FÚTBOL SALA

Los árbitros suspendieron el Ribera Navarra-Manzanares por cánticos ofensivos

García Donás y Simón Benet mandaron durante ocho minutos a los equipos a los vestuarios en un partido clave para la permanencia y en un recinto marcado por la controversia

El colegiado García Donás, en el pabellón Ciudad de Tudela, durante una acción de juego entre Humberto y Espín. /RIBERA NAVARRA FS
El colegiado García Donás, en el pabellón Ciudad de Tudela, durante una acción de juego entre Humberto y Espín. RIBERA NAVARRA FS
Gustavo Muñana

Gustavo Muñana

Nueva polémica en el Ciudad de Tudela, un pabellón que ha sido noticia en los últimos años por diferentes episodios controvertidos. Ante los reiterados cánticos ofensivos hacia su persona, los árbitros Francesc García Donás Salvador (15 temporadas en la máxima categoría) y Bernardo Simón Benet (tres campañas en la élite) decidieron suspender el partido correspondiente a la vigésimo quinta jornada de Liga en Primera División, un duelo clave por la permanencia entre el Aspil Jumpers Ribera Navarra y el Quesos El Hidalgo Manzanares.

Siguiendo el nuevo protocolo de actuación de la RFEF, anunciado el pasado 22 de febrero, sobre los incidentes con el público y la violencia verbal, los colegiados catalanes avisaron durante el primer tiempo -con victoria local (1-0)- al delegado de campo del club tudelano, Pepe Marsal, sobre el comportamiento de un grupo de aficionados, señalando a uno de los fondos del pabellón, donde hay menos de dos metros de distancia entre la barandilla protectora y la línea de banda.

Desde la megafonía, solicitaron a ese sector del público que dejasen de proferir ese tipo de expresiones malsonantes y amenazas verbales. Ya en el segundo tiempo, y ante la reiteración de los insultos, faltando diez minutos para la conclusión con triunfo visitante (1-2), García Donás y Simón Benet pararon el juego y mandaron a los dos equipos a los vestuarios. Los árbitros explicaron su decisión a los responsables policiales en el túnel y decidieron reanudar el juego pasados ocho minutos.

Relevo ha tenido acceso al acta arbitral en el que se detalla lo sucedido. "A falta de 4:59 para finalizar la primera parte, el juego fue detenido motivado por los insultos que se proferían desde un sector de la grada local, consistentes en : "me cago en tu puta madre, hijo de la gran puta" de forma agresiva en repetidas ocasiones hacia mi persona. En este momento, se activa la primera medida del Protocolo de Actuación sobre la Violencia Verbal".

"A falta de 10:45 para finalizar el encuentro, vuelven a repetirse dichos insultos desde el mismo sector de la grada, nuevamente hacia mi persona. En este momento es cuando se activa el segundo punto del protocolo, anteriormente mencionado. los jugadores junto al equipo arbitral abandona la superficie de juego", aseguran.

En ese intervalo de tiempo, tanto el delegado de campo como el director deportivo del equipo navarro, Samuel Pozos, fueron al fondo señalado por los colegiados catalanes para pedirles a los aficionados que depusieran su actitud y se avisó otra vez por la megafonía del Ciudad de Tudela de la posible suspensión del encuentro.

Una vez en el vestuario, "el club local junto a las fuerzas de seguridad nos informan que se han desalojado a los implicados en dichas acciones. En este momento, junto al aviso por megafonia, se reanuda el juego", finalizan los colegiados, que descartaron así la suspensión definitiva del choque, prevista en el tercer punto del protocolo.

Tras la reanudación, el equipo tudelano empató (2-2), pero los castellano-manchegos lograron anotar cuatro goles más (2-6), que les daban tres puntos vitales en su lucha por la permanencia y que dejan al equipo navarro en penúltima posición, ocupando puestos de descenso tras siete jornadas sin ganar con cinco derrotas y dos empates.

Pabellón obsoleto y con antecedentes polémicos

El Ciudad de Tudela se construyó en el año 1983 y en 2018, el Ayuntamiento adecuó las instalaciones a los requerimientos de la Liga Nacional de Fútbol Sala para que el Aspil-Jumpers Ribera Navarra pudiera seguir disputando sus encuentros de la máxima categoría en este pabellón deportivo.

Se ampliaron las gradas en un 40 % de su capacidad, llegando a las poco más de 1.000 localidades sentadas y es habitual ver a mucha gente de pie. También se mejoraron los accesos, independientes para público y jugadores y la accesibilidad del recinto y los sistemas de seguridad, pero se mantuvo una cercanía de la grada con la pista de juego.

Un aficionado, en el mismo sector del pabellón señalado por García Donás y Simón Benet, ya protagonizó el 17 de diciembre de 2019 un incidente racista en un derbi navarro de la 14ª jornada de Liga llamando "negro de mierda" al cierre brasileño Araça, del Osasuna Magna. El capitán, Roberto Martil, se encaró con el espectador, señalándole con el dedo y recriminándole su actitud y defendiendo a su compañero de la agresión xenófoba en el momento en el que dedicaba el gol del triunfo a su padre fallecido.

Los árbitros, Aitor Felipe Madorrán y David Urdanoz Apezteguia, decidieron amonestar al jugador de Irurtzun y no pararon el encuentro ni recogieron nada en el acta arbitral ya que según Martil "no escucharon nada". Posteriormente, el autor del insulto de identificó voluntariamente para que el Aspil Jumpers Ribera Navarra tomase las medidas disciplinarias oportunas, después de condenar lo sucedido en un mensaje en redes sociales.

Más recientemente, el 3 de marzo de 2021, en un partido aplazado de la novena jornada de Liga en Primera División, en el que Aspil Jumpers Ribera Navarra se impuso al Jaén Paraíso Interior (5-2) dejándole fuera de la Copa de España, fue necesaria la intervención de la Policía Nacional en un final bochornoso con discusión entre jugadores y cuerpos técnicos de ambos equipos. Ni la RFEF ni la Comisión Antiviolencia tomaron ninguna medida después de que los colegiados (Carlos Rabadán Sáinz y Pablo Delgado Sastre) no recogieran nada de lo sucedido en el acta arbitral al encontrarse ya en los vestuarios tras acabar el choque.

Los jugadores del equipo andaluz intentaron invadir la grada, por detrás de la tribuna principal, para acceder al lugar donde estaban los aficionados y supuestamente un directivo del club local que profería insultos desde un palco, según denunciaron los jugadores jienenses, así como el intento de agresión a una periodista del departamento de Comunicación del club amarillo, que estaba grabando con su móvil los hechos. El autobús del Jaén necesitó de la presencia de la Policía para salir del pabellón Ciudad de Tudela.

Después de esta polémica y un año más tarde, el 7 de mayo de 2022, en otro partido entre navarros y andaluces en la 26ª jornada de Liga, que se saldó con otra victoria de los tudelanos (4-3), los árbitros Sergio Sánchez Llorente y Víctor Toca Campo informaron en el descanso del encuentro a la Policía Nacional que habían sido amenazados por un aficionado del Jaén Paraíso Interior, que fue identificado y expulsado del recinto, según confirmaron desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP). Al final del partido, los colegiados cántabros tuvieron que salir escoltados por los agentes hasta la salida de la ciudad agradeciendo la protección policial.