F1 | GP SINGAPUR

Los 20 segundos de silencio que delatan el adiós de la sonrisa de la Fórmula 1

Daniel Ricciardo se mostró emocionado al término del Gran Premio de Singapur, que podría ser su último.

Daniel Ricciardo, en Singapur. /EP
Daniel Ricciardo, en Singapur. EP
Daniel Knecht Escobar

Daniel Knecht Escobar

Con una vuelta rápida que le da un punto de oxígeno a su excompañero Max Verstappen y un silencio de más de 20 segundos que delata lo que ha sido un secreto a voces en la última semana en el paddock. Así ha delatado su marcha de la Fórmula 1 Daniel Ricciardo (35 años), quien todavía ocupa un sitio en RB Visa Cash App (mejor conocido como RB, Alpha Tauri o Toro Rosso, nombres bajo los que ha conducido). Sin contrato de cara a 2025, la posibilidad de que desde el próximo Gran Premio el neozelandés Liam Lawson lo sustituya tras el parón ha cogido fuerza con el paso de los últimos días, y su comparecencia del domingo 'confirma' las afirmaciones de la prensa.

Lo cierto es que su trabajo con Red Bull terminó hace ya mucho, concretamente cuando abandonó el segundo asiento del equipo para fichar por Renault en 2020. Sin embargo, en Singapur ha hecho un último acto de servicio al equipo de su vida parando en boxes a unas vueltas del final para montar neumáticos blandos y arrebatarle la vuelta rápida a Lando Norris. El británico ganó y esta acción evitó que se llevara un punto extra que lo habría dejado a 51 deMax Verstappen en el Mundial. En vez de eso, el neerlandés todavía contará con 52 de colchón, una diferencia ínfima que en Abu Dhabi podría terminar resultando decisiva y crucial.

La secuencia, desde luego, es dolorosa. Ricciardo, un piloto cuyo talento se fue apagando en los últimos años a causa de dificultades mentales que él mismo llegó a alegar en la famosa serie Drive to Survive, era la alegría de la parrilla en cada Grahn Premio. A pesar de no ser el mismo que maravilló con su irrupción junto a Sebastian Vettel y después junto al propio Verstappen, deleitaba a todos con su blanca sonrisa, siempre de oreja a oreja. Un hombre al servicio del equipo hasta el último día, incluso pilotando para el filial.

Por ello, impacta la imagen de un hombre al borde de la lágrima durante breves instantes que en cámara parecían eternos, sin encontrar las palabras correctas para despedirse sin dar una exclusiva mundial en el camino. "Son tantos años...", echó la vista atrás. "Todavía me veo en los karts, en esa posición... Soñando con estar aquí. Y estar tanto tiempo aquí... no todo el mundo puede", valoró visiblemente emocionado. De vuelta en el hospitality, su equipo lo recibió con un pasillo que también suena a despedida extraoficial.

El holandés, además, le agradeció un gesto que, quién sabe, puede terminar siendo diferencial. Nada más cruzar la línea dio las gracias por radio, antes de reafirmarse ante los micrófonos de los periodistas: "Siento verle marchar, ha sido un gran piloto". Sobre todo, un piloto que se ganó el favor y cariño de fans (que le votaron como el 'Piloto del Día' en Singapur) y prensa.