FÓRMULA 2

La indescifrable temporada de Pepe Martí

El talento apadrinado por Alonso no levanta cabeza mientras su compañero arrasa: no ha terminado siete carreras y apenas suma tres podios.

Pepe Martí, en Bakú./EP
Pepe Martí, en Bakú. EP
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Entender la temporada de Pepe Martí resulta casi imposible. Que haya poco, o casi nada, positivo que contar sobre uno de los talentos del automovilismo español este año es digno de expediente. El único piloto español en Fórmula 2 y miembro de la academia Red Bull comienza, incluso, a preocupar a su equipo, Campos Racing. Tienen motivos para empezar a estar nerviosos con él: marcha 16º en el Mundial mientras su compañero pelea el título.

Isack Hadjar era líder del campeonato hasta hace unos días. Tiene 165 puntos por los 43 de Martí, que ha sumado escasos podios (3) y múltiples carreras sin terminar (7). Aquello de la mala suerte se acabó. Sirvió al comienzo de temporada con incidentes surrealistas que le ocurrieron pero ya no vale. El propio piloto reconoció a este medio hace unos meses que tiene que mejorar.

Manos tiene de sobra, por eso acaparó la mirada de Fernando Alonso, que lo apadrinó hace tiempo. El catalán siempre ha sido muy autocrítico. Este curso se ha sumado al discurso de Helmut Marko, que le lleva apretando mucho tiempo: "Se presiona demasiado y comete errores". Empezó brillante el curso con podio en Baréin pero, desde entonces, todo cuesta abajo. Solo queda pensar en una explicación psicológica para justificar su rendimiento.

La mala fortuna ha jugado un papel importante en la campaña de Martí. Desde el incidente en Silverstone, cuando se estrelló bajo la lluvia con el coche de Aron, detenido tras habérsele parado el motor. O en Imola, cuando un neumático saltó por los aires, dañó a un mecánico en boxes y dejó fuera de la carrera al monoplaza de Martí.

Otros novatos brillan

Le ha pasado de todo. Si completa una salida de escándalo en Spa, llega Oliver Bearman y se lo lleva puesto. Es lo que ocurre cuando se parte desde tan atrás. Un aspecto que puede haber mermado la moral del catalán ha sido ver cómo tantos novatos han logrado un asiento de Fórmula 1 este año.

Jack Doohan, Kimi Antonelli y Oliver Bearman tienen hueco asegurado mientras Franco Colapinto está disfrutando de nueve carreras con Williams, Gabriel Bortoleto se asoma a Audi e, incluso, su propio compañero, Hadjar, tiene papeletas para progresar en la estructura Red Bull. La gota que colmó el vaso se plasmó en una radio en Austria.

Martí había pactado con su equipo que su compañero le devolvería posición en pista pero se negó. El español estalló por radio con un irónico "gracias, gracias". Al final, Hadjar terminó delante del español. Debe ser duro tener tanto talento y verse tan lejos del resto de novatos.