F1 | GP JAPÓN

"En dos días la gente la va a olvidar": Por qué Fernando Alonso sitúa la de Japón entre las mejores carreras de su vida

El asturiano se emociona recordando "uno de los cinco mejores Grandes Premios de mi vida" donde ha exprimido su ingenio para terminar sexto cuando los cálculos lo colocaban noveno.

Fernando Alonso, durante el GP de Suzuka. /AFP
Fernando Alonso, durante el GP de Suzuka. AFP
Jorge Peiró

Jorge Peiró

"El ordenador nos dice que acabaremos 9º, lo siento". Fernando Alonso es un mentiroso y en su equipo lo saben. Su jefe de equipo, que ya le conoce, desmentía antes de la carrera una de esas predicciones que le encanta hacer al asturiano, últimamente en las que, nadie sabe cómo ni por qué, siempre se equivoca a su favor. "¿Dijo que iba a quedar noveno? Es típico de Fernando prometer poco y luego dar más". Mike Krack acertó haciendo caso omiso a la bola de cristal del asturiano.

Los ordenadores dicen una cosa y el piloto siempre hace la opuesta. Su amigo George Russell también conoce las artes del asturiano: "¿Fernando jugando? Eso es nuevo". Cuando crees que le conoces, como ocurre con Krack, Russell y media parrilla, él consigue sorprenderte con sus "milagros" en pista, como él los llama. "Nadie se acordará de Suzuka 2024 porque he quedado sexto pero está entre las cinco mejores carreras que he hecho y es la mejor desde abril o mayo".

Así de contundente y con claros gestos de emoción resumía su carrera el español ante los micrófonos de DAZN. El Gran Premio de Japón de hoy ya es un milagro más en la carrera del piloto y se une a otras actuaciones memorables como la de Valencia 2012, donde remontó del 11º al primero para ponerse líder del Mundial con Ferrari. "Tendré la carrera de hoy siempre en mi memoria, aunque será abandonada por el público general en un par de días. Ayer hicimos un pequeño milagro en clasificación y hoy hemos hecho un gran milagro".

¿Por qué Alonso habla de milagros? Aston Martin no está para tirar cohetes y su coche, a estas alturas, da para lo que da. "Tenemos claramente el quinto coche, Red Bull y Ferrari están en otra liga y Mercedes y Mclaren están delante de nosotros, así que nuestra posición es noveno y décimo". Pero a él le da igual.

Resultado en Japón: quinto en clasificación y sexto en carrera. Inexplicable con los datos en la mano: Aston Martin deambula por la media tabla y su ritmo de carrera se sitúa, como quinto equipo, en la misma décima que Mercedes. Sus tiempos medios un domingo son de 1:36:928 a 0,882 de Red Bull pero, mientras tanto, su piloto estrella exprime todo su ingenio para maravillar a la parrilla.

La jugarreta con el DRS

Cuando le toca resumir la carrera, el asturiano ha dudado durante varios segundos. Por un momento, no sabía si había sido la mejor actuación de su vida. "Es díficil de decir y de cuantificar, no sé si es la mejor carrera, pero seguro que es la mejor en un año. Nunca había tenido un fin de semana tan completo como este, he hecho quinto en la crono y hoy sexto", el ovetense pone su Gran Premio de Japón de hoy tan arriba en su trayectoria por jugadas como la del DRS.

Durante las últimas vueltas de carrera, Oscar Piastri y George Russell iban a por el español desesperadamente. Tenían más ritmo y acosaban con el cuchillo entre los dientes al piloto de Aston Martin. Cuesta comprender cómo ha podido mantener a raya a ese Mclaren y ese Mercedes. "Tener a Piastri detrás era una forma de defenderme de Russell. Seguramente quité algo de la batería antes de la recta para darle DRS a Piastri contra Russell. Sainz el año pasado usó a Norris en Singapur para ser segundo".

Sí, Alonso levantó el acelerador lo justo para mantener cerca a Piastri, darle DRS y un extra para defenderse de su perseguidor Russell. No ha descubierto este truco pero hay que tener mucha pericia para hacerlo como toca sin que te adelanten. El ovetense se está acostumbrando este año a terminar las carreras con tremendo sufrimiento defendiéndose de rivales que le acechan por los retrovisores. Lo mágico es que en cada carrera aguanta el tipo y nadie consigue pasarle a pesar de tener coches más veloces que él.

A este paso, Alonso va a convertirse en santo si sigue obrando más milagros. Eso sí, quiere pelear por podios y vuelve a avisar al equipo, como ya hizo tras el Gran Premio de Australia: "Hay un par de cosas previstas para mejorar el coche, este paquete es la base para lo que llegará después. Aun así sumamos más de lo que merecemos en la pista, el ritmo no está donde queremos y en eso debemos concentrarnos".

Recadito a la FIA

Alonso nunca se calla nada y sigue 'picado' por lo que pasó en Australia hace dos semanas. Aquella sanción polémica que le relegó de la sexta a la octava plaza todavía agita sus pensamientos. "No sé qué decir, después de lo de Australia, igual me descalifican para el resto del campeonato". Así de claro. Ese truco de ralentizar lo justo la marcha para darle DRS a un rival es una genialidad. Eso sí, el piloto ironizó post carrera con volver a ser sancionado por la FIA por volver a emplear una maniobra original y diferente. Alonso parece a veces de otro mundo.