TOUR DE FRANCIA

¿Por qué el equipo Movistar deja escapar a Matteo Jorgenson?

El equipo español prescinde del joven estadounidense, que firma por el todopoderoso Jumbo-Visma hasta 2026.

Matteo Jorgenson durante su escapada hacia Puy de Dome./AFP
Matteo Jorgenson durante su escapada hacia Puy de Dome. AFP
Daniel Arribas

Daniel Arribas

El pasado 24 de marzo, en la E3 Saxo Classic flamenca, una de las clásicas más tradicionales de la primavera ciclista, Wout Van Aert se impuso a Mathieu van der Poel y Tadej Pogacar, los otros dos integrantes del tridente monumental. Por detrás, a solo un puñado de segundos, entró Matteo Jorgenson, joven rodador del equipo Movistar y primero de los mortales.

Aquello sorprendió a muchos. No a los que siguen de cerca al californiano, que, en el pasado Tour de Francia, con 24 años recién cumplidos, estuvo muy cerca de llevarse la victoria en la mítica ascensión de Puy de Dôme, cima donde ya inscribieron su nombre Coppi, Bahamontes, Ocaña, Anquetil o Poulidor.

"Me he dado cuenta de que soy capaz de ganar", reconoció antes de comenzar su segunda 'Grande Boucle' en Bilbao. Normal, pensarían muchos, dada su calidad, sus piernas y su talento para saber administrar una fuerza indomable. Normal, pensaron también los directivos del Jumbo-Visma, equipo más potente del circuito internacional —con Vingegaard, Van Aert, Roglic y compañía— y nuevo hogar de Jorgenson desde la próxima temporada.

Con su incorporación, el conjunto neerlandés podría presentar la siguiente alineación a cualquier monumento ciclista de la próxima temporada: Wout van Aert, Dylan van Baarle, Christophe Laporte, Tiesj Benoot, Nathan Van Hooydonck, Jan Tratnik y Matteo Jorgenson. Casi nada.

Así después de cuatro temporadas, la aventura del ciclista estadounidense en el equipo Movistar llega a su fin. "Siempre me han tratado muy bien", reconoció durante el Tour en referencia al conjunto telefónico. Con ellos, Jorgenson ha ganado el Tour de Omán, ha finalizado segundo en el Tour de Romandía y entre los diez mejores de la París-Niza y el Tour de Flandes.

Matteo Jorgenson durante la ascensión a Puy de Dome. REUTERS
Matteo Jorgenson durante la ascensión a Puy de Dome. REUTERS

Un hilo de Twitter que lo cambió todo

El estadounidense, denominado por quienes le conocen como "un buen chico", decidió publicar el pasado 2 de mayo un hilo en su cuenta personal de Twitter para repasar su "mejor primavera" hasta la fecha. El gesto, honesto y autocrítico, ademán por mejorar ciertos aspectos a nivel personal, pero también como equipo, no sentó nada bien en el cuadro navarro.

"Puedo decir ahora que he gastado cada centavo de mi salario en lo que va del año en mi propio desempeño", aseguraba el espigado pelirrojo en su perfil. "Entre campamentos en solitario, material, nutrición, masajes y motociclismo; todo me hizo mejor y se compuso sobre si mismo".

Las críticas no tardaron en apuntar al equipo de Eusebio Unzúe, señalado por no dedicar los recursos necesarios para pulir uno de los diamantes en bruto más especiales del pelotón internacional.

No se lo tomaron en cuenta a Jorgenson, eso sí, pues eran conscientes de que sus intenciones fueron siempre las mejores. El estadounidense, que vive en Niza, habla inglés y francés, y aprendió español leyendo libros y escuchando podcasts, nunca ha tenido ningún problema con compañeros, entrenadores o directivos del Movistar. Y así será hasta el último día.