Fernando Alonso, entre un "solo soy piloto" y el trabajo en la sombra como representante

¿Qué hará la Fórmula 1 sin Fernando Alonso cuando se retire? Es la pregunta que muchos fans se hacen y a la que conviene ir respondiendo cuanto antes. El asturiano acaba de soplar la 43ª vela de la tarta y no es eterno, aunque se prevé que permanezca en la parrilla un par de temporadas más. La respuesta parece sencilla: simplemente se reinventará. Como ya lo hicieron Senna, Schumacher, el propio Alonso... cuando dejaron la categoría. Para poner a buen recaudo los asientos que se queden huérfanos cuando se dé el relevo generacional es precisamente para lo que trabaja Fernando.

Además de una laureada carrera, un museo de culto (donde se construirá un karting privado) y el respeto unánime de todo el mundo del motor, Fernando Alonso posee una especie agencia de representación. "Un equipo que selecciona y asesora a jóvenes pilotos de kárting y monoplazas", según la propia web. Así, se le ha podido ver en numerosos podios de F3 y F2 acompañando a sus pupilos en sus éxitos.

Lo que no es tan común es lo vivido en Spa-Francorchamps. Algunos presentes en el circuito belga, el último que acogió la F1 antes del parón, se dieron cuenta de la visita de Fernando Alonso al box de Sauber (futuro Audi). No iba por interés propio, ya que tiene contrato hasta 2026 con Aston Martin, sino el de uno de sus 'protegidos'. Gabriel Bortoleto (Sao Paulo, Brasil, 2004) quiere recalar en la categoría reina el año que viene y su hilo conductor a la parrilla de los mayores es uno de los pilotos más respetados de la misma.

Alonso acudió al garaje suizo para conocer los planes de futuro de la marca. Básicamente, la lista de candidatos para acompañar a Nico Hulkenberg, si Bortoleto forma parte de ella, y en caso de hacerlo apretar un poco las tuercas para decantar la decisión.

Bortoleto actualmente es propiedad de McLaren. Depende de los británicos, que tienen perfectamente definida su alineación con Lando Norris y Oscar Piastri. En principio, los papayas no pondrán freno a su progresión, pero debe arreglar ciertos flecos y cláusulas para que dejen escapar semejante perla en Woking. Por lo que pueda pasar, más que nada.

El brasileño ha ganado una única prueba en Fórmula 2 en 2024, la carrera convencional de los domingos en Spielberg, Austria. Sin embargo, su currículum lo conocen todos: fue campeón de la tercera categoría. Ese es un aspecto importante a la hora de saber la cantidad de talento que atesora, ya que el rendimiento en una de las F2 más reñidas de la historia no puede servir como vara de medición. A menos que la diferencia para bien sea monstruosa, claro, en esa caso pocas dudas caben.

Andrea Binotto, nuevo director del proyecto Audi, no ha sido dubitativo con él. Lo ha nombrado entre los posibles pilotos de futuro y él acepta el cumplido. "Siempre es bueno que alguien de la Fórmula 1 te mencione, porque es ahí donde quieres llegar", dijo para Motorsport.com.

Aunque todos conozcan su trayectoria y potencial a los 19 años de edad, necesita un pequeño empujón. Y Alonso está dispuesto a dárselo en la medida de lo posible. El asturiano decía hace pocos días que simplemente se limitaba a hacer el trabajo base por el que le llevan contratando más de dos décadas: "Solo soy piloto".

"Me encantaría diseñar el coche, pero no soy capaz de hacerlo". Y bien, no es exactamente lo mismo ser un iluminado de la ingeniería como para además de llevar el coche a más 300 km/h sea capaz de idear un monoplaza campeón y guiar el camino a los talentos venideros. Pero Alonso no es solo un piloto como él dice, es también representante y encargado de dejar en buenas manos el legado de la actual generación.