FÓRMULA 1

Un aniversario, un tuit borrado y un 'tira y afloja': así fue el esperpento entre Red Bull y Checo Pérez antes de separar sus caminos

Equipo y piloto protagonizaron horas caóticas que derivaron en el adiós del mexicano.

Pérez ya no es piloto de Red Bull./REUTERS
Pérez ya no es piloto de Red Bull. REUTERS
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Un aniversario de cuatro años, un tuit borrado y un 'tira y afloja'. Podría ser perfectamente el título de un capítulo de 'La que se avecina' (o de la original 'Aquí no hay quien viva') a falta de varios elementos rocambolescos por insertar en esa enumeración. Pero no fue ficción, sino un dibujo de la tarde de ayer donde toda la Fórmula 1 habla de todo lo que rodea a un comunicado lleno de peculiaridades.

Así lo quisieron Red Bull y Checo Pérez. Desearon que una situación incómoda y poco agradable de por sí como un despido fuera todavía más enrevesada. Al tuit que publicó el mexicano a las 18:03h le precedieron muchos detalles y mucha letra pequeña. Para comenzar a entender el esperpento entre equipo y piloto, hay que retrasar el reloj un par de minutos. El mexicano había publicado un tuit que borró al instante.

No dio tiempo a apreciar si había alguna diferencia con el que publicó más tarde, pero el caso es que ese mensaje desapareció de sus redes sociales. Algún malpensado cree que lo hizo a propósito con el fin de alargar la situación, un drama que lleva meses pidiendo a gritos terminar. Los malpensados tienen motivos. Con toda la Fórmula 1 mirando, Pérez pudo arañar algunos minutos de gloria antes de anunciar su salida.

Todo se resume a que Red Bull quería que su piloto hablara primero. Y Checo quería que fuera su equipo. El clásico 'no, cuelga tú' pero más cursi todavía y en medio de un millonario despido. Un finiquito, por cierto, que parece ya haber cobrado el mexicano. Cerca de treinta millones. El caso es que estuvieron un buen rato sin ponerse de acuerdo y demoraron durante más de una hora un esperado anuncio previsto para las cinco de la tarde, según había filtrado Red Bull.

Si el mexicano hubiera querido, la agonía seguiría dando guerra y avivando las redes sociales a estas horas. Todo, por cierto, entre periodistas y aficionados posteando mensajes y emoticonos deslizando que era inminente y que el anuncio estaba al caer. Y parecía que nunca llegaba, que era utópico lo que, en realidad, lleva siendo un secreto a voces desde hace meses.

Prensa internacional revela que el piloto no estaba satisfecho con algunas líneas del texto y peleó por cambiarlas. Luchó cada coma para tener un adiós impoluto. Hubo que esperar hasta las 18:03h, cuando llegó el estertor final. Al final fue Pérez el que dio el paso y escribió primero. Red Bull le dio RT a su mensaje, sin tiempo para haberlo leído, y lanzó el suyo. Ocho minutos más tarde. El anuncio de su marcha, por cierto, se dio precisamente el día de su aniversario. Anda que había fechas. Ayer hicieron justo cuatro años del día en que la escudería austriaca anunció el fichaje de Sergio Pérez.

Tuvo que llegar otro 18 de diciembre para oficializar su salida. Con meses de rumores desde verano, ¿había que elegir el día de su cuarto aniversario juntos? Que haya sido casualidad solo lo saben las partes implicadas. Lo que sí que es notorio es que las negociaciones, adelantadas por este medio antes del Gran Premio de Abu Dabi, han sido duras, complejas y se han extendido por semanas.

En concreto, más de dos. Este medio ya adelantó el día 5 de diciembre que Pérez y Red Bull llevaban un par de días negociando la rescisión del contrato del mexicano. Ha sido una quincena intensa para las partes, con medios europeos anticipando casi a diario la salida, que era un secreto a voces. La decisión de que no continuara pilotando junto a Max Verstappen en 2025 estaba tomada tras su una pobre temporada, pero los eternos flecos de su complejo contrato se habían enquistado durante todo este tiempo.

Había detalles sobre el finiquito y el nuevo rol del piloto que han dado mucha guerra porque estaban en al aire. El rendimiento deportivo de Checo convenció, en el mal sentido, a Red Bull: ha terminado octavo en el Mundial, a 285 puntos de su compañero. Ahora, quince días después, el comunicado del equipo austriaco termina con tantos meses de rumores y escudería y piloto ya se han desvinculado por completo. ¿Qué significan estas escuetas líneas del anuncio?

Ricciardo, sí; Coulthard, no

Que el mexicano salga del equipo y de la estructura tiene mucha letra pequeña. Según ha podido saber Relevo, Red Bull ofreció a Pérez un rol de embajador de la marca que el piloto rechazó. La clave de la operación era ahorrarse su costoso finiquito, cifrado por prensa internacional en cerca de treinta millones de euros. Una auténtica losa para las arcas del equipo austriaco, que también pierde así los ingresos por patrocinadores que llegaban con el mexicano, su principal sustento, y otra generosa cantidad por haber caído en el campeonato de Constructores de la primera a la tercera plaza.

Para entender ese rol de embajador, hay que mirar a David Coulthard y a Daniel Ricciardo. Al australiano ya se le ofreció en septiembre un cargo similar, cuando decidieron bajarlo del coche de su equipo filial tras su pobre rendimiento. Declinó la oferta y optó por desvincularse por completo. Coulthard, expiloto, sin embargo, sí la aceptó y hoy sigue desempeñando esas labores: aparece en actos, eventos y ejerce de imagen de Red Bull. Pérez no quería eso, aunque Horner reveló que "seguirá vinculado a la marca". Se desconoce exactamente cómo.

Tal vez por orgullo o por considerarlo una especie de retirada por alejarse tanto del asfalto, el piloto contestó con un 'NO' rotundo a su ya exequipo: relaciones terminadas e indemnización para el piloto de Guadalajara. De haber dicho que sí, como Coulthard, sus decenas de patrocinadores habrían perdido mucha visibilidad y capacidad de negocio en el mercado. Telmex, por cierto, ya se había despedido del mexicano antes del anuncio, mientras el entorno del excompañero de Verstappen, hasta el último día, se ha seguido remitiendo a que tenía contrato en vigor para 2025. Mantenían que Pérez continuaría el próximo curso.

Ahora, su futuro se oscurece con la parrilla casi cerrada para 2025. Su bajo rendimiento al volante aleja las miradas del resto de equipos, donde solo hay hueco en Visa Cash, el equipo filial, aunque parece que Isack Hadjar ocupará ese asiento. Las presiones de los hombres de arriba de Red Bull han sido fundamentales durante todo este proceso. Helmut Marko y Christian Horner, casi semana a semana, han ido abriéndole la puerta y empujándole poco a poco al abismo con sus declaraciones en público. Al final, se han terminado saliendo con la suya.