Fernando Alonso se alimenta de su "suerte" y magia para imponerse a un "fin de semana regulín"
El asturiano colocó su Aston Martin en séptima posición gracias a una gran vuelta de Q3 que, como rápidamente aclaró por radio, no podía mejorar.
Fernando Alonso se bajaba de su coche sonriente tras el trabajo realizado en Zandvoort. No era para menos. Había vuelto a meter a su Aston Martin en la Q3, la undécima vez esta temporada, e inconformista con la 10ª plaza colocó su coche en el séptimo cajetín de salida de la carrera de mañana. Superó a Gasly, Albon y Stroll, todos rivales directos. Una alegría para su saco de amarguras este año, un motivo para bromear con sus ingenieros mientras se secaba el sudor del esfuerzo que le supuso sacar esa sonrisa.
Lo tenía claro nada más cerrar vuelta: "No puedo hacer más que esto". Así de claro era con sus ingenieros. Tanto es así que ni intentó batir su propio tiempo, también consciente de que había tenido "suerte". Afirmaba que el fuerte viento holandés había estado causando estragos en los tiempos de los pilotos durante todo el fin de semana y que justamente en esa tercera ronda clasificatoria las rachas de ventisca le dieron un pequeño respiro. Acertó a la hora de salir, libre de cualquier tipo de tráfico, y lo aprovechó.
"En las curvas 9 y 10, donde había tantísimo viento, me salió bastante bien", relataba a Relevo en el corralillo de periodistas. "El resto de curvas también fueron aceptables, y cuando cruzas la meta nunca sabes si eres P10, P5 O P7, pero me da un poco igual". "Esto es lo que había hoy", insistía.
De cara a mañana una séptima plaza le da sólidas posibilidades de embolsarse algún que otro punto, tal y como hizo en Spa (empezó y terminó octavo). Pero rebaja el suflé: "Siendo realistas, este fin de semana ha sido un poco regulín, hemos sufrido". Ve en los rivales de detrás su principal foco de atención, ya que Williams está en su mismo nivel "si no mejor" y Alpine también se ha metido en la pomada. A pesar de que Ocon quedó muy atrás (17º) Gasly sí se batió con el asturiano en duelo en la Q3, y Alonso tiene la suficiente experiencia para saber que si el río suena es porque agua lleva.
"Albon será difícil de mantener detrás", reconoce, y tiene que remontarse a quien se quedó incluso en Q2 para seguir mirando los retrovisores. "Creo que tenemos un Ferrari y un Mercedes detrás que tampoco podremos mantener", sentencia a Relevo, convencido de la dificultad de la carrera.
Zandvoort no es un escenario sencillo. No solo por la curvatura e inclinación de sus curvas, espectaculares a la vista del espectador y la onboard del piloto, sino porque adelantar es una misión tediosa. Alonso ya sabe lo que es deleitar a la grada de Holanda con adelantamientos que protagonizan los vídeos de highlights, como cuando hace un año se inventó una nueva trazada para la tercera curva en mitad de una lluvia que sorprendió a todos. Casi gana, qué tiempos aquellos. Por eso, deja claro que mañana puede haber batalla: "Aquí se adelanta poco, pero se adelanta...".
Zandvoort, AMR23, Magic Alonso en lluvia...
— Magic 🇪🇦 🩵 (@Magic14Nano) August 20, 2024
TENÍAS QUE ESTAR AHÍ🪄 pic.twitter.com/WzRAMISFHB
"Ya lo hemos visto otros años (haciendo alusión a su maravilla de 2023), tienes que tener algo más de paciencia que en otros circuitos", comentaba entre los periodistas. Adelanta que el domingo se verá el primer día libre de chubascos, por lo que habrá más degradación y, por tanto, los cálculos variarán: "Con una buena estrategia y buen ritmo de carrera mañana se adelanta. Eso sí, con más agresividad con los Williams y los Alpine".
Los tiene detrás, pero es consciente de que es más vulnerable los domingos que los sábados. Así lleva funcionando el cotarro todo el año. "No podemos pensar que somos tan rápidos como para meter los dos coches en la Q3". Sabe de sobra cuál es su sitio: "Estamos de lleno en el grupo medio, a centésimos de Williams, de Alpine... Tenemos que seguir mejorando el coche". Eso sí, de esa zona media es el más rápido, hoy (un día más) ha quedado demostrado, y cuando alguien de los de arriba falla el que está al quite es él. Hoy las víctimas fueron Lewis Hamilton y Carlos Sainz, y en vez de conformarse con el noveno lugar lo hizo con el séptimo.