejorar la vistosidad del juego, Pedro Galán fue más realista y concluyó que lo más indicado sería esperar a la próxima temporada (2025-26) a poner en marcha lo que se apruebe en la reunión prevista en Uzbekistán, pero remarcó que esa decisión compete al Comité Nacional de Fútbol Sala. Teniendo en cuenta que la Primera División Femenina comienza el 16 de septiembre, no parece lógico empezar con unas reglas y a las pocas semanas implementar unas nuevas en la máxima categoría masculina que empezará el 12 de octubre.

El responsable de fútbol sala femenino de la RFEF, Pablo Prieto, intervino en la reunión telemática para dejar constancia de que los cambios que se realizasen deberían aplicarse también en las competiciones femeninas. De igual manera, el secretario del Comité Nacional de Fútbol Sala, Paco Sedano, expresó su recomendación de aplicar las enmiendas en todas las categorías nacionales, que también comienza a mediados de septiembre. Los clubes se mostraban incrédulos ante la descoordinación existente y que se retransmitiera en directo ante cientos de dirigentes y entrenadores la diferencia de pareceres en el seno del CNFS.

Un nuevo desaguisado federativo "en pleno mes de agosto y a dos meses de empezar la pretemporada. Hay maratones de pueblos mejor organizados"; aseguró un dirigente. Nadie salió contento ni con certezas de la reunión arbitral. Otro tiro por la culata de Monje y sus asesores. "Si cambiamos el saque, saquemos todos con la mano, pero poder escoger es muy cutre y esto parece la Kings League", explicó un entrenador. "No podemos empezar a entrenar sin tener claro a lo que nos enfrentamos. Está en juego nuestro puesto de trabajo y el presupuesto de un club y hace falta más rigor", denunció otro técnico.

"No entiendo como tenemos que ser conejillo de indias de la FIFA la Primera y la Segunda División. Cuando el fútbol hace cambios, experimentan en las categorías inferiores y en el fútbol sala lo hacemos al revés", matizó un director deportivo. "No me opongo a los cambios que puedan ser beneficiosos, pero hay que trabajar con previsión y antelación a un año vista. Estar reuniéndonos a estas alturas del verano para saber lo que sí, lo que no o lo que tal vez FIFA nos deje, es un despropósito más propio de aficionados. Es una falta de respeto", detalló otro entrenador.

El próximo lunes 26 de agosto está prevista una reunión de los entrenadores de Primera y Segunda División masculina y femenina. Muchos técnicos están hablando entre ellos para tratar de proponer un acuerdo conjunto para unificar el saque de banda con la mano. Unos están a favor y otros en contra. Casi todos están de acuerdo en que no se implementen a última hora las medidas que tenga que aprobar FIFA hasta la próxima temporada y así se lo trasladarán a los responsables del Comité Nacional de Fútbol Sala.

En la reunión del pasado viernes también se abordó la posible implantación del soporte tecnológico durante los partidos de Liga en Primera División. Es una reclamación de los clubes tras algunos episodios controvertidos, pero desde que en 2019 la RFEF se hizo cargo de las competiciones no ha habido ningún avance y solo se usa en determinadas competiciones como la Copa de España, la Copa del Rey o la final liguera.

Pedro Galán confirmó que está en estudio una propuesta de video arbitraje que incluiría la presencia de un cuarto colegiado en los pabellones y la instalación de un sistema de cámaras operadas, del que deberían hacerse cargo los clubes. La dotación presupuestaria para su puesta en marcha rondaría los 500.000 euros, pero dada la situación de interinidad que vive la Federación se desconoce si saldrá adelante.