FÓRMULA 1

Viaje al pasado, ausencia de Aston Martin y un chasis calcinado, los pros y contras de la exposición de la F1

F1 The Exhibition se estrena el viernes 24 de marzo en Madrid con una colección de piezas únicas, muchos pros y algunos contras.

Viaje al pasado, ausencia de Aston Martin y un chasis calcinado, los pros y contras de la exposición de la F1
Sergio Lillo

Sergio Lillo

Todo comienza con un "Érase una vez...", como los cuentos que nos leían de pequeños, en los que soñábamos con ser astronautas, exploradores, pilotos o cualquier otra ocupación con la que con el tiempo simplemente seguiríamos soñando al irnos a dormir tras un día de trabajo con menos expectativas y aventuras de lo esperado. El primer paso en la F1 The Exhibition implica adentrarte en un mar de expectativas, imaginación y motores rugiendo. Si parpadeas, te lo pierdes. O quizás no, porque en la primera exposición oficial de la categoría en Madrid tienes tu tiempo para recorrer sus seis salas (2.500 metros cuadrados) y disfrutar de sus 350 piezas únicas.

Hay una que destaca sobre todas las demás, pero antes tendrás que adentrarte en otras dos para dejarte sorprender por ella. Rememorar cómo se jugaban la vida, sin tapujos, a cara descubierta y con apenas una protección de cuero sobre la cabeza, los pilotos de comienzos del siglo XX eriza la piel casi tanto como escuchar a los supervivientes de aquellos tiempos hablar de sus colegas perdidos en batallas donde no había armas ni trincheras, tan solo adrenalina, motores y un deseo inexplicable de ir más rápido que el resto.

Madrid acoge la primera exposición oficial de Fórmula 1 de la historia.EFE

La emoción y el recuerdo dan paso a la sala más técnica de la exposición, donde tiene un protagonismo especial el AlphaTauri AT01 de Pierre Gasly, con el que le arrebató la victoria a Carlos Sainz en el GP de Italia de 2020. Aunque haya visto otros F1 en directo antes, no deja de sorprenderme la longitud de estas 'bestias', parte de los inconvenientes que tienen para adelantarse unos a otros. En una esquina, como si quisiera pasar desapercibido, descansa el motor Mercedes V6 turbo híbrido de 2019. El corazón de la racha más dominante de la historia de la Fórmula 1 se deja ver al descubierto, batería incluida, con tan solo unas letras que dicen 'No tocar' de compañeras.

Y de repente se hace la oscuridad. De primeras te sorprende, te 'dispara' en mitad de las luces LED blancas que te han acompañado hasta hace unos segundos. Cuando tus ojos se acostumbran a la penumbra, un color sepia tenue ilumina la palabra Survival (superviviente) y la vitrina que yace, sola, sin más compañía que recuerdos de pesadilla y las cicatrices que dejaron las llamas en el chasis donde Romain Grosjean estuvo a punto de perder la vida en el GP de Baréin de 2020.

Vídeos históricos de la F1.  F1 The Exhibition
Vídeos históricos de la F1. F1 The Exhibition

No hace falta subrayar que esta es La Pieza de las 350 que hay expuestas. Junto a los restos del habitáculo, completamente calcinados, como si de una piel quemada y envejecida se tratase, también descansa lo que queda del volante (herramienta que ronda los 45.000€) del Haas. Y por si fuera poco, una pantalla proyecta las imágenes de aquel día, las lagrimas contenidas de sus compañeros de profesión, las manos a la cara de los miembros del equipo estadounidense y el testimonio del piloto que vivió para contarlo.

La luz vuelve a cegarnos y un arcoíris de monos de carreras de colores, con sus cascos y en posición de conducción nos acompaña en la sala más grande de todas. Allí está una de las primeras vestimentas de Carlos Sainz Jr cuando competía en karting, con el escudo de su Real Madrid, y la de ahora en Ferrari. Más allá, algunos cascos de Fernando Alonso, de sus años en McLaren y en Ferrari, acompañados de ediciones especiales de Daniel Ricciardo que ponen la guinda a dos muros enrejados de casi 100 unidades, donde impone la evolución de esta indumentaria de seguridad y de culto.

La escasez de coches propiamente dichos -al AlphaTauri le acompañan un Ferrari de Gerhard Berger de finales de los 80 y el legendario Lotus 49B de finales de los 60-, la intentan compensar documentos únicos como una superlicencia de Max Verstappen, las cartas para intentar prohibir los alerones altos de los años 60, o la evolución del grosor de los reglamentos técnicos y deportivos.

El objetivo de la muestra no es llegar al más purista de los aficionados, ni siquiera al que solo sigue a los pilotos españoles (para eso habrían hecho falta bastantes detalles más de Sainz, Alonso, Gené, De la Rosa o los que les precedieron). Pero es capaz de atraparte durante más de 90 minutos entre sus rincones, escuchando cómo se introdujo la telemetría en los coches de carreras, la emoción de Mick Schumacher al hablar de su padre, siete veces campeón del mundo, o apreciando la evolución tecnológica, humana y de seguridad en los últimos 73 años.

Taza de la exposición de la F1 en Madrid.  S. Lillo
Taza de la exposición de la F1 en Madrid. S. Lillo

Y no, no hay ni una sola pieza de Aston Martin, que prefirió "concentrarse en crear un gran equipo de F1", en palabras de Tim Harvey, comisario de la muestra, que añade: "Creo que ha sido la decisión adecuada, si miras las dos últimas carreras, y respeto completamente su decisión. Espero que puedan participar para nuestra siguiente parada". La idea es que otras ciudades internacionales descubran la historia de la F1, pero, de momento, hasta el 4 de junio permanecerá en Madrid.

Peter Windsor, uno de los organizadores de la exposición, periodista con más de 40 años de experiencia en el mundo del motor a sus espaldas y ex Team Manager en Williams, me lo resume antes de acabar mi visita: "Hemos podido volver a hablar con algunos de los pilotos de antes y también revivir las vivencias de otros que ya no están con nosotros y darles vida, espero, de una forma que la generación de Netflix   pueda entender y apreciar".

El carrusel de emociones recibe un último impulso cuando a punto de dejar atrás la siempre presente tienda de merchandising giras la cabeza y te encuentras de bruces, con la frase 'No, Michael, no'. Y una sonrisa se dibuja en tu cara, antes de ver el precio de la taza que recuerda el momento de los momentos de la última década de la F1: el GP de Abu Dhabi 2021. ¿Qué dirá Toto Wolff, jefe de Mercedes F1, al respecto?