TOUR DE FRANCIA

El Tour deja el País Vasco con un impulso a la base y más de 200 bicicletas para los colegios

La organización ha donado unas bicicletas sin pedales que serán distribuidas en las escuelas de Bilbao, San Sebastián, Vitoria y Amorebieta.

La afición disfruta del paso de los ciclistas durante una de las etapas en suelo vasco./EFE
La afición disfruta del paso de los ciclistas durante una de las etapas en suelo vasco. EFE
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

El Tour ha cruzado la frontera y ha dejado el País Vasco. Las carreteras, muchas de ellas arregladas para el paso de los mejores ciclistas del mundo, vuelven a la normalidad aún con algunos carteles amarillos colgados de las farolas. El Tour es historia en el País Vasco, pero queda todavía el regusto y los comentarios de quienes lo disfrutaron. Los niños pedalean estos días con bidones del Bahrain, del Jumbo o Movistar en sus bicicletas, 'chuleando' de haber visto a sus ídolos en casa.

"Esto tiene que ser una inyección para los críos. Son momentos únicos y seguro que todo esto tiene mucho de positivo para crear más corredores y para que en el futuro haya más campeones y campeonas. Ha sido un disfrute". La que habla es Joane Somarriba, ganadora de tres ediciones del Tour de Francia, dos Giros y un Mundial de Controlerroj. Sin embargo, su mayor premio, dice, es haber sido protagonista en la presentación de esta edición y sobre todo en el Gran Départ del sábado pasado en Bilbao en el que dio el pistoletazo de salida en San Mamés.

En Amorebieta, minutos antes de la salida de la tercera etapa que ponía fin al paso del Tour por el País Vasco, Somarriba se acercó en bici con su familia. Saludó a diferentes técnicos de los equipos y vuelta a disfrutar de un evento que en su opinión marcará un antes y un después en la pasión por el ciclismo en una tierra en la que ya de por sí este deporte tiene un hueco muy especial. "La base es muy importante, con todas las escuelas que tenemos. Que venga el Tour ojalá sirva para que consigamos más licencias y poco a poco se vea un ciclismo vasco mejor", dice Igor Antón a Relevo.

En este mismo sentido, Pello Bilbao reivindicó en una entrevista con este medio que este sueño de tener al Tour en las carreteras vascas se traduzca en más capacidad para las carreras menos importantes y en mayores inyecciones para los amateur y para toda la base que es tan necesaria. Omar Fraile también está convencido de que después de ver "a una pila de gente tirarse a las cunetas", el ciclismo vasco puede tener un impulso mayor y surfear la ola de este Tour de Francia 2023.

Las "escuelas". La "base". Los "críos". Los destinarios de estas declaraciones son siempre los más pequeños. En ese sentido, el Tour dejará un 'regalo' también al País Vasco y regalará 220 bicicletas que serán repartidas por diferentes colegios del territorio. Es una iniciativa que viene realizando la organización bajo el nombre "P'tits vélo" (pequeñas bicis) y que se centra en las localidades que acogen una salida o una meta durante toda la edición.

Mikel Landa saluda a un niño en la previa de la tercera etapa en Amorebieta. EFE
Mikel Landa saluda a un niño en la previa de la tercera etapa en Amorebieta. EFE

Bilbao será el más afortunado en este sentido, ya que no solo fue el escenario de la salida, si no que la propia meta de la primera etapa también estaba dentro del municipio, además de albergar la presentación de los equipos y ser la sede de todos los preparativos de un evento de la dimensión de un Tour de Francia. Por ello, la villa bilbaína recibirá 100 bicicletas sin pedales, -'draisienne', le llaman en Francia-, mientras que San Sebastián y Vitoria tendrán 50 y, por último, 20 serán destinadas a Amorebieta-Etxano.

El Tour entregará 1.000 bicicletas en diferentes localidades durante las tres semanas, pero las principales ciudades vascas se han llevado una buena tajada con estas bicicletas que tendrán que ser repartidas por los diferentes colegios de cada territorio. De hecho, los agraciados ya han recibido un correo en el que se les informa de ello y se les explica el proceso para la entrega de unas bicicletas orientadas a los más pequeños.

"El Tour es mucho más que ciclismo por todo lo que se transmite y todo lo que da. Tiene una repercusión superior a lo que solamente sea el ciclismo, mucha gente que no está vinculada al ciclismo se acerca, ve a este deporte y se anime a formar parte de él. Ha sido algo muy bonito", cierra Abraham Olano, emocionado por haber podido también ser partícipe de una edición que quedará para siempre en el recuerdo de todo el País Vasco. El tiempo dirá si permite una nueva edad de oro como la vivida en los años 90 y principios de siglo tras el prólogo que se vivió en San Sebastián en 1992.