FÓRMULA 1

Checo Pérez reabre la puerta a la Fórmula 1 con una vuelta sujeta a sus condiciones... y con la tormenta de Red Bull de fondo

El mexicano aseguró que "sería muy atractivo" considerar ciertos proyectos de cara a la temporada 2026.

Checo Pérez, en un evento de Red Bull en Madrid. /EP
Checo Pérez, en un evento de Red Bull en Madrid. EP
Daniel Knecht Escobar

Daniel Knecht Escobar

Checo Pérez disfruta de las vistas desde la distancia. El mexicano vive a sus 35 años su primer parón profesional desde que entrara al Gran Circo en 2011. Relajado, sin el estrés diario que supone vivir constantemente a la sombra de Max Verstappen, observa desde lejos el polvorín en el que se torna Red Bull con el paso de cada gran premio.

La llegada de Yuki Tsunoda en detrimento de Liam Lawson, que apenas tuvo dos carreras para demostrar su valía en el equipo titular de las bebidas energéticas, ha hecho saltar por los aires la rumorología de la Formula 1, que incluso llegó a ubicar el nombre de Pérez entre los futuribles de la marca si el japonés tampoco conseguía domar el impredecible RB21. Incluso antes del anuncio, sonó con fuerza la opción de pescara Franco Colapinto. Finalmente, será el nipón tomará los mandos de la máquina por primera vez en su carrera local este próximo fin de semana, de la cual Checo estará atento.

"Realmente quiero que el equipo tenga éxito, ya que tengo muchos amigos allí. Pasé cuatro años con ellos y quiero verles triunfar", aseguró para la web oficial de la F1. Cree que Tsunoda tendrá éxito, por lo que le conviene a la marca austriaca, aunque ha vivido en sus carnes la dificultad de dar con la tecla en Red Bull. "Cuando me uní a Red Bull, ya había habido grandes pilotos que habían tenido dificultades: Alex Albon, Pierre Gasly, son pilotos fantásticos y tuvieron dificultades. Pasé tanto tiempo allí que todos olvidaron lo difícil que es conducir ese monoplaza, así que fue complicado".

"Sobre todo el año pasado, no pude demostrar lo que puedo hacer como piloto", lamentó, aunque ahora que está fuera de foco y se han visto todas las carencias que caracterizan al monoplaza, siente el calor de los que un día fueron sus detractores: "Es bueno estar en esta posición en la que sabes que la gente te aprecia como piloto. En la F1, la gente tiene poca memoria. Ahora, de repente, la gente se da cuenta de lo difícil que es conducir el coche".

Dándose distancia, ahora valora sus opciones de volver. El mexicano está descartado en pocas escuderías de la parrilla, y con la entrada de Cadillac, la baraja se amplía. El sello estadounidense abre dos nuevas vacantes en el paddock y Checo, un piloto con experiencia, podría estar en la pole para estrenar el equipo... siempre y cuando esté convencido del potencial.

"Si encuentro un proyecto que me motive plenamente a volver, donde el equipo crea en mí y donde valoren mi trayectoria, mi experiencia y todo lo que puedo aportar, sería muy atractivo considerarlo", pone como condición para volver al mundillo en 2026. "Me he dado al menos seis meses para tener todas mis opciones sobre la mesa y tomar una decisión sobre qué hacer a continuación con mi carrera", explicó sobre su hoja de ruta.

La ventana de Red Bull nunca está cerrada

Aunque parezca imposible, Red Bull seguirá siendo una opción hasta el final. La temporada es larga y la inestabilidad de los primeros fines de semana ha dejado claro que si Yuki Tsunoda no da la talla y los excampeones mundiales no aciertan con el relevo a lo largo de 2025, no hay descartes fijos. Si bien el matrimonio entre equipo y piloto no terminó de la mejor manera, el contacto entre las partes continúa.

"En este momento, yo estoy afuera, estoy en contacto con algunos miembros del equipo, pero cuando no estás allí internamente, es difícil saber lo que sucede", declaró. Y aunque los malos resultados de la temporada 2024 lo terminaron sentenciando ("realmente no me lo esperaba. Solo se aclaró cuando estuvimos en Qatar y empezamos a hablar y negociar mi salida", desveló), pesos pesados de la entidad como Christian Horner y el propio Verstappen guardan un buen recuerdo del escudero.

El historial de idas y venidas de Red Bull, nutrido por una gran cantera de pilotos y caracterizado por echar mano de viejos conocidos, invita a no desechar la idea de su vuelta. El intercambio Lawson-Tsunoda es solo un recordatorio del 'modus operandi' de un equipo que en ocasiones ha hecho malabares con Daniel Ricciardo, Nick de Vryes... e incluso Verstappen en 2016.